#009

116 15 0
                                    

—¿En qué estás pensando? —alzó la mirada al rostro del rubio sobre su pecho mientras sus manos lo rodeaban de la cintura fusionados en un cálido abrazo.

Los dos estaban en su cama, acostados y en silencio mientras se daban una que otra caricia.

Sus palabras sacan al rubio de su trance.

—Estaba pensando en un chico que trabajará aquí la semana entrante —parece bastante distraído con eso pero aún así no deja de acariciar el cabello azabache que caía por su frente con sus dedos.

—¿Y eso te preocupa?

—No mucho —bajó su vista para encontrarse con el ámbar de sus ojos—. Me preguntaba qué tipo de persona será. Espero que no me dé problemas —exhaló.

—¿Por qué tendría que darte problemas?

—Estará a mi cargo hasta que aprenda lo básico en este lugar.

Xiao vuelve a reposar su cabeza en el pecho del rubio, escuchando con atención sus latidos acelerados y sintiendo la paz en su ambiente por estar en sus brazos.

—Solo espero que ese tipo no consuma todo tu tiempo, yo también quiero algo de ese tiempo tuyo —Aether se sonrojó y soltó una pequeña risita.

—Tonto —lo mira—, claro que no, siempre tendré tiempo para ti.

Xiao sube nuevamente a mirarlo y siente la cercanía que va armando el rubio para besarlo; accede gustoso.

¿En qué momento pasó? No pasó tanto desde que Xiao confesó sus sentimientos que ya están de cariñositos sin ningún tipo de vergüenza, abrazados y besándose sin pena en la claridad del cuarto del híbrido.

Lo único que no cambió fue el pañuelo del menor enganchado en la lente de la cámara de seguridad. Sabe perfectamente que sus amigos lo estarían viendo de no ser por eso, y después no quiere tener que soportar las bromas sobre él y su ahora, pareja.

El beso se prolongó y el híbrido pareció tomar más confianza. Se acercó más terminando encima del pequeño cuerpo del rubio que no puso resistencia y sintió un temblor en su cuerpo cuando sintió la escurridiza lengua del azabache metiéndose y explorando a detalle su cavidad bucal, relamiendo sus labios mientras atrapaba suavemente su labio inferior entre sus dientes; este último acto hizo al rubio soltar una ligera carcajada.

Aether también quería jugar. Rodeó al híbrido con sus brazos desde el cuello y lo atrajo más a él, correspondiendo sus juegos bucales y enredando su lengua con la propia. De su cabello, bajó su mano hasta el plumaje suave de sus alas, queriendo sentir el tacto sedoso y agradable de sus plumas.

Xiao sintió el revoloteo en sus plumas y soltó un quejido. Se separó de sus labios y lo miró con el ceño fruncido.

—No las toques —el rubio se desconcentró por el cambio drástico en su actitud.

—Lo siento, no pude evitarlo —apenado, bajó la mirada. No era consciente de lo riguroso que solía ser su pareja con quienes tocaban sus alas sin su permiso—. Es que son muy suaves —murmuró sonrojado.

Xiao lo miró. Esa expresión apenada, con tristeza en ella, creyendo que había hecho algo mal y pensando que no le había gustado, removió algo dentro de Xiao que no comprendía qué era.

—Está bien —se quedó atontado mirándolo.

—Perdón si te molestó, no sabía que- —el híbrido le cerró la boca con un beso.

—Está bien —volvió a repetir en un tono más suave. Las mejillas del rubio se entintaron y Xiao aprovechó para besarlo de nuevo; Aether correspondió gustoso pasando sus brazos por detrás de su nuca.

𝙴𝚇𝙿𝙴𝚁𝙸𝙼𝙴𝙽𝚃𝙾 #𝟺𝟶𝟶𝟷 || 𝒳𝒾𝒶𝑜𝒜𝑒𝓉𝒽𝑒𝓇Where stories live. Discover now