Capitulo 17

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— Muy bien — anotó Nick con displicencia —. De modo que serían ochocientos chicos, cada uno compra un clavel, y cinco insignificantes centavos... lo cual da... hmmm... cuarenta dólares. Apuesto a que la sociedad Norteamericana del Cáncer planifica todo su presupuesto en base a esa donación — dijo con voz burlona —. ¿No te parece?

Me Mordí los labios.

— Bueno... a pesar de que no es mucho dinero, sigue siendo mejor que nada. Y en todo caso, no es injusto.

— Pero si el objetivo del Día del Clavel es la beneficencia — dijo Nick en tono racional —, ¿Por qué no hacer algo que dé mucho dinero?

— Bueno, nadie dijo que la beneficencia sea el único objetivo del Día del Clavel —argumenté.

— ¡Exactamente! — Exclamó Nick con una sonrisa de triunfo —. El objetivo del Día del Clavel es que la gente que es popular se sienta todavía más popular, y que la gente que no es popular se sienta peor.

Entrecerré los ojos.

— ¿Y eso qué quiere decir?

— Quiere decir que, si tienes un novio o una novia, ya lo sabes, ¿correcto? — explicó Nick con toda la paciencia —. Ya estás saliendo con ellos. De manera que no resulta una gran revelación recibir un clavel rojo en las tercera hora, ¿correcto?

—Bueno, claro que no, pero...

— y si eres amigo de alguien en el colegio, almuerzas con él o con ella casi todos los días, ¿correcto? De modo que esa persona ya sabe que es tu amiga antes de recibir el clavel. — Sus brillantes ojos verdes me observaban muy atentos. — ¿y cuántas veces viste realmente que alguien recibiera el clavel de un admirador secreto?

— Montones de veces — dije a la defensiva.

— Muy bien — dijo Nick —. ¿Y quiénes los recibieron? Las chicas más populares de la clase, ¿Correcto? Quienes ya sabían que eran populares y bonitas y que muchos pobres tontos estaban enamorados de ellas, ¿correcto?

— ¿No podrías dejar de decir ―Correcto‖ al final de cada frase? — dije irritada, mientras sonaba el timbre.

Recogí mis libros y claveles y salí al vestíbulo, sin dejar de pensar en lo que había dicho Nick.

En cierto modo, tenía razón. El Día del Clavel de veras podría hacer sentir muy mal a cierta gente. Piensen en Pat, Por ejemplo. ¿Cómo se sentiría durante el Día del Clavel cada año, yendo por ahí sin ninguna flor, mientras que ciertos chicos — los populares — arrastraban ramos enteros? ¿Y qué decir de mi pacto con Katie? Es evidente que me aterrorizaba la perspectiva de quedarme sin claveles y parecer poco popular.

Sin embargo, resultaba raro que alguien en vías de convertirse en el chico más popular de la escuela pensara que el Día del Clavel era injusto. De hecho era difícil imaginar que Nick creyera que algo era injusto. ¿Era justo llevar a cabo esa sesión de copia en gran escala para Geometría? ¿Era justo privar al señor Munger de su máquina de algodón de azúcar (aun cuando, a la larga, eso hiciera felices a muchos chicos)?

Rose pasó a mi lado y me dedicó un gran gesto de aprobación porque yo llevaba cuatro claveles. Me estremecí. De repente, las flores perdieron todo su atractivo. Recordé a Nick en su banco, negándose a recibir los cinco claveles rojos. La imagen era fuerte, dulce, extrañamente conmovedora.

Adorable Rebelde ; Nick Jonas Y Tu . (Adaptada) Where stories live. Discover now