Capítulo 12.

1.1K 122 1
                                    

Aun no entendía como me resistía a matarlo. Él estaba aquí.

—¡¿Qué demonios haces aquí animal?!

—¡Nada que te importe lobo estúpido!, estoy hablando con Kagome así que lárgate.

—¡Tu no tienes nada que hablar con mi mujer!

¡¡SU MUJEEER!! Entonces... era cierto... comencé de pronto a ver todo rojo...

Espere a que Kagome hablara pero ella no lo hizo, hasta después de unos segundos de vernos a ambos.

—Koga... basta...

—No Kagome, él no tiene nada que hacer aquí. Se dirigió a mi furioso—¡no se que le hiciste pero no dejas de hacerle daño con cada torpeza que haces!

—Koga... 

—¡No! Todavía el día que te traje aquí tenías esperanza de que ese bruto llegara y jamás llego y a mi no me engañaste, también vi esas serpientes cuando partimos. No hay que ser muy listos para saber en donde estaba.

¿Serpientes? Se refería a las de Kikyo, entonces ella sabía que esto estaba pasando... ella no me dijo nada y, efectivamente, estaba con ella esa noche... ¿acaso yo no podía dejar de meter las patas en esto?

—Basta Koga...—Kagome estaba muy calmada, como si no tuviera ánimos de abrir la boca ni siquiera.

—¡No! Tiene que pagar cada lágrima que te hizo derramar.

—¿Quién te crees que eres?—un segundo, solo necesitaba un segundo para matarlo.

—¡El demonio indicado para Kagome!

—¡¿Según quien?!

—¡BASTA! ¡BASTA DIJE!—sus ojos estaban muy rojos, como si quisiera romper a llorar... una vez más yo la hacía llorar—¡lárguense ambos y déjenme en paz!—habían sido los gritos más desganados que había escuchado, ¿qué le pasaba?... mi instinto aun me decía que algo no iba bien.

—Lo siento Kagome, no quise molestarte—¡¡maldito Koga!! Sabia como mantenerla de su lado era un manipulador. Dio la vuelta para salir de la casa y en la entrada se detuvo—Pasaré por ti en la mañana, te llevare con la anciana Kaede.

—¿Con Kaede?—dijo extrañada

—Si. No confío en esa herida.

—¿Herida?—¿Acaso el lobo estaba herido? Tal vez por eso ella no quería dejarlo, quedaba claro que no pasaba nada entre ellos, ya que el se iba, entonces no dormían juntos, eso me tranquilizó... aun así seguro el maldito ha intentado algo.

—Koga ya te dije que se purificara por si solo... 

—Y yo te dije que no me arriesgaré, se perfectamente lo que eres capas de hacer por no preocuparnos.—ella lo miro con culpabilidad.

Ella mentía, lo sé, lo noté. 

—Kagome... ¿Que herida?

—Ninguna—otra vez mentía

Entonces decidí seguir mis instintos...

—Ese olor—tomé a Kagome de las muñecas en un arrebato, estaba fría, fije mis ojos en los de ella tratando de no perderme en ellos y aspiré buscando ese olor tan peculiar que había detectado pensando que tenia que ver con los lobos, entonces me di cuenta que eso venía de su sangre, era un olor mezclado con flores, agua de manantial, carne seca y sangre, todo disimulando el olor a VENENO. Volvió a hervirme la sangre...—¿qué diablos pasó?—Entonces capté el olor a sangre seca de Kagome.

Destinos DistintosWhere stories live. Discover now