Cuando otra chica viene a unirse a nosotros, Julie se acerca.
—Esta es mi novia ¡Belle!
Abrazo a la novia, me presento y paso tantas canciones bailando con ellas que una se mezcla con la otra, y a nadie le importa una mierda lo sudamos que estemos. Soobin y su chica se unen a nosotros y, finalmente, formamos un círculo completo en medio de la pista de baile.
Se siente bien. Es bueno soltarme, olvidarme de mi vida y dejar de lado el aguijón de los celos. Porque cuando no me pica, me hace darme cuenta de por qué los siento. Lo amo. Puede que no sepa la definición de amor o cómo se supone que se siente, pero debajo de todos los juegos y botones presionados, los comentarios sarcásticos y la expedición interminable para descubrir el lenguaje del amor de Beomgyu, realmente siento algo por él con tanta fuerza que el miedo a perderlo es un balde de agua fría sobre mi confianza.
Es demasiado pronto para sentir eso por él, pero sucedió de todos modos. Ya estoy ignorando tantas red flags, ¿qué más da otra?
Mañana. Sobrio. Intentaré tener una conversación racional con él sobre el idiota de la camiseta.
Mientras me balanceo al ritmo de la música con Belle y Julie, miro alrededor del almacén y lo veo.
Dejo de moverme, en seco, quieto ante el mundo que me rodea.
Por supuesto que él arruinaría mis planes lógicos de hablar mañana, porque ahora que está aquí, no hay ninguna posibilidad de que pueda ignorarlo.
De pie, de espaldas a la barra, con las manos en los bolsillos de la sudadera con capucha, las gafas puestas y la gorra levantada, me mira fijamente. No, me mira como si me hubiera estado mirando por un rato
¿Por qué coño él tiene que estar enojado? Él es quien me rompió, así que puede meterse esa mirada en el culo.
Doy un paso hacia él, la multitud bloquea mi camino, pero mi atención inquebrantable me lleva hacia él. Me detengo justo frente a él, esperando que diga algo.
Él no dice nada. Yo tampoco.
Simplemente nos miramos, fijamente, nos evaluamos y juzgamos el uno al otro, pero, curiosamente, se siente normal.
Están sucediendo demasiadas cosas dentro de mí. Estoy borracho, así que tengo eso a mi favor, pero mis emociones también están mezcladas hasta el infierno. Alivio de que esté aquí. Preocupación de que esté aquí por el otro tipo. Ira porque quiere a ese tipo más que a mí. Celos de que alguien más llame su atención. Frustración por seguir luchando por aprender sobre Beomgyu y su lenguaje del amor.
Y simplemente dolor de que yo nunca lo haya hecho reír así.
Las luces estroboscópicas del almacén se reflejan en sus gafas y distorsionan mi visión de sus ojos, y no me gusta. Necesito ver sus ojos, buscar su intención, ver su azul y sentir lo que sea que se esconde detrás. Es difícil de leer y hasta hoy pensaba que lo había hecho bien. Me siento como un fracaso ahora.
Se sirven bebidas. Las canciones se transforman en otras nuevas. Los niveles de sobriedad disminuyen. Y aún así, nos quedamos mirándonos. No sé qué siente, pero sé que tengo toda su atención y, por ahora, eso es suficiente.
—Ignoraste todos mis mensajes de texto —me acusa.
—¿Ese tipo en el pasillo era con quien esperabas follar la noche que nos conocimos?
Me mira entrecerrando los ojos, apretando la mandíbula y enderezando la espalda.
Él asiente, no es alguien que mienta.
Me duele el pecho.
—Lamento haberte arruinado eso. —Jodidamente condescendiente, pero ese es el humor en el que estoy.
—Yo no —grita—. Lo arruinaste todo en toda mi vida, y todavía sigo aquí, en un puto almacén para imbéciles ricos, tratando de llamar tu atención. Odio este puto lugar. No bebo. Estas luces me están matando y odio este tipo de música. —Saca las manos de los bolsillos y las extiende para abarcar el lugar—. Y actualmente no me gustas, pero aquí estoy, jodidamente encadenado a ti como un puto cachorro pateado.
—¡Yo soy el cachorro pateado, Beomgyu!
—No quiero hacer esto aquí.
—¡Beomie! ¡Dios mío, estás aquí! ¿Quieres una bebida?
Beomgyu mira por encima de mi hombro, mirando a quien solo puedo asumir que es el idiota de la camiseta. Tan rápido como aparta la mirada, mira hacia atrás y me mira a los ojos. En su mirada, básicamente veo las palabras: "Tu mierda de macho alfa no funcionará conmigo".
—¡Beomgyu! —Grita el Idiota Deportista.
Eso me provoca. Manteniendo mis ojos en Beomgyu, agarro al gilipollas, lo coloco entre nosotros y lo golpeo. Cuando cae al suelo con un crujido, Beomgyu me pone los ojos en blanco.
—Soy el único que puede usar tu nombre completo —le espeto. Ni siquiera me duelen los nudillos. Gracias, alcohol.
Él resopla y me juzga. Estoy de acuerdo con eso, especialmente cuando extiende su mano como una invitación silenciosa. Mi nudillo está partido y sangra por culpa de la nariz del idiota, pero Beomgyu toma mi mano entre las suyas, sin siquiera molestarse en darse cuenta.
No me importa quién nos vea, pero el lugar está oscuro, lleno de luces intermitentes y todos están borrachos, así que probablemente pasemos desapercibidos de todos modos. Mirando hacia atrás, veo a Soobin mirándonos. Le doy un asentimiento para hacerle saber que me voy y él me sonríe con un gesto de aprobación. Julie me sonríe y me levanta dos pulgares.
Paso por encima de Idiota Deportista y mantengo mi mano en la de Beomgyu mientras él me saca.
—Llaves —exige Beomgyu una vez que salimos.
Se las pongo con fuerza en la palma y me subo al asiento del pasajero de mi propio coche. Él jode mis ajustes, mueve el asiento hacia arriba, ajusta todos los espejos y enciende la calefacción del asiento a pesar de que es una noche cálida. No dice una palabra más. Él simplemente conduce. Así que yo también me quedo callado, aliviado de que haya venido a buscarme.
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Walking red flag | Yeongyu
Fanfiction¿Hasta donde irías para conquistar a tu crush? Tuvieron una aventura de una noche y ahora Beomgyu se niega a saber nada de él, y eso solo hace que Yeonjun lo quiera más, pero cuando sepa las razones de Beomgyu para mantenerse alejado tal vez sea dem...
