Capítulo 2

4.7K 309 86
                                    

Christine Moore

—¿Entonces dices que el equipo de McShane te contactó? —le pregunté a Sam un poco perpleja —. Pero, ¿cómo?

—Tú sabes que ellos trabajan para nosotros haciendo publicidad de nuestros teléfonos.

—Sí, pero pensé que tú no tenías nada que ver con ese departamento.

—Pero sí con los chismes que giran alrededor de ellos, ¿no? —Se burló.

Sam siempre que escuchaba algo acerca de Woods o McShane nos informaba de inmediato. Emily, su novia, era amiga de la prima o hermana de McShane, algo así, y por eso, Brent y yo teníamos las primicias. Aparte hasta donde tenía entendido, las entradas que Sam nos daba para ir a las carreras, ella se las regalaba por alguna razón que desconocía.

—Muy gracioso —solté con sarcasmo —. Vamos, explica.

—Avril McShane me llamó y me dijo que si había posibilidad de contactarse contigo, que estaban interesados en tu trabajo.

—¿Les dijiste que no tengo empleo? —pregunté ofendida.

—Claro que no —dijo a la defensiva —. Supongo que se dieron cuenta de las noticias. —Se encogió de hombros —. Christine, estás por todos los medios, no es como si fuera un secreto.

—No es un secreto que Calvin y yo nos estemos dando un tiempo, pero no es oficial que ya no sea la diseñadora de Luxury —corregí.

—Chris, no te desvíes del tema —dijo ignorando lo que había dicho —. El punto aquí es que tienes una buena oportunidad.

—No me gusta esto. —Negué con la cabeza —. ¿Qué tal que se hayan enterado que estuve hablando con el equipo de Woods? —De repente mi cerebro hizo clic —. ¡Claro! ¿Es que no te das cuenta? Es una de sus estrategias para sabotear el trabajo de Woods. 

—¿De verdad crees que estarían así de desocupados? —preguntó —. Por cierto, ¿Brent y Norah?

—Están en la cafetería —respondí —. Sam, yo no voy a hacer negocios con ellos.

—Pensé que eras más profesional, Christine —dijo en desacuerdo —. Digo, independientemente de los rumores, esta es una oportunidad que siempre has querido tener. Igual no pierdes nada con intentarlo.

—Mira, ¿sabes qué? —hablé con rabia —. Está bien. Hablaré con su equipo.

No podía creer que Sam me llamara poco profesional solo porque no quería involucrarme con ellos. Más que por preferencia hacia Woods, se trataba precisamente de la ética profesional. Si el plagio y los juegos sucios que se rumoreaba por ahí era cierto, definitivamente no trabajaría con ellos, pero Sam si tenía razón en algo; tenía que intentar.

—¿En serio? —Me miró sorprendido —. Eso fue demasiado rápido.

—Si te soy sincera, solo quiero confirmar que los rumores son ciertos.

Él rió. —O quizá, solo quizá tengas curiosidad de conocer a uno de los mejores pilotos de estos tiempos —soltó por lo bajo.

—No seas ridículo —bufé —. Ahora dime, ¿cómo se comunicarán conmigo?

—De hecho, vendrán dentro de dos horas. —Sonrió triunfante.

—Siempre caigo. —Volví a bufar.

—Es una buena oportunidad, Christine.

—Eso no lo sabemos todavía.

***

Apartamento 201 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora