38; lover

1.7K 142 14
                                    

De nuevo estamos en Gran Bretaña, pero esta vamos a dónde viven los padres de Lando Norris, mi casi novio.

Decidimos pasar la navidad en mi casa y año nuevo en casa de sus padres. Durante el camino de Londres a los suburbios mi piernas tiemblan y Lando se rie de mi nerviosismo porque muerdo mis uñas.

—A, no es la primera vez que ves a mis padres.

—Pero como tu amiga, ahora vengo como tu casi novia —chille viéndolo, mientras manejaba y doblaba para entrar por fin a la mansión de campo—. Nunca supe si Cisca me quería ver como algo más.

Se rie por lo bajo, antes de apagar el celular y tomar mi mano izquierda y llevarla a sus labios. Mi corazón se tranquiliza al sentir su suave y cálida piel en la mía.

—Mi mamá te adora, mi amor. Anda bájate antes de que te hagas pipi en mi auto —asiento, evadiendo la estupidez de su comentario pero cuando abro la puerta me vuelve a tomar del brazo y esta vez besa mis labios—. También estoy nervioso.

Sonrió sobre sus labios y le doy un último pico para poder salir.

—Hola familia —el grito de Lando hace que los demás nos volteen a ver y se acerquen a nosotros a saludarnos.

Es una familia grande. Las mujeres son hermosas y los varones tienen lo suyo. Parecen tan amables y la calidez me recuerda a mi casa. Siempre quise una familia grande, porque en casa lo somos.

Nunca me había puesto a pensar en tener hijos, pero al ver a una pequeña niña rubia acostada en una carriola rosa mi corazón de oprime.

—Querida Avery, que gusto verte —Cisca es quien se acerca primero para darme un abrazo como saludo y lo acepto—. Me gusta tu vestido, me encanta como se ve el negro en ti.

—Gracias señora Wauman. Usted también se ve preciosa, como siempre.

Flo y Cisca se acercan luego para decirme lo mucho que he cambiado en tres años, porque no las vi mucho antes de irme, no solíamos coincidir. Ellas también se ven cambiadas. Eran unas adolescentes cuando las deje de ver y ahora son todas unas jóvenes preciosas.

Nos ponemos al día en la mesa, mientras cenamos. Oliver se mantiene callado durante un buen rato y aunque no solía hablar mucho con él, esta noche parece más nervioso y tímido de lo normal.

Es un chico que le cuesta mucho agarrar confianza, ya la tuvimos alguna vez... pero me fui. Y todo se perdió.

—Papá, mamá —Oliver por fin se pone de pie y me causa un poco de incertidumbre su rostro totalmente rojo—. Sav y yo queremos decirles algo.

—Nos asustas, Oli —Adam responde, alarmado de ver a su hijo temblando de pies a cabeza—. ¿Qué pasa?

Busco las respuestas en el rostro del chico y me siento totalmente desconcertada cuando Lando empieza a reír a mi lado. Baja la cabeza y puedo sentir que su madre quiere regañarlo.

—Lo siento, lo siento... es sólo que ¿Quieres decirlo o te ayudo? —Lando parece tan confiado cuando pone sus codos sobre la mesa.

—Anda, dilo Oli —su esposa también parece temblar pero se ve un poco mas relajada—. No dejes que Lando arruine tu momento.

—Sí, Lando, cállate —Flo responde, un poco impaciente.

Lando reprime la sonrisa y se deja caer de nuevo al respaldo del asiento. Se siente regañado pero no dice nada más que buscar mi mano por debajo de la mesa y jugar con mis dedos.

—Sav y yo vamos a ser papás de una niña —dice por fin haciendo que esta vez, todos lo miremos asombrados, menos Lando.

Cada uno felicita a los padres por segunda vez y me causa ternura ver a la madre de todos llorar de felicidad.

WHY - Lando NorrisWhere stories live. Discover now