—¿Por qué? —él pregunta—. Pensé que ya habíamos tenido esta charla.
—¿Esa en la que me dijiste que eres raro y que deberíamos terminar con esto antes de que arruine mi fantasía gay? —sí, yo también puedo ser franco.
Da un paso atrás y finalmente cuelga el abrigo.
—Sí, esa.
—Bueno, ahora estoy intrigado. Me gusta lo raro.
—No mi tipo de raro.
—Beomgyu...
Sus ojos son lentos y casuales, pero recorren mi camisa gris, pasan por el tatuaje en mi cuello, por la barba incipiente que recubre mi mandíbula y finalmente se encuentran con los míos. Se lame los labios de nuevo y luego niega con la cabeza.
—No. Ya te dije que no estoy interesado en algo casual. No.
—Romántico —digo, recordando—. Entonces, déjame ganármelo.
—¿Por qué? —él mira detrás de él hacia la puerta—. ¿Por qué yo? No entiendo esto. Descubrí quién eras... eres. Ni siquiera puedo creerlo... —Respira profundamente—. No entiendo esto. No entiendo cómo sucedió.
Puedo explicar eso. Me acerco de nuevo, amando que tenga que mirarme.
—Vi tu culo con un par de jeans y tuve que tenerte —digo, manteniendo contacto visual—. Luego me follé ese culo tres veces en una noche. —Me agacho para subirle un poco las gafas—. Después me dijiste que eres raro, y ahora quiero saber qué tan raro. Dame tu número.
Mientras niega con la cabeza, dice:
—Raro como lo es trabajar en una funeraria. Yo no soy quien... no somos una buena pareja. —Intenta dar un paso atrás, pero lo agarro de la muñeca y lo mantengo aquí—. Yeonjun.
Ahí está. Mi nombre en su voz, en esos labios resbaladizos.
—No me voy a rendir.
—Deberías.
—No puedo.
—Tengo que trabajar. —Intenta retroceder.
—Entonces dame tu número. —Le ofrezco mi teléfono y lo miro fijamente hasta que lo toma.
—Eres patético. —Apuñala enojado la pantalla táctil.
Soy un poco patético, pero me importa una mierda. Ha estado en mi mente desde hace dos martes, bueno, el miércoles por la mañana, y no puedo sacarlo de ahí. Tal vez todo lo que necesito es una noche caliente más con él y podré seguir adelante. Lo dudo. Cuando me devuelve el teléfono, miro para asegurarme de que lo haya puesto.
—Le falta un número.
—El penúltimo número —asiente, alisándose el uniforme—. Buena suerte. —Cruza la puerta y vuelve a trabajar.
Cabrón astuto.
***********
Solo hay diez combinaciones del número que falta y les envié un mensaje de texto a todas. Varias veces. También los llamé a todas, pero de diez, solo tres tenían un mensaje de voz personalizado y ninguno era suyo. Debería haber sabido que me haría una prueba y luego se negaría a responderla cuando acertara el número. Uno de estos es el suyo, y ya descarté a los tres con mensajes de voz y tres más que me respondieron diciendo que era el número equivocado. Eso deja cuatro.
A menos que...
No dejaría pasar que me dijera que era un número equivocado. Miro a los tres que enviaron ese mensaje, preguntándome si uno de ellos es él.
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Walking red flag | Yeongyu
Fanfiction¿Hasta donde irías para conquistar a tu crush? Tuvieron una aventura de una noche y ahora Beomgyu se niega a saber nada de él, y eso solo hace que Yeonjun lo quiera más, pero cuando sepa las razones de Beomgyu para mantenerse alejado tal vez sea dem...
