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La pasé bien con Travis, disfruté mucho ver los peces, el mar realmente es hermoso. Al principio cuando nos estábamos colocando los trajes especiales para el buceo tenía un poco de miedo pero al ver que era distinto a cómo creí imaginármelo lo empecé a disfrutar.
Hemos llegado a un restaurante para comer, ya que nos tomó la noche conversando en la playa sobre cómo la había pasado, sobre el viaje que mañana haremos en Suiza y verdaderamente me siento en un cuento de hadas, Travis es demasiado atento y amable.
Una mujer se nos acerca.
—Buenas noches, un gusto tenerlo por aquí señor Gunnarghersi... síganme.—Dice la mujer caminando hacia una mesa. El restaurante es familiar, es hermoso y con pocas personas.
Le seguimos y puedo ver a Reed con una mujer que no es Almarely. Reed con otra mujer no me sorprende, pobre de Almarely, y pensar que los últimos días había estado buscándome para regresar. ¿Como puede seguir ilusionando a las mujeres? Almarely es una buena chica, enamorada de Reed, espero que algún día Reed cambie.
Tomamos asiento, y la chica se retira.
Mi teléfono vibra y logro ver un mensaje de un número desconocido.
¿Qué tal si comemos juntos y así le presentas a mi amiga a tu "novio"?
Desconocido
Esta bien Reed.
—¿Estás bien?—Me pregunta. Me doy cuenta de que tengo una expresión de desagrado. Tomo la mandíbula de Travis y le beso. Vaya, se siente tan bien sus labios.
Me responde el beso y su lengua indaga mi cavidad bucal.
—E-eh, Travis...—Digo entre sus labios hasta detenerme y separarme.—Estoy bien.—Le contesto amable.
—Bien.—Me dedica una sonrisa amplia. La mujer vuelve para entregarnos amablemente el menú y poder hacer el pedido.
—¿Ordenarán?—Pregunta con una enorme sonrisa tomando su lapicero y su nota para escribir. Travis observa el menú y también lo hago rápidamente. No sé qué comer, que elegir.
—¿Deseas?—Me cuestiona Travis observando su menú. Admiro sus manos grandes con un buen pedicure.
—Lo mismo que tú.—Le dedico una sonrisa. El asiente entregándole el menú a la mujer.
—Por nada.—Dice para luego retirarse y dejarnos a solos. Esto se siente intimidante, no puedo verle bien el rostro a Travis ya que le he besado literalmente desprevenido. Hasta que finalmente le observó y sus ojos estan brillantes, no deja de mirarme. Yo no podría hacer lo mismo, me sonrojo.
