17; All For Us

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Gritar hasta que la vida se me va de las manos porque Charles a ganado el GP Austria es algo que disfruto mucho, mientras agito la bandera de mi país con fuerza y todos de Ferrari se felicitan entre ellos con efusividad que duele un poco por los jaloneos.

Pero yo estoy igual, porque Charles, mi hermano, se lo merece.

Mi euforia es tan grande que no dejo de saltar mientras lo veo sonreír y agitar su puño con felicidad.

—Diablos, Avery ¡No pensé que sucedería! —mi hermano mayor me abraza y me da vueltas—. Mamá estará feliz cuando le llame.

—Todos estamos orgullosos de ti, Hervé —despeino un poco mas sus cabellos—. Vamos, tenemos que ir a las entrevistas post carreras.

Le paso su botella con agua y su gorra para que se la ponga. Detrás de él llevo mi tablet en las manos para terminar de organizar la agenda de la semana pues tenía que asistir a una cena importante del equipo.

Por la noche, cuando todos los pilotos ya se han ido a descansar porque el próximo fin de semana no era de carrera, Charles y yo estamos frente al televisor mirando una película austriaca que no entendemos pero nos entretiene mientras cenamos.

—Pensé que saldríamos a celebrar con el equipo, como la semana pasada con Carlos —murmuro, metiendo una papa cocida a mi boca.

—¿Entonces para ti, no es un gran plan estar con tu hermano favorito? —frunce el ceño mirándome ofendido, haciéndome reír.

—Sí, pero no veo aquí a Arthur —Charlie abre la boca y me empuja levemente.

El quiere decir otra cosa y yo también, pero atiendo mi celular mientras él va a la puerta riéndose porque he quedado tirada sobre la cama por su empujón.

—Hey, Lan ¿Cómo estas? —le hablo con una sonrisa aunque no me ve.

—Bien, preciosa. Espero que tú también —se que tiene una sonrisa en su boca porque es fácil distinguirla en alguien como Lando Norris.

—Así es, Charles y yo vemos una película que no entendemos nadita, ¿Tú que haces?

—Paseando junto a mis hermanas, estamos en Monaco ¿regresas mañana?

—No, probablemente hasta el fin de semana. Charles tiene asuntos pendientes en Maranello con una cena benéfica y eventos de socialité —ruedo los ojos con gracia, mientras me pongo de pie para ir hasta la puerta, pues he escuchado un golpe en la pared.

—Te estaré esperando entonces, quiero darte algo que hice con mis propias manos y estoy tan emocionado de...

Mi celular cae de mi mano cuando veo q Charles y Max forzajean. Mi hermano tiene acorralado al neerlandés con su antebrazo, mostrando el rostro más furioso que jamás había visto en Charlie.

—¡Charles! —pronunció asustada, tratando de empujar su cuerpo pero mi peso no se compara con la fuerza que tiene. Ni siquiera me mira cuando repito de nuevo su nombre—, por favor, suéltalo, ya Max va a irse.

—No me iré hasta hablar contigo, Marie —su rostro burlon me causa enojo y lo mando a callar con la mirada antes de intentar sepáralos.

—Vamos Charles, no vale la pena —imploro, hasta que sus ojos se conectan con los míos y va aflojando su agarre pero utiliza su enojo para empujar mi cuerpo dentro de la habitación y cerrar la puerta de un portazo—, ¿Qué diablos sucede?

—¿Lo besaste?

Mi cuerpo se hiela al instante y empiezo a temblar con fuerza porque sé que decepcionar a Charles y que te perdone es demasiado para todos. No solía enojarse jamás, pero cuando herías su corazón su orgullo no te dejaba entrar en su vida de nuevo.

WHY - Lando NorrisWhere stories live. Discover now