Abandonaron toda preocupación y problemas en tierra; ahora surcan el hermoso cielo azul donde las aves vuelan en libertad y no hay nube que arruine su perfecto clima soleado.
Partieron vuelo a Fontaine, la nación de la justicia y nación donde la hermana gemela del rubio yace temporalmente debido a su gira mundial.
Aether piensa mantener contacto con sus amigos de Liyue pero aún así, no piensa desatar palabra de su paradero. Quiere que Fontaine sea un lugar seguro, un lugar donde su pareja pueda sentir como un hogar donde no tenga que vivir escondido como si fuera un prófugo de la ley a donde sea que vaya.
A Xiao esto le sienta extraño.
Es extraño para él el volar en esos aviones que los humanos usan como medio de transporte, cuando antes solo necesitaba de sus alas para transportarse mucho más rápido de un lado a otro, sin necesitar prescindir de los papeleos para conseguir un pasaporte, que no hacen más que marearlo.
Mira por la ventana las nubes a la distancia y la imagen del viento golpeando sus pómulos, agitando salvajemente su cabello se le viene a la mente. Se siente nostálgico, todavía no puede creer que jamás volverá a sentir aquella sensación.
Aether que está a su lado, lo observa, y solo con ver su cara sabe lo que está pensando.
Lleva su mano a la del híbrido, llamando al fin su atención.
—Xiao, ¿Qué tienes?
Xiao lo mira y aprieta suavemente sus labios. Baja su mirada a la mano del rubio dejando caricias en su dorso.
—Estaba pensando.
Aether lo mira en silencio dejando que continúe.
—Extraño la sensación del viento golpeando mi cara —vuelve su vista hacia fuera de la ventana, donde ahora a lo lejos se sumaban el aleteo de unos pájaros.
Aether no dice nada. Lo mira con la tristeza sentada en su cara y siente que debe hacer algo para ayudarlo, pero no hay nada a su disposición para hacerlo.
Xiao vuelve a mirarlo al ser consciente de su silencio lamentoso.
—Pero no te preocupes —él le devuelve el gesto con la mano, tomando con firmeza la contraria—. No necesito de mis alas cuando te tengo a ti —alzó su mano libre a la mejilla carmín del menor.
Un golpeteo sonoro retumbó en el pecho del rubio.
Aether esbozó una pequeña sonrisa y no dijo nada, no necesitaba hablar, solo se acercó y rodeó su brazo, con sus manos entrelazadas y con su cabeza descansando en el hombro del azabache. Ambos se sentían en paz.
Ahora podían vivir sin preocupaciones, siendo libres en un país donde nadie sabe de su historial ni de la existencia de las aves Garudas.
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¡Holaaa! ¿Qué tal les pareció la historia?
¿Qué tal la redacción?
¿Y la trama?
¿Qué le cambiarían?
¿Qué final les hubiesen puesto ustedes?
¿Lo recomendarían?
Quiero saberlo todo, así tal vez en un futuro pueda hacer más fics que se adapten a la preferencia de mis lectores.
Pudo haber quedado mejor pero aún así me siento conforme con el resultado. Escribir este libro fue un desafío, puesto que me esforcé mucho para dar una buena redacción, ser lo mas detallado posible en cada aspecto para que sea de lo más claro para ustedes. Y aunque no quedó como me hubiese gustado, aún así estoy feliz por el resultado y terminar al fin este fic.
Me gustaría que puedan recomendarlo a otros fanáticos, así sentiré más motivación al momento de crear nuevas obras —se vienen cositas—.
¡Estén atentos! En cualquier momento sacaré otros fics de este hermosísimo ship.
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