Lucifer - Mi pequeña Estrella ✔️

12 - El verdadero, y honesto, diablo.

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Lucifer

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Capítulo 12

Lucifer tocaba en su piano en Lux, rodeado de gente.

Tocó "Your song" de Elton John. Se hizo un silencio silencioso entre los humanos mientras escuchaban la voz literal de un ángel, sin saber que en ese momento estaban presenciando la divinidad. Un pequeño atisbo del Cielo.

"Espero que no te importe, espero...". Justo cuando Lucifer cantaba aquella letra, sintió una repentina sacudida en el fondo de su mente.

Lucifer recibía plegarias con frecuencia (9 de cada 10 veces resultaban ser de adolescentes que pasaban por una fase gótica), y había aprendido a desentenderse de ellas a lo largo de los años. E intentaba hacerlo ahora, pero ésta era diferente. Familiar. Aterrador.

Cuando Lucifer se dio cuenta de quién era la voz que oía, el corazón le dio un vuelco.

"¡Lucifer, ayúdame!"

Suplicó el Detective en su mente. Un sentimiento de miedo, pánico y desesperación que lo consumía todo emanó de la plegaria y llenó a Lucifer. Intentó aferrarse a él en su mente, averiguar qué le ocurría, pero de repente desapareció. Como si el Detective hubiera desaparecido.

Eso no podía ser bueno.

Lucifer no sabía qué estaba pasando, ni por qué el Detective le rezaba, pero estaba seguro de que iba a averiguarlo. Se levantó del piano y sacó el teléfono. La alegre música del club se reanudó y los clientes acabaron por olvidar la voz divina que oían y reanudaron sus actividades anteriores.

Llamó al teléfono de la detective, pero le saltó el buzón de voz. Volvió a llamar, pero obtuvo los mismos resultados. A la tercera llamada empezó a entrar en pánico. Algo iba mal. Algo iba muy, muy mal.

Salió del club y se dirigió a un callejón en busca de silencio, e intentó llamar a otro número.

"Estoy ocupada, Lucifer". dijo Maze irritada cuando descolgó. "Así que, a menos que alguien esté muriendo, algo haya escapado del Infierno o quieras que torture por fin a tu madre, te sugiero...".

"¡Algo le ha ocurrido al Detective!" dijo Lucifer apresuradamente, haciendo callar al demonio.

"... ¿Qué?" Preguntó ella, mucho menos irritable y mucho más preocupada.

Lucifer le explicó lo de la oración y que la Detective no contestaba al teléfono.

"¡Mierda! ¿Podría ser uno de esos capullos del cielo? ¿O ese cura?" teorizó Maze.

"No lo sé. ¿Estás en casa?" preguntó Lucifer.

"Sí, y Chloe obviamente no está aquí". dijo Maze, confirmando sus temores. "¿Qué tal si intentas llamar a Ellen? ¿No puede rastrear el GPS del coche de Chloe?"

"Desde luego que puedo intentarlo". dijo Lucifer.

"Vale, llamaré a Dan para avisarle de que ha pasado algo. Trixie está con él esta noche". dijo Maze justo antes de colgar, sin preocuparse de despedirse.

Lucifer marcó entonces el número de la señorita López.

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"¡Maldito ay!" dijo Maze mientras marcaba el número de Dan.

Eva se sentó junto al demonio en el sofá, mordiéndose el labio inferior con preocupación. Maze tuvo que admitir a regañadientes que Decker tenía razón en todo ese asunto del "flechazo" y, por suerte, el sentimiento era mutuo. Así que, tras traer su última recompensa, el dúo había decidido ir al apartamento a tomar un par de cervezas.