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Una vez que terminé la llamada con mamá, Travis me habló de Berna y Suiza completo hasta quedarme dormida en sus hombros, había sido un día muy largo, ni siquiera descansamos.
Temprano traté de no tener ese afecto hacia el, compartimos hasta el medio día y simplemente me preparé para irme a tomar el té con tía Madeline, la señora Darline y Abigail. Travis no permitió dirigirme sola hacia el lugar así que decidió dejarme allí y él continuar porque también iba a reunirse con un viejo amigo.
Me encuentro tomando un pequeño sorbo de mi té y conversando con Abigail distanciadas de la señora Darline, Madeline y sus amigas. Me está hablando de su ex novio, el cual duraron mucho tiempo de novios, al principio era color de rosa luego se convirtió en un infierno. Ella lo demandó y le colocaron una orden de protección que puede protegerla de él contra el maltrato, amenaza, acecho u acoso físico o sexual. Mientras me comenta puedo ver cómo contiene sus lágrimas, ya que podrían verle.
Es entendible su enfado, ira, degradación, miedo, bloqueo o confusión y realmente no sé qué decirle al respecto. Ella debe dejar ir ese pasado oscuro y volver a empezar de nuevo, se que es difícil pero no imposible. Debe utilizar afirmaciones esperanzadoras, ser amable con ella misma y darse ánimo. Concentrarse en lo positivo, aunque sea difícil, puede hacerle. Perdonarse a si misma, todos cometemos errores, concentrarse en lo positivo. Pensar en las partes de su vida que están bien y considerar lo que ha aprendido.
—Estoy en terapia, me siento mejor.—Menciona finalmente.
—Es lo mejor, sanarás muy pronto.—Tomo sus manos. Mi teléfono suena, es un mensaje y lo tomo para ver quien es.
¿Querrás acompañarme esta noche al bar después de cenar?
Travis.
Claro que quiero.
—Ya vuelvo, iré al baño.—Dice Abigail levantándose y dejándome sola en la mesa.
Pues si, ¿Consumirás alcohol?
Jayden.
Enseguida lo lee y contesta.
Ciertamente soy expeditivo, antialcohol, antitabaco y antidrogas Jayden. Iré por ti a las seis y media.
Travis.
No soy anti, pero tampoco suelo hacer esas cosas excepto a veces que tomo un poco de alcohol. No le contesto y sigo aprovechando el momento en conversar.
Después de tomarnos el té, nos dirigimos hacia la casa de tía Madeline, la cual también es preciosa por dentro y por fuera. Al llegar nos encontramos con su esposo Elias, es alto, bastante apuesto y con un parecido a Abigail, es amable y cariñoso con tía Madeline, nos presentó y luego se retiró puesto que salía de urgencias.
