Capitulo 1. Ella

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La decisión de separarnos había sido de él, seguramente no quería que me pasara nada, al menos yo sentía que esa era la razón, ¡¿pero que a caso nunca tomará mi opinión?!. Yo quería estar con él luchar a su lado, saber que él se encontraba bien, a demás ¡¿quién lo entendía?! Ha estado tan extraño desde que Sesshomaru apareció en la ultima pelea...

Sesshomaru... él... me había salvado la vida, a pesar de que yo creía que me odiaba, a pesar de eso recibió el impacto por mi... lo que me hace pensar si él se encontrará bien...

—Kagome...— la voz de Sango me sorprendió de entre la oscuridad, supongo que me encontraba demasiado concentrada en el pozo mientras pensaba.—¿piensas irte? 

—No lo se Sango, tu lo escuchaste, solo le estorbo—le respondí cruzando mis brazos .

—¡Ay! Por favor Kagome, sabes que lo dijo porque no sabe como actuar. El... se llevo un susto de muerte cuando pensó que el ataque te mataría... creo que solo tienen que hablar y arreglar esta absurda situación.

¿Absurda situación?

Ella tenia razón. Tenía que hablar con Inuyasha.

—Sango,—tenia que preguntarlo—¿crees que Sesshomaru se encuentra bien?

Sango me vio a los ojos detenida mente, a pesar de que intentó ocultar su sorpresa no lo logró, y su mirada brillo con sorpresa y curiosidad.

—Supongo que si, él... es demasiado fuerte, aunque ciertamente el impacto fue muy potente incluso para él.

—Entonces, ¿crees que esté herido?

—Es probable. Acaso te preocupa Kagome—su acusación provocó que me ruborizara, a caso si así fuera, ¿sería malo?

—Si, lo estoy, después de todo él salvó mi vida, se interpuso al ataque que Náraku había dirigido a mi.

—Kagome creo que ese es el problema que tiene Inuyasha...

    —    Aun así fue muy grosero... y quiere que me vaya...—volví a sentir una enorme desolación a recordar sus palabras.

—Y... ¿lo harás?

¿Lo haré? Inuyasha puede ser de lo mas grosero que pueda conmigo pero no podría volver a mi era si estamos molestos de esta manera, generalmente el se tranquiliza y va a buscarme para traerme de vuelta, pero, esta vez, sentía que era diferente. 

Realmente temía que no fuera a buscarme, así que lo mejor sería que fuera a buscarlo para hablar con él.

—Si. Me iré. Pero primero hablaré con el—dije sonriendo más de lo que me habría gustado.

—¡Eso! Bueno, escuché de buena fuente que iría a las aguas termales...—me respondió con voz cantarina y guiñándome un ojo.

—Bien, gracias- la abrace y corrí con la esperanza de encontrarlo.

Trataré de hablar con él, de hacerlo entrar en razón y de paso le preguntare por que ha estado tan extraño, le diré... no sé... que decirle, solo que jamás lo dejare luchar solo, que siempre estaré para luchar a su lado junto con nuestros amigos.

A demás de que se preocupaba, si siempre estaba él ahí para salvarme. 

Mientras caminaba me di cuenta de que comenzaba a oscurecer, aun así no faltaba mucho para llegar a las aguas termales.

Algo me hizo prestar mas atención al camino, sentí un escalofrío como si alguien me siguiera, trate de ver entre la oscuridad y los arboles pro nada, tal vez solo era mi imaginación, tal vez... deba regresar...

Entonces lo vi... un resplandor plateado que se movía de entre los árboles, camine de tras de él inconscientemente, se dirigía a las aguas termales... ¡¡Inuy...!!

Mi mundo se derrumbó, todo dio vueltas, mis pies y manos hormiguearon y mi corazón se detuvo con tanta agresividad que dolió. Si, era él, ahí estaba, pero no estaba solo, estaba con ella, con Kikyo, ambos estaban desnudos dentro del agua envueltos en un abrazo el vapor cubriéndoles los cuerpos. Sentí como mi corazón se encogía y mi cuerpo dejaba de responder las ordenes de mi cerebro, quería correr, huir, antes de que ellos se dieran cuenta de mi presencia pero mis piernas no respondían.

—Inuyasha...—hasta entonces pude recuperar el control de mi misma, hasta que escuche a Kikyo suspirar su nombre con pasión, solo entonces pude dar la vuelta para correr sin rumbo adentrándome den el bosque, sentía el viento helado golpeando mi rostro como si fueran agujas, pero tenia que seguir corriendo hasta que empecé a sofocarme, si antes me faltaba el aire ahora sentía que éste no llegaba a mis pulmones.

Una raíz de un árbol estaba fuera de la tierra y solo me percaté de ella cuando mi pié quedó atorado haciéndome caer. Mis manos comenzaron a tener una sensación de frescor algo doloroso, mis palas mis rodillas y pantorrillas... mi corazón, todo... dolía.

Ya no aguante mas. Me derrumbé en ese instante, el shock que se había apoderado de mi se desvanecía y con el caía un dolor inexplicable en todo mi ser. Quería llorar y gritar, dormir por mucho tiempo, tanto que olvidara todo esto.

Sentí la tierra húmeda en mis mejillas, me deje caer abrazando mis rodilla, en el oscuro y silencioso bosque, y seguí llorando.

Destinos DistintosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora