Apartamento 201 ©

Capítulo 1

—Más segura de mi decisión no podré estar, señor Tyler McShane —dije entre dientes.

—Puede que se arrepienta, señorita Christine. —Su mirada me confundía e irritaba porque se creía victorioso e indispensable.

—Arrepentido debería estar usted por haberme contactado. Es más, ni si quiera arrepentimiento —le miré con rabia —, deberían sentir vergüenza usted y su equipo. —Me puse de pie —. Considero que esta conversación ha terminado.

Le abrí la puerta esperando a que saliera. Una vez que lo hizo, me recosté a esta hasta llegar al suelo, mientras veía mi vida volviéndose más miserable.

***

Días antes

—¿A quién le vas hoy? —preguntó en broma.

—¿Por qué si quieras le preguntas, Sam?

—Brent, Sam. —Norah les miró en tono de advertencia.

—Está bien, Norah —dije sonriendo un poco.

Mis amigos y yo decidimos viajar para ver la inauguración del nuevo campeonato de motociclismo que se celebraba cada año, teníamos en común la pasión por ver corredores intentando desafiar la gravedad con una motocicleta. Aunque se suponía que debía ser uno de los mejores días de mi vida porque lo había esperado tanto, no era así... Tenía claro que los buenos momentos a veces están llenos de lluvia tormentosa... Es más, ni siquiera eso, podría decir que ahora mismo estaba en el ojo del huracán.

Mi novio y yo estábamos pasando por una etapa de confusión e irónicamente no solo lo incluía a él, sino también mi trabajo, mi rumbo y hasta mi identidad.

Patética.

—¡Oh, miren! —exclamó Norah sacándome de mis pensamientos —. ¡Está por comenzar!

—Quiero saber cuál será el nuevo uniforme para esta señorita —dijo Sam, mirándome.

Este año en la inauguración iban a anunciar cuál serían los nuevos uniformes de los equipos y el merch para los fans, en especial el de los dos máximos oponentes de los últimos tiempos; Woods y McShane. Últimamente su rivalidad había incrementado ya que al parecer, McShane y su equipo plagiaban los diseños del equipo de Woods, por ende habían decidido dejarlo en el anonimato hasta este momento para mantener la tensión de todos.

—Sé que será diferente. —Afirmó Brent, cruzando los dedos ansioso.

—No creo —contesté —, su creatividad es tan nula como el cerebro de su corredor estrella.

—Vaya, Chris —soltó Sam —. Eso sí que fue duro.

Brent iba a decir algo para refutar, pero en ese momento la pantalla del estadio captó la atención de todos con un comercial de la nueva colección de verano de Luxury con el modelo del momento; Calvin Wayne, mi novio.

—No hace falta que te responda cuando ya te han dado un golpe bajo.

—Puede ser, Brent —dije pensativa.

La tensión se evaporó cuando empezó la inauguración y salió Woods con McShane para mostrar sus uniformes. El público quedó en silencio al ver que estos eran parecidos, solo que un color era más claro que el otro, los números, los patrocinadores y el motor que los respaldaban eran diferentes. Una vez más, los dos rivales parecían casi que del mismo equipo, sin embargo, había cierta inclinación positiva por Woods debido a los rumores o hechos que estaban saliendo a la luz.

—No otra vez —comentó Brent sorprendido.

—Este nuevo campeonato sí que va a estar interesante —habló Sam divertido —. Miren la expresión de McShane.