Lucifer - Mi pequeña Estrella ✔️

26 - La Reina del Drama

Una semana después...

Lucifer regresó a la comisaría después de recoger las peticiones de la detective como si fuera el chico de los recados. Pero como no tenía, como ella decía, al engendro de Satán comiéndole toda la comida en el útero, no podía quejarse.

Llevaba una bolsa de papel marrón de grasientos aros de cebolla fritos y una bolsa de plástico de sirope de chocolate Hershey.

No estaba seguro de cómo esas dos cosas iban de la mano.

"¡Ha llegado tu DoorDash personal!" anunció Lucifer alegremente mientras colocaba los artículos sobre su escritorio.

Chloe sonrió al oler las especias de los aros de cebolla y empezó a hurgar en la bolsa. "Gracias, Lucifer".

Lucifer asintió con la cabeza, se sentó en la silla extra que había al otro lado del escritorio y empezó a jugar una partida de Scrabble sexual con Maze. Justo cuando Lucifer estaba a punto de ganar la partida con Cérvix, oyó el ruido de algo que sacaban de una botella.

Levantó la vista y vio a la Detective exprimiendo sirope de chocolate en un vaso de papel de la sala de descanso y, una vez hecho esto, apartó la botella y cogió un aro de cebolla.

Para horror de Lucifer, sumergió el aro de cebolla en el chocolate y le dio un mordisco mientras reanudaba su trabajo en el ordenador.

"¿Qué demonios acabo de presenciar? preguntó Lucifer con incredulidad.

Ella lo miró ligeramente confundida. "¿Qué?

"¡La forma en que acabas de mancillar el anillo de cebolla!".

Chloe puso los ojos en blanco. "Se llaman antojos de embarazo, Lucifer". Exclamó.

"¡Es asqueroso, así se llama!". corrigió Lucifer. "¿Los huevos te dan náuseas, pero esto te apacigua el apetito?".

Chloe se limitó a resoplar y siguió comiendo sus cebollas "profanadas" mientras su compañero se quedaba boquiabierto.

Cuando Dan pasó junto a su mesa, vio las cebollas y el chocolate. Se rió y los señaló con la cabeza. "¿Otra vez con eso?"

Chloe asintió mientras Lucifer fruncía el ceño. "¿Otra vez? ¿De qué estás hablando?" preguntó el demonio.

"Chloe solía comerlos mucho hacia el final del embarazo de Trixie". Explicó Dan antes de dirigirse a la sala de descanso.

Lucifer frunció el ceño durante un minuto antes de coger un cuaderno y un bolígrafo del escritorio de Chloe y dirigirse a la sala de descanso. Dentro encontró a Daniel preparándose el café en su taza número uno de papá.

Daniel sacó un cartón de leche de almendras de la nevera, pero dudó cuando estaba a punto de verterla en el café. Pareció debatir algo durante un momento, y al final lo devolvió a su sitio sin utilizarlo.

"Ya conoces todos los hábitos de la Detective durante el embarazo, ¿verdad?". preguntó Lucifer.

Dan levantó la vista hacia él, pues acababa de darse cuenta de la presencia del demonio. "Han pasado casi nueve años, y algunas cosas podrían haber cambiado... Pero sí, conozco los hábitos de Chloe, en su mayor parte".

Lucifer asintió, puso la pluma sobre el papel y miró a Daniel con seriedad. "Muy bien, entonces, ¿cuáles son?

Dan parpadeó sorprendido. "¿Qué?

"No quiero que me vuelvan a sorprender con otra vil combinación de alimentos como, por ejemplo, pepinillos y chocolate. Ahora, ¡corta! No tengo todo el día".