WHY - Lando Norris

4; goodnight n go

No quiero dejar mi cama, se siente tan bien el calor de la colcha que quiero quedarme aquí para siempre. Pero un cuerpo más grande que el mío me aplasta y me hace destaparme para encontrar a Lando encima mía con una sonrisa de niño travieso.

Sus rulos caen sobre su frente indicando que recién se ha bañado y el olor a perfume de hombre inunda mis fosas nasales.

—Que bueno que te conozco y se que siempre te cuesta levantarte temprano, así que he pedido el vuelo a las dos de la tarde. Tienes cinco horas para arreglar todo —besa mi cien antes de ponerse de pie, pero me pide hacerme aun lado para hacerle espacio en la cama—, estaremos solo tres días en Florida y dos en Nueva York, así que ya se como te pones cuando no llevas suficiente ropa, así que piénsalo bien.

—Pareces mi mamá.

—Bueno, cariño, es que a veces eres demasiado despreocupada hasta que estás en la situación y nos haces correr a todos por tu bienestar —se burla haciendo que yo gruña—, descuida, todos modos yo haría cualquier cosa por verte feliz.

—Lo sé, Landito —susurro volviendo a acomodarme bajo la colcha pero Lando tira de ella y siento de abrupto el frío—, te haz ganado un golpe.

—Métete a bañar, iré con tu madre por desayuno y como se que vas a tardar, traeré el tuyo ¿Sigue encantándote la ensalada española de ese lugar de la cuarenta y tres? —asiento— bien, báñate y no vuelvas a dormirte.

Se pone de pie y camina hacia atrás mirando su reloj.

»Tienes una hora, porque de lo contrario no vas a recibir el otro regalo que tengo para ti.

—¿Otro regalo?

—¿Ves? alguien más puede amarte mucho más que Max Verstappen —cierra la puerta haciendo que yo me quede pensando en ello durante toda mi ducha y la mitad del tiempo en qué acomodo mis cosas.

Lando tenía razón, definitivamente cuando empiezo a pensar sobre la situación me vuelvo exigente y no hay nadie que me detenga para tener la perfección. Creo que es ansiedad.

—¡Ya voy! —grito con desesperación cuando vuelven a tocar el timbre pero llevo conmigo un montón de ropa que suelto en mis pies cuando veo a Max totalmente desastroso del otro lado de la puerta.

Quiero cerrar pero la propia ropa me detiene y es Max quien aprovecha entrando al lugar. Quiero huir de sus manos cuando me agarra de las muñecas.

Max nunca fue agresivo conmigo, pero ahora parece como si la vida se le estuviera escapando de las manos y quiere agarrarse a mi con fuerza, pero haciéndome sufrir.

—Estas con él ¿verdad? —gruñe cerca de mi rostro haciendo que cierre los ojos pues siento el olor a alcohol en su aliento y me asqueo—, te lo dije, ¡Avery te lo dije! ¡Esta enamorado de ti desde que eres mía!

Me suelta por fin y empieza a caminar frente de mi balbuceando un montón de cosas pero yo solo puedo mantenerme quieta en mi lugar porque temo que si me muevo vaya a hacerme daño. Me aferro a la pared como si pudiera salvarme pero es inútil porque vuelve a tomarme de los brazos.

—Mi amor, perdóname por todo lo que te hice, de verdad que ha pasado tanto tiempo y sigo completamente enamorado de ti ¡Maldita sea, Avery! Pensé que te había superado, pero veo que no es así —se tira al piso y empieza a llorar, me recuerda la noche en que descubrí todo porque está aferrado a mis piernas y yo por un momento pienso que habla con la verdad—, te amo Avery Leclerc, cada maldita parte de mi cuerpo funciona por ti.

—Max... —murmuro—, debes de levantarte. Se que Charles te tolera porque han sido amigos desde niños por las carreras pero si te ve aquí, no va a perdonarte.

—Me importa una mierda tu hermano —desahuciado me mira desde abajo y siento tanta lastima—. Solo di que sigues siendo mía.

—Max, basta. Tienes que irte, mi madre llegara en algún momento. No quiero que todo lo que he construido a mi ruptura contigo se vea debilitada porque estes aquí, así que vete.

—Dame una maldita oportunidad, solo una.

—Tu solo estas borracho ¡Ya ponte de pie! —lo ayude a ponerse de pie a como pude pues su cuerpo era mucho mas grande que el mio—, escucha, estoy tratando de avanzar como tú lo hiciste, así que déjame en paz.

—Es que yo no avance, solo me estanque pensando en nadar en el mismo lugar me haría superarte —esta vez, su voz es suave y me siento débil cuando acaricia mi mandíbula con su dedos haciendo que me retuerza bajo su tacto— se que me amas, se que Lando jamás haría sentirte lo que yo te hice sentir.

Fue en ese momento que la imagen de Lando de esta mañana, riendo y acariciandome aparecieron en mi mente.

—Exactamente, Lando jamás me haría daño —empuje su cuerpo y ante la fuerza golpeo su espalda con la pared del pasillo—, vete antes de que llame a seguridad.

—Mi amor...

—Hablamos luego Max, pero por favor vete ahora porque sino mi madre va a odiarte más de lo que te odia —tomo su hombro y a como puedo lo saco de la casa.

Lo veo irse con el chofer y me parece bien porque al volante se que me preocuparía muchísimo.

Trato de arreglar todo para que no se den cuenta que Max estuvo aquí y recompongo mi ropa que se arrugo por su agarre fuerte. Quiero llorar porque me ha dejado con un montón de emociones dentro de mi que hasta considero no ir de viaje.

Pero cuando Lando llega y me hace reír, una parte de mi se siente tan egoísta de querer aferrarse a una idea incompleta de amor.

¿Le gusto a Lando Norris o no?

goodnight n go - Ariana Grande