12

443 64 24
                                        

De todas las cosas que pensé que sucederían en esta cena, un debate de filosofía no era una de ellas. Pensé que mi padre interrogaría a Beomgyu, presionaría todos sus botones, encontraría sus puntos débiles y expondría algo de verdad sobre su pasado, como por qué su padre está en prisión. Hasta ahora eso no ha sucedido, pero la noche aún no ha terminado.

—Sí, pero un hombre verdaderamente libre no tiene nada por qué luchar —dice Beomgyu—. Si no estamos luchando contra algo o por algo, ¿qué propósito tenemos?

A papá le gusta esto. Lo puedo decir por el entusiasmo en sus ojos.

—¿Felicidad? ¿Alegría? ¿Amor? Una vida por la que luchamos debido a esas cosas.—Que respuesta de mierda. No conozco a nadie en mi vida que luche tanto a favor y en contra de las cosas como mi papá.

Beomgyu come los aperitivos y no parece incómodo en absoluto.

—El amor no es libertad. Ningún ser humano enamorado es libre.

—¿Y eso por qué? —pregunto ofendido. Pasé de no ser romántico a querer su amor, y con esa afirmación me temo que no me lo va a dar.

Beomgyu se limpia la boca con una servilleta y me lanza una rápida mirada mientras mi padre se recuesta en su silla, ansioso por escuchar la respuesta, probablemente solo porque quiere verme nervioso.

—¿Nunca has oído a alguien decir que mataría por amor? Hacemos cosas que en nuestra versión libre no haríamos, todo en nombre del amor. El amor es otra forma de esclavitud.

—Pero una en la que entramos voluntariamente —interviene papá.

—Tal vez —reflexiona Beomgyu—. ¿O es todo una norma social? ¿Buscamos relaciones y amor porque creemos que es lo que se supone que debemos hacer, o lo hacemos por nosotros mismos? ¿Cuántas parejas infelices has conocido? ¿Cuántos permanecen en una relación solo porque han desarrollado una dependencia mutua? ¿Cómo sabemos si es amor o si es codependencia? ¿Qué es el amor?

Dios. Paso una mano por mi cabello.

—Pensé que eras un romántico.

—El romance no tiene nada que ver con el amor, Yeonjun. —Beomgyu se lleva el agua a los labios ¿Qué? ¿El romance no tiene nada que ver con el amor? ¿Cómo?

—Entonces, ¿no crees en el amor, Beom? —pregunta papá. Beomgyu le había dicho que lo llamara así cuatro veces antes de que papá comenzara a obedecer. Aparte de la primera vez, a mí nunca me pidió que le pusiera un apodo.

—Yo no dije eso. —Beomgyu se encoge de hombros.

—Entonces, ¿sí crees? —pregunto.

—Tampoco dije eso. Deja de esforzarte tanto. —Agita una mano en mi dirección—. Creo que cuando te enamoras, lo sentirás diferente para ti que lo que es para mí. Para cualquiera. Es diferente.

—Brindo por eso —dice papá, inclinando su whisky hacia Beomgyu—. ¿Estás saliendo con mi hijo?

Beomgyu no se resiste ni muestra ninguna sorpresa.

—Hemos tenido tres citas, pero no sé qué significa la palabra salir, Seojun. ¿Te refieres a vernos para saber adónde va todo? Tal vez. ¿Quieres preguntar si estamos en una relación? No, no lo estamos. No hemos discutido nada de eso.

Papá me mira mientras sudo, con una sonrisa en su rostro que no reconozco. Escudriño sus rasgos, buscando su cruel intención, pero no la encuentro. Tiene que estar allí. Tiene que tener un motivo oculto. O está mejorando en ocultarme cosas, o... no tiene intenciones crueles.

Todo lo relacionado con esta noche me está desconcertando.

Desde la forma en que Beomgyu exigió venir solo, hasta su aspecto cuando apareció y la forma en que ahora conversa con confianza con mi padre. Y mi padre mismo me está confundiendo muchísimo. Nunca lo he visto vagando por el patio de una piscina con un tipo que no tiene nada que ofrecerle, actuando como si se estuviera divirtiendo.

Walking red flag | YeongyuWhere stories live. Discover now