15; Suavemente

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Carlos y yo cantamos al ritmo de una canción de Shakira porque es la que pasan en el lugar en el que estamos celebrando que ha ganado el GP de Gran Bretaña.

Charles nos mira desde abajo de los sillones, riendo con fuerza y cuidando que no nos caigamos porque mis tacones y los jaloneos por la pasión del español por la canción son peligrosos.

—Hace calor, ¿No? —grita Carlos, desabotonándose la camisa y quedando solo con los últimos botones puestos.

Miro a Charles pidiendo si puedo quitarme mi saco quedando solo en el bustier negro pero niega riendo, sabiendo que las cosas podrían salirse de control.

Los medios de comunicación andan más a la expectativa porque Ferrari ganó... y que Max estuvo demasiado cerca de mi durante la celebración en el podio.

Dramas innecesarios que me tenían viviendo bajo restricciones absurdas. Aunque sabiendo la situación de la que no quiero que Charles se entere, me mantengo al margen y alejando a Max lo más lejos de nosotros.

Pero el círculo es pequeño.

—¿Te estás divirtiendo? —Christopher pregunta cuando regresa de la barra con un shot de tequila para mi—, ¿A la cuenta de tres?

Asiento, bebiendo de un solo golpe del licor de agave importado de México, raspando mi garganta por lo que doy un grito de victoria.

—¡Avery, baila conmigo! —Carlos es quien tira de mi, de nuevo al círculo de amigos que aplauden a nosotros quienes hacemos el loco.

Nadie mas quiere bailar como nosotros, incluso yo no estaría de acuerdo si estuviera sobria, pero el alcohol esta influyendo y como acuerdo mutuo Charles nos cuida esta noche.

Arthur, Carlos y yo bajo su mandato.

—Vamos pequeña Leclerc, dalo todo —el grito de Pierre me hace reír y es como si todos fueran espectadores de nuestro ridículo.

Me hace tan feliz sentirme cómoda en un grupo enorme de chicos, porque yo jamás he tenido ganas de confiar en otras personas que no sean de mi familia, menos del género masculino.

Pero los chicos me hacen tanto bien que olvido lo que esta a mi al rededor.

—¿Me acompañas a fumar? —Christopher es quien me aparta un poco del grupo, para hablarme al oído. Asiento porque al final de cuentas se supone que está aquí porque es mi cita.

Miro a Charles por un momento que habla entretenidamente con Carlos y Lewis, quien me alza el pulgar y hace un gesto de que me estará vigilando.

—Muy entretenido todo ¿no? —trato de sacar platica cuando me recuesto en la pared, porque odio los silencios, no los disfruto.

Sólo disfruto los de una persona.

—Sí, supongo que sí. Aunque no puedo decirlo por mi, no los conozco —su desinterés me causa incomodidad y me pongo recta sobre la pared, mirando como enciende el cigarrillo—, ¿Quieres?

—No, no. Charles jamás me permitiría algo así.

—Eres una adulta Avery, ¿Por qué tanto miedo a tus hermanos? —su burla me hace ruborizarme.

—Soy la hermana menor, la única mujer. Seguir reglas de una vida mediática es importante, he vivido bajo reflectores por mi papá y ahora con Charles... —me corta cuando me mira entendiendo, pero siento que lo aburro así que me callo.

—Pruébalo, anda. Tal vez te guste.

—De verdad, no gracias.

—Así no vas a crecer nunca —rueda los ojos con gracia y se posiciona a mi lado. Trato de alejar el humo con mi mano pero él a propósito lo tira directamente a mi cara haciéndome toser—, ¿Te molesta?

WHY - Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora