Prólogo

35 2 0
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

ADVERTENCIA

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


ADVERTENCIA.
La lectura de esta pieza está orientada hacia una audiencia adulta, dada la complejidad temática que aborda, sugiriendo su disfrute a lectores a partir de los 21 años en adelante.

Me encuentro ligeramente girada para poder tener una mejor visión de la situación que se desarrolla frente a mí. Max sostiene un arma en su mano izquierda, mientras con la derecha me sujeta firmemente por el brazo.

—¿Qué estás haciendo aquí?—Tartamudeo con la voz temblorosa.

—Si te mueves, disparo.—Amenaza.
Apunta hacia Madeline, quien se encuentra atónita frente a la escena.

En ese instante, me doy cuenta de que Max no ha perdido de vista su objetivo, y la sensación de nerviosismo se apodera de mí. Mis pensamientos se agolpan en mi mente mientras intento mantener la calma.

—¿Qué pretendes lograr aquí?—Repito.
Tratando de entender la situación.

—Vengo por ti.—Responde Max con un tono desquiciado y peligroso.—¿No lo entiendes?

Mi corazón late desbocado por la ansiedad y el miedo que me embargan. Max me sujeta bruscamente del cuello, y en ese instante diviso a Travis acercándose con Trevor a su lado, mi pequeño e inofensivo bebé.

Mis manos tiemblan, mientras tía Madeline permanece en shock ante lo que presencia. Travis, al ver a Max, parpadea un par de veces, sorprendido por la situación.

—¿Estás hablando en serio, Max? —Cuestiona Travis acercándose lentamente.
Y mi preocupación es mi pequeño.
No, no con Trevor presente no.

—Si te acercas más, dispararé.—Balbucea Max visiblemente afectado por el alcohol.

—¿No deseas ver más a Morgan?—Reprocha Travis.
Alza una ceja incrédulo.

¿Por qué tiene que desafiarlo de esa manera? ¿Acaso no ve que Max está pasando por un momento de desequilibrio mental?

—¡Ya está conmigo!—Responde con ironía.
Trata de calmar la situación.

—No compliques las cosas.—Le advierto a Max en un susurro apenas audible.

—¡Me voy contigo!—Exclama Max elevando la voz.
Siento que alguien me empuja suavemente. Es uno de los hombres que acompañan a Travis.

—Deja el arma.—Le ordena el hombre.
Corro hacia los brazos de Tía Medeline en busca de protección, mientras Max deja caer el arma al suelo.

—¿Dónde está Morgan?—Inquire Travis acercándose a Max con determinación.
Travis me entrega a Trevor y se aproxima a Max con cautela.

—¡No te lo diré!—Grita desafiante.
En ese momento, mamá aparece de la nada, desconcertada por la escena que se desarrolla frente a ella.

—¿Qué está sucediendo aquí?—Pregunta mamá.

—Disculpen, señora Medeline, Ava.—Murmura Travis. En un intento por calmar la tensión.—Jayden, ve a casa.—Me pide.

—Acompáñame.—Me dice mamá ofreciéndome su apoyo.

Tía Medeline regresa a la fiesta, mientras mamá y yo nos dirigimos hacia el estacionamiento. Subimos en el auto, y en tanto conduzco de regreso a casa, entrego a Trevor a los cuidados de mamá.

No dejo de pensar en lo desquiciado que ha estado Max, comparto empatía por Aria quien en estos momentos se encuentra preocupada por su hija. Ese hombre antes de ir a la fiesta ha ido por Morgan, espero que la encuentren lo más pronto posible, porque no creo que su propio padre le haga daño.

Luego de unas cuantas horas que parecían ser eternas, me encuentro en mi habitación percatándome en cada momento de mi pequeño.

No dejo de pensar en Morgan.

¿Qué habrá sucedido?

No puedo contactar a Travis, dado que su teléfono se encuentra aquí. Un fuerte dolor de cabeza comienza a martillear en mi sien.

Decido levantarme de la cama y dirigirme a la cocina en busca de algún analgésico. Hadley está ordenando algunos gabinetes, de pronto escucho la puerta principal cerrarse. Salgo de la cocina y veo a Travis entrando, despojándose de la corbata.

—¿Qué ha pasado?—Le pregunto preocupada por saber la verdad.

—Morgan está bien, está con Darline... Aria está en el hospital.—Responde Travis, con una expresión grave.—Max le disparó, pero ya está fuera de peligro.

Es impactante asimilar que Max haya llegado a dispararle a la madre de su hija.

—Oh, Dios mío.—Contestó conmocionada por la noticia.
Travis me abraza con fuerza, reconfortándome en medio de la angustia y la incertidumbre.

Me Verás De Nuevo © Where stories live. Discover now