Capitulo 5

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― Me gustas, de veras, ______. 

― Tú también me gustas de veras ― conteste yo, porque aquello era lo que, al parecer, había que decir por cortesía. Después, incluso antes de que empezara la película, me dio un enorme y húmedo beso. Yo quedé muy sorprendida. Creo que Jerry se dio cuenta de que había ido muy lejos y no volvió a besarme, aunque si llamó esa noche a las once y dijo: 
― ¿Qué pensaste de mi beso? 
Yo dije: 
― No demasiado ― Y él nunca más volvió a llamar. 
De bodoque, básicamente, los cuatro años siguientes los dediqué a estar enamorada de Ben Crimson. Ben es el hermano mayor de Katie. Tiene tan buena apariencia y el tan popular como ella, y me gustó casi desde el momento que nos conocimos en la escuela primaria. Durante los dos primeros años del secundario trate en lo posible de que no se notara; me imaginaba que no había manera que me correspondiese, y era probable que Katie se pusiera incómodamente protectora conmigo. 
Luego pasó algo increíble. Ben me invitó al baile de promoción de mi segundo año. Fue algo así como el día más grande de mi vida, dicho desde un punto de vista romántico. Ben me dio un beso de buenas noches y me dijo que hacía mucho que le gustaba, pero que se sentía raro por ser yo una de las amigas de Katie. Bueno, ¡haberlo sabido antes! En fin, Ben terminó su año dos semanas más tarde y lo mandaron a Notre Dame para un verano de entrenamiento de fútbol antes de que empezara el nuevo año escolar. Cuando lo vi, para Navidad, estaba saliendo con la mitad de las chicas animadoras del equipo y ya era demasiado maduro para una chica de colegio secundario como yo. 
Después de Ben, prácticamente estuve libre de enamoramientos. Fui al baile de fin de curso con un chico llamado Jon Stillerman, cuyo padre es el profesor de química. Pasamos un buen rato en el baile e incluso salimos algunas veces después de eso, pero de alguna manera se percibía que allí no había chispas. Además. Es un poco ―demasiado‖ que la hija del director saliera con el hijo del profesor de química. 
Terminé de vestirme para la fiesta de Joe y fui a la cocina. Katie ya estaba allí, hablando con mis padres. Llevaba unos vaqueros y una camisa de terciopelo rojo. Su hermoso pelo sedoso de color trigo brillaba bajo la luz. 
― Oh, te pusiste el vestido que te regale ― dijo complacida. 
Me apreté los codos, súbitamente cohibida. 
― ¿Estoy demasiado elegante y ridícula? 
― Estás estupenda querida ― me aseguró mamá. 
― De veras estás espléndida ― coincidió Katie. ― Salgamos. 
― ¿A dónde van? ― preguntó papá. 
― A una fiesta… en casa de los Johnson ― dije eligiendo un nombre al azar. Si papá llegaba a enterarse de que íbamos a casa de los weller, podía ponerse nervioso, pues sabía que el señor y la señora Weller se encontraban en Grand Rapids. 
― ¿Van a una fiesta a las diez de la noche? ― Preguntó. Esa es otra cosa que no entiende de los adolescentes… nuestra manera de ser prácticamente noctámbulos. 
Por último, salimos y comenzamos a recorrer las pocas cuadras que nos separaba de la casa de los Weller. Casi no habíamos llegado a la mitad del trayecto cuando empezamos a oír la música. 
― Supongo que eso significa que será una fiesta entretenida ― comentó Katie. 
― Espero que el ruido no llegue hasta mis padres ― dije en tono de broma ― Podrían preguntarse qué es lo que pasa y darse una vuelta para investigar. 
Nos acercamos a la severa casa de ladrillos de los Weller, que casi literalmente palpitaba de música y conversaciones a gritos. Joe Jonas estaba parado en el porche delantero, fumando un cigarrillo. Joe no se maneja muy bien con la presión que implica ser hijo de un miembro del cuerpo docente del colegio. Fuma y bebe y se rodea de malas compañías. Sin embargo, mal que me pese, me cae bien. Supongo que lo mismo ocurre con los profesores, porque no dejan de aprobarlo aunque jamás presente un trabajo. La escuela entera mantiene una amable conspiración para que no se entere el señor Weller, una de esas personas penosamente ingenuas que, con toda probabilidad, tampoco lo habría creído. 
― Hola, Joe― saludé. 
― Hola, ______ ― Me dedico una de esas sonrisas suyas vagas y aletargadas. ― Hola, Katie. Entren. 
Nos abrimos paso hacia la cocina a través de la multitud. Había cifras astronómicas de botellas vacías esparcidas por todas las superficies del cuarto. 
Lo único que quedaba para beber era un ponche de color rojo brillante en un bol de vidrio muy sucio y cubierto de huellas digitales. Katie y yo nos servimos dos copas con un cucharón. Lo probé. 
― ¿refresco? 
Katie bebió un sorbo y asintió. 
― Claro que, conociendo a Joecontiene algo más que refresco. 
Volví a probarlo. 
― Probablemente tengas razón, pero es tan dulce que no puedo adivinar de qué se trata. 
Katie vio a un conocido en un rincón de la cocina y se dirigió hacia allí para saludarlo. Yo estaba agregando un poco de jugo de fruta en mi copa, cuando una voz a mi espalda dijo: 
― Eso no parece un suéter verde. 
Me di vuelta. Nick Jonas había acercado una silla a la heladera y, sentado frente a la puerta abierta, inspeccionaba su contenido. Me aparte el flequillo de la frente con una sensación de aturdimiento. 
― Decidí no ponérmelo ― repuse con voz fría. 
― Es evidente. ― Nick abrió un frasco de aceitunas negras y me lo ofreció. Sacudí la cabeza. 
― ¿Volviste a llamar a Katie para decirle que habías cambiado de idea con respecto al suéter? ¿Por qué las chicas tendrán que hacer eso? ¿Y vas a tirar la blusa rayas de la que hablaba Katie? ― Me miró de cerca. ― A propósito no veo la forma de tu corpiño con ese vestido. ¿O es que no lo llevas puesto? 
Anes de que pudiera pensar una respuesta cortante, Swiss Kriss entró en la cocina y dedicó a Nick una dulce y brillante sonrisa. Nick le ofreció el tarro de aceitunas. 
Debo explicar que Swiss Kriss es la chica más bonita y popular del colegio. Su nombre, por supuesto, no es Swiss Kriss. En realidad es Krista Snowden, pero años atrás tenía un novio que tomaba mucha cocoa caliente y empezó a llamarla así por una marca de cocoa en cuya caja aparecía una chica vestida a la suiza: Swiss Miss. El nombre le quedó. Ahora, al comienzo de año, cuando los profesores pasan lista y preguntan por Krista Snowden, ella dice: ―Me gustaría que me llamen Swiss Kriss, por favor

si le gusta porfavor Mg :3

Adorable Rebelde ; Nick Jonas Y Tu . (Adaptada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora