Lucifer - Mi pequeña Estrella ✔️

1 - ¿Por qué demonios iba a ser algo positivo?

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Lucifer

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Capítulo 1

Chloe estaba sentada en el suelo de su cuarto de baño, sosteniendo en las manos el tan familiar bastoncillo de plástico. Dos pequeñas líneas rosas la miraban fijamente. Casi burlándose de ella. Chloe no podía creer que esto estuviera ocurriendo. ¿Cómo había podido ser tan jodidamente estúpida?

Chloe aún recordaba la noche de hacía unas semanas que la había metido en este lío. Fue después de que al alcaide corrupto, Perry Smith, el hombre responsable del asesinato de su padre, se le permitiera salir libre.

Chloe había ido al ático de Lucifer, justo cuando él estaba a punto de ir a su casa. Les había comprado hamburguesas a los dos, alegando que le debía una cena. Comieron juntos en el ático. Hablaron, rieron, luego ambos empezaron a inclinarse lentamente, los rostros cada vez más cerca.

"Bueno, os he traído hamburguesas y patatas fritas pero se me ha olvidado el ketchup". Comentó Lucifer. "Odio el ketchup". respondió Chloe. Lucifer soltó una ligera risita. "Condimento tonto". Entonces se besaron. Y ese beso acabó llevando a otras cosas.

Chloe se estremeció. Recordando la noche. Pero entonces, unos días después Chloe fue envenenada. Luego, después de que ella consiguiera misteriosamente el antídoto, Lucifer había desaparecido. Y dos semanas después regresó casado con una stripper de Las Vegas. No, perdón, bailarina exótica, como diría Lucifer.

Lo anuló casi inmediatamente, pero Chloe no estaba segura de si eso era algo peor. De cualquier modo, eso prácticamente puso fin a cualquier romance entre los dos. Ambos habían acordado inconscientemente fingir que su noche juntos nunca había ocurrido, y seguir como antes.

Bueno, obviamente eso no iba a ocurrir.

Chloe dio un respingo cuando alguien empezó a aporrear el otro lado de la puerta del baño. "¡Mamá! Tengo que hacer pis!" Llegó la voz de Trixie, llena de urgencia.

"¡Un momento, Mono!" gritó Chloe mientras envolvía la prueba de embarazo en una servilleta y la metía en el bolso. En cuanto abrió la puerta, Trixie la empujó y cerró la puerta.

Chloe se acercó a la encimera de la cocina y dejó caer el bolso sobre ella. Maze, la extraña y a veces aterradora compañera de piso de Chloe y Trixie, estaba sentada en un taburete comiendo unos cereales que olían sospechosamente a vodka.

"¿Estás bien, Decker?" preguntó Maze, observando su piel más pálida de lo normal y sus ojos llorosos.

"¿Eh? Sí, estoy bien". respondió Chloe, obviamente distraída. Maze no pinchó. No le gustaba hablar de sentimientos. Le producía náuseas y ganas de pegar a alguien.

Chloe se sentó en un taburete frente a Maze y se quedó mirando al espacio. Sumida en sus pensamientos. Maze siguió comiendo su saludable desayuno, pero entonces olió algo a la vez extraño y familiar. Dejó de comer y empezó a olfatear, buscando el olor.

Chloe miró extrañada a su compañera de habitación. Maze estaba siendo rara, pero eso no era nada nuevo. Era la misma mujer que le decía a todo el mundo que era un demonio del infierno. "¿Uhh, Maze? ¿Qué estás...?"

La cosa se puso más rara cuando Maze empezó a olisquearla. Maze levantó una ceja llena de cicatrices una vez que hubo encontrado la fuente del olor. Se levantó y se acercó a Chloe e intentó apretar su nariz contra ella, pero Chloe no lo permitió.

"¡Maze! ¿Por qué me hueles?" exigió Chloe indignada. Se había duchado hacía apenas una hora y llevaba ropa limpia. Así que no podía oler mal.

"Hueles a Lucifer". Dijo Maze, sintiéndose ella misma confundida.