#028

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—¿Estarás bien sin mí?

—Ya te dije que sí, no tienes que preocuparte —vuelve a responder por enésima vez. Aether suspira.

Ya era tiempo de regresar al trabajo y le preocupaba tener que dejarlo solo.

—Perdón si insisto tanto, es que no quiero dejarte solo.

—Voy a estar bien —corrió su flequillo cayendo por su frente para verlo mejor, apreciando su angelical rostro por última vez.

Aether sonríe.

—Está bien, trataré de no preocuparme —Xiao se le acerca.

—Ve con cuidado —toma sus manos entre las suyas y une sus labios en un beso suave.

Aether no duda en corresponder soltando sus manos para llevarlas detrás de su cuello,  besándolo con detenimiento, como si quisiera grabar en su memoria cada sensación y sabor de los impropios para recordarlo con vividez cada que quiera sentirlo cerca.

—Ya tengo que irme —murmuró en sus labios y rompió el contacto.

Los dos se alejaron y se miraron por última vez, ya extrañándose a pesar de todavía estar viéndose.

Aether lleva su mano al pestillo de la puerta y sale de ahí antes de tener oportunidad de arrepentirse.

No le gusta dejarlo solo, especialmente con ese grupo de Nagas deambulando por ahí. Quien sabe qué cosas horribles podrían hacerle a Xiao ahora que está indefenso sin sus alas.

Pero tampoco podía descuidar su trabajo, estaba casi seguro de que tendría problemas por tomarse "vacaciones" a mitad del año.

Tan pronto como llegó, sintió el peso de algunas miradas sobre sus hombros, mirándolo con desdén y murmurando entre ellos; murmuros que no alcanzaba a escuchar pero sabía que estaban ahí.

Un escalofrío recorrió por su espalda dorsal y un mal presentimiento lo hizo sentirse abrumado.

Él llegó a su laboratorio y fue donde siempre, al lado de la chica peliceleste y dedicada como siempre, a su trabajo.

Sus amigos lo vieron y lo recibieron con una sonrisa.

—¡Aether! —saluda Bennett con una amplia sonrisa, abriendo sus brazos para recibirlo con uno grande.

Aether sonríe y aleja a Bennett para girar a su grupo de amigos.

—¿Qué pasa? —pregunta con desconcierto al ver las caras serias de algunos de ellos.

—¿Le decimos? —duda Sacarosa en un nivel bajo de voz, no lo suficiente como para dejar al rubio fuera de la conversación.

—¿Decirme qué?

—Mientras no estabas, se esparcieron rumores de ti entre la gente de la organización —explica Eula.

Aether ensancha los ojos y no dice nada, el terror se sienta en su cara.

—Son solo tonterías inciertas —Bennett se recargó en su hombro y lo miró, confiado de sus palabras—. Todos dicen que tú tuviste algo que ver con la desaparición del Garuda, pero es obvio que no harías algo así, ¿Cierto? —preguntó, teniendo la certeza de que su amigo de varios años de amistad no cometería tal atrocidad.

El rostro de Aether palideció. Se quedó sin habla y por un momento el aire dejó de correrle.

Los demás se dieron cuenta de su cara y comenzaron a cuestionarse varias cosas.

—¿Cierto? —volvió a repetir Bennett, más altivo, borrando su sonrisa al caer en cuenta del silencio sepulcral que se formó gracias a Aether.

Aether enmudeció totalmente.

𝙴𝚇𝙿𝙴𝚁𝙸𝙼𝙴𝙽𝚃𝙾 #𝟺𝟶𝟶𝟷 || 𝒳𝒾𝒶𝑜𝒜𝑒𝓉𝒽𝑒𝓇Where stories live. Discover now