Capítulo 17.

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Ha pasado un mes, y ella aun no despierta, entre más corre el tiempo menos quiero alejarme de su lado, y al parecer no era el único que pensaba así.

Koga había ido y regresado a la montaña solo en dos ocasiones, pero no tardaba más de un día, había dejado a Ginta y a Hakkaku como mensajeros e intermediarios entre la manada y él. Cada que volvían llevaban noticias y regalos que las lobas le mandaban a Kagome. 

Las ultimas noticias que habían llevado fueron a cerca de Kagura, se había presentado varias veces ante la manada, sin ninguna palabra, y al parecer algunos lobos habían visto insectos venenosos rondando la zona. ¿qué pretendía Naraku en la zona de lobos? Todos nos preguntábamos lo mismo, y sentíamos ansiedad por ir, a pesar de eso ninguno queríamos movernos del lugar.

Yo permanecía en el árbol más cercano y mas alto de la laguna, en donde podía verla todo el día a la perfección... temía que en un pestañeo o descuido ella dejara de respirar.

Sesshomaru permanecía al pie de las rocas que se alzaban cerca de la laguna. Seguramente el podía verla desde ahí perfecta y definidamente. Parado ahí día y cada noche parecía ser parte del paisaje, una estatua de semblante frívolo y fúrico.

"Tal vez estoy equivocado, si él la amara, no guardaría la calma de esa manera"

Aun así, después del percance que tuvimos ambos un mes a tras, tratábamos de mantenernos lo más distanciados que podíamos, seguramente ambos pensábamos lo mismo.

Cuando llegamos había parecido que el lugar emanaba una paz en extremo absorbente, pero ahora ni siquiera podía sentir una pizca de ella, el ambiente se había vuelto pesado, y espeso.

La explicación de Jinenji había sido que la paz que emanaba la laguna ahora se estaba concentrando en de absorber a Kagome, así que todo ello se encontraba en el interior del agua. Si era cierto, entonces ella... quizás se deje absorber por esa misma paz en la que ahora descansa. Mi pecho se comprimió.

Sin querer vi que Sesshomaru cambiaba de posición y prestaba atención en dirección a casa de Jinenji... y de un momento a otro comencé a escuchar pasos que se acercaban... ¿qué pasaba?
Algo no estaba bien. 

Esperé a que llegaran para reunirme con ellos.

—¿Qué pasa?

Miroku fue el que respondió.

—No lo sabemos, Shippou y Jinenji estaban recolectando hiervas en los cultivos, cuando Shippou llego corriendo diciendo que Jinenji, había mencionado a Kagome y se dirigía para acá.

—Si... a demás trate de llamarlo y no me escuchaba.

Jinenji llegó hasta la orilla de la laguna, parecía ido, con la mirada perdida alzó los brazos y en un instante la laguna emitió latidos creando ligeras hondas desde donde Kagome se encontraba.

Bum...bum...bum...

Las hondas que corrían por el lago comenzaron a resplandecer intensamente. El viento comenzó a soplar con fuerza y el agua comenzó a inquietarse intensificando el resplandor dándole a la laguna luz propia, alzando en si misma un pilar de luz cada vez más intenso, tanto que comenzó a dañarnos la vista. 

En un instante, la laguna absorbió el resplandor y lo expulso de inmediato en una honda intensa que llego a nosotros, una honda cálida que nos envolvió a todos en una paz, librándonos de los tormentos que teníamos hasta hoy.

Bum...bum...bum... 

—Es ella... —Koga mantuvo su vista en el centro de la laguna, y logre ver su silueta, si, era ella poco a poco una fuerza la levantaba en el aire, estaba empapada de pies a cabeza con su desnudez hipnotizante. 

Destinos DistintosWhere stories live. Discover now