Capítulo 15: Males nocturnos.

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[Tienda de conveniencia "24 horas", 2:37 a.m.]

"Serían 10.99, señor"

La cinccino atendía al muy desgastado zorro, quien tenía la mirada perdida en el pan que había colocado en el mostrador. Pasan unos segundos, y la señorita levanta la vista de su roteléfono para percatarse de la extraña manera en la que observaba el pan.

"*Le chasquea en la cara* Señor! Holaaaaa? Son 10.99"

Zoroark vuelve en sí, y enfoca su mirada por completo a la señorita; Esas pequeñas pupilas celeste parecían penetrar el alma de la ahora incómoda cinccino. El silencio prevaleció por unos segundos, hasta que...

Zor: ...no tengo dinero.

"Ah no? Pues adivina, no me pagan 20 Pokedolares la hora para lidiar con vagabundos como tú. Lárgate y busca algún basurero en el que buscar... b...b..."

Antes de terminar su humillación, la cinccino nota que el Pokemon que tenía en frente era el mismo que en el cartel que habían dejado en la entrada de la tienda esa misma mañana; Los oficiales que lo habían colocado le habían explicado lo peligroso que era el individuo.

"B... b... b... b..."

Zoroark se percata de la situación, y su frio mirar se transforma en una sonrisa de deleite. La cinccino estaba congelada del miedo mientras Zoroark pasaba sus garras suavemente por su cuello.

Zor: ...tienes un cuello bastante blando~

La pobre empleada suelta el teléfono en el mostrador, así empezando a temblar en respuesta al comentario tan sugestivo.

Zor: He visto cuellos de todo tipo. Siendo honesto, éste ha de ser el más frágil que he llegado a mis manos.

"P-p-pensandolo mejor, puede quedarse con el pan... es... *Traga saliva* es todo suyo."

Zor: Oh?~ A qué se debe el cambio tan repentino? Hace un segundo detestaaaabas~ lidiar con vagabundos como yo... porque eso soy, no es así?

"Yo... yo..."

Bzzzt! El roteléfono de la cinccino vibra y se enciende, mostrando así la foto que traía como fondo de pantalla; Zoroark inclina su mirada hacia el aparato, y regresa la mirada hacia su presa.

Zor: ...oye, linda foto. Los conoces?

Para éste punto decir que el Pokemon estaba aterrado quedaba corto. No podía dejar de temblar, temiendo por su vida.

Zor: Tu silencio me dice que sí. De qué hablamos? Conocidos... compañeros... amigos... o quizás... familiares? Se ven muy felices... me pregunto qué tanto cambiaría eso si encuentran tu cuerpo sin vida cuando vengan a visitarte...

La pobre criatura empieza a sollozar, lágrimas bajando de sus mejillas.

Zor: Oh no no no no, no llores!... te diré qué. Cuando te mate, iré por ellos también... no me crees? Yo jamás de los jamases olvido un rostro... es más, les diré que tú les mandas un saludo desde el más allá~ no te gustaría eso?

Los sollozos continúan, pero para éste punto la pobre cinccino había cerrado los ojos, aceptando su destino.

Zor: El mundo siempre ha sido un lugar despiadado, hecho solo para que los que estén igual de despiadados prevalezcan... entre tú y yo, no me gusta completamente lo que hago, pero bah, solo estoy divagando.

El silencio prevalece en el lugar durante unos segundos, hasta que la cinccino escucha el sonido de la bolsa de pan siendo movida, y seguidamente el tintineo de la campana, indicando que su agresor se había marchado. Quitándose las manos de los ojos, la aterrorizada jovencita mira a su alrededor y... no está. Se apiadó de ella? Se aburrió y decidió buscar otra víctima? O será que...

🏙Aura Electrizante: Parte 2🏙Where stories live. Discover now