25 - Santo cielo.

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Lucifer

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Capítulo 25

A la mañana siguiente, Chloe se despertó en una cama vacía. Aún se sentía pesada y agotada por la noche anterior, pero tampoco pudo evitar sonreír al recordar las palabras de Lucifer a su hija.

Decidió guardarse para sí el conocimiento de aquella conversación. Había sido concebida sólo entre padre e hija, y no para los oídos de Cloe.

Cloe siguió con su rutina matutina: se duchó, se vistió y, ahora, se puso el collar de balas. Lo llevaba casi todos los días, sobre todo después de notar cómo los ojos de Lucifer se iluminaban un instante cuando la veía con él puesto.

Cloe bajó las escaleras y encontró a Lucifer en los fogones, cocinando, sin camiseta y con el delantal Kiss the cool que llevaba.

Trixie y Maze estaban sentadas en la barra del desayuno y Eve ayudaba pasando a Lucifer los ingredientes o los platos cuando era necesario.

Cloe pudo oler las torrijas antes de verlas. Se acercó a Lucifer sin que se diera cuenta y consiguió sorprenderle dándole un rápido beso en la mejilla.

Lucifer enarcó una ceja y sonrió. "Buenos días, detective".

Chloe le sonrió y les dio los buenos días a todos antes de tomar asiento en la barra del desayuno. "Aquí huele bien". Le hizo un cumplido.

"Claro que huele bien". dijo Lucifer con arrogancia. "Cuando bajé pillé al erizo comiéndose una de esas horribles tartas pop. Ya he visto el efecto que pueden tener sobre alguien y decidí ayudarla a evitar esa tragedia."

Trixie puso los ojos en blanco al más puro estilo Decker. "Viniendo del tipo que bebe todo el tiempo".

"Soy el diablo, es diferente". respondió Lucifer con esnobismo.

El diablo y el niño siguieron discutiendo mientras Chloe se volvía hacia su antigua compañera de piso. "Creía que te habías mudado". se burló Chloe.

"Así fue. Pero olimos la comida y se nos estropeó la tostadora". explicó Maze. "Hablando de eso, deberías comprarte una tostadora nueva. Antes tomé prestada la tuya".

Chloe entrecerró los ojos. ¿Por qué no se sorprendió? La detective decidió no dejar que aquello se le metiera entre ceja y ceja (como solía hacer con Maze) y se volvió hacia el diablillo y el erizo, que seguían discutiendo.

Sinceramente, le resultaba extraño verle actuar de forma tan... normal, después de la noche que habían pasado. Aunque no debería sorprenderte. Por desgracia, Lucifer tenía tres mecanismos para sobrellevar la situación.

1: Beber, drogarse y practicar sexo como si el mundo fuera a acabarse mañana.

2: Enterrar sus sentimientos en lo más profundo y fingir que no pasaba nada.

Y 3: Desaparecer sin dejar rastro, sólo para volver y, de nuevo, fingir que no pasaba nada.

Chloe se ha dado cuenta de que, desde que están juntos, no le ha visto actuar según el número 1. Confiaba en que no se acostara con nadie a sus espaldas. Y no creía que bebiera de forma tan agresiva o se drogara como antes.

El número 2 parecía ser el mecanismo de supervivencia más popular últimamente. Y también era el más fácil de tratar para ella. Siempre que tuviera cuidado y no promulgara el número 3.

"¿Crema batida?" preguntó Lucifer.

"¿Perdona?" preguntó Chloe, saliendo de sus pensamientos.

"¿Quieres nata montada en la tostada?". Volvió a preguntar, y agitó ligeramente la lata que tenía delante. Chloe ni siquiera se había dado cuenta cuando él colocó delante de ella el plato con tres deliciosas tostadas francesas.

Lucifer - Mi pequeña Estrella ✔️Where stories live. Discover now