25; Malas decisiones

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Chris me llena de regalos mi habitación en Estados Unidos. Los chicos me felicitan por historias en instagram y Charles me despierta con un desayuno sorpresa.

—Te ves espectacular, preciosa —mi hermano besa mi mejilla, mientras deja una caja en la mesa—. Lo mando Lorenzo.

—Espero sea el nuevo celular que le pedí —entusiasmada tome la caja para darme que efectivamente eso era—. Bueno, toca llenar mi memoria con nuevas fotos.

Durante la mañana paseamos un poco por la ciudad y por la tarde, hay actividad de la formula 1 donde obviamente invitan a Charles y Carlos a la feria del pueblo.

Bueno, mi talento oculto es que se montar a caballo. Creo que en mi otra vida fui vaquera, porque se me da tan bien. Incluso llegué a practicar equitación. Lo deje porque me accidente y quedé traumada. Lorenzo siempre se ríe porque dice que no fue para tanto que me pusieran un yeso en el brazo.

—Nosotros iremos a jugar golf con los chicos, ¿vienes pequeña Leclerc? —Carlos me pregunta, mientras miro a las chicas lazar vacas. Se me hace un poco cruel pero luego los sueltan.

—No, me quedaré un poco más —sonrió a medias. Algunos pilotos se despiden de mi, para ir a las diferentes actividades que hay por hacer.

—Pero que linda vaquerita hay por aquí —Max se acerca a mi y golpea mi hombro con el suyo—. ¿Montaras?

Claro, él lo sabía.

—¿Me veo como una nativa de aquí, verdad? Sólo me hace falta el acento —trato de imitarlo haciéndolo reír—. Ya, no creo. Tiene mucho que no lo hago... desde el año pasado.

—Bueno, lo hagas o no lo hagas, ten. Es un regalo para ti. Para completar el look de vaquera —pone el sombrero en mi cabeza. Es verde, con brillos y una corona—. Lo compre afuera. Feliz cumpleaños, princesa monegasca.

—Ya lárgate a jugar golf con los chicos antes de que se pregunten dónde estás —el asiente, apretando mi hombro para despedirse y corre escaleras abajo del palenque.

¿Parezco una huérfana o por qué los chicos me miran tan raro? Quizá es el pantalón de tiro bajo que acentúa mi culo y piernas, las botas caras que Ferrari nos regalo al equipo promocionando la marca o que parezco tan falsa porque no me veo americana.

el imbecil de mi ex (no contestes):
Un segundo regalo para ti, pequeña Leclerc.

Rio por como lo tengo agregado. Tiene tanto que no me manda mensaje que no recordaba haberlo registrado así. Lo cambio a MadMax.

—¿Señorita Leclerc? —alzo la mirada para ver a un chico que parece amable—. El señor Verstappen le compró una yegua.

—¿Lo compró? —asombrada, me puse de pie hacia dónde el me ayudaba para ir hasta el establo—. Maldita sea Emilian.

—Se llama Hada, es un poco renuente pero es de las nenas mas lindas del lugar. ¿Va a montarla?

Asustada asiento. Claro que quiero hacerlo. Me ayudan a subir y me siento un poco desconfiada. Acarició a la yegua para poder entrar en confianza con ella. Me parece que le he gustado, porque está tranquila y el chico también parece un poco sorprendido por la adorable conexión que hacemos en tan pocos minutos.

Dios, la última vez que monté fue en una de esas noches en las que Max iba a visitarme y nos íbamos a la casa de su amigo de Maranello que tenía una hermosa finca con un montón de caballos. Fue de las pocas veces que llegué a pensar en regresar con él; al final él siempre eligió a Kelly

—Hada, vamos a andar despacio ¿Bien? —le aviso cuando golpeo levemente su pierna.

Se siente tan bien... se siente como si fuera yo libre cuando Hada empieza a ir mas rápido y mis cabellos vuelan por todos lados. Al igual que los de ella.

WHY - Lando NorrisWhere stories live. Discover now