Takemichi no tenía suerte en el amor, a pesar de su corta edad él podía decir que ni siquiera era popular, y al ver a varios compañeros con pareja comportarse tan melosamente él quiso también sentirse amado.
Ante este enorme deseo y anhelo el cual...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Baji se levantó temprano como era ya habitual desde hace poco, con la única razón de poder toparse con su dulce ángel, de solo pensar en él lo hacía sentir en las nubes, su madre que ya lo conocía por las historias que le contaba, lo alentaba a conquistarlo y que le contará todo ya que le emocionaba que su hijo por fin fuera más responsable de ir a clases a tiempo gracias a su estado actual de enamorado, también del joven tan dulce por el cual había caído rendido a sus pies.
Su celular sonó una sola vez con el tono de notificación de la Tokyo manji, pero no se preocupó por ello, esta más ocupado en peinarse, porque hasta para eso había empezado a hacer pero volvió a sonar por lo que fue hacia donde estaba asentado, luego llegó una lluvia de mensajes antes de que siquiera pudiera ver el primer mensaje, sonando tantas veces que era molesto, esperaba que fuera algo importante para que estén saturando su teléfono desde temprano, se dejó que quejar después que se detuvieron las notificaciones por lo que sentó en el comedor a esperar el desayuno que su madre se había levantando temprano para hacer solo por él, pasando los mensajes se da cuenta cual es el detonante, casi deja caer su celular, era solo una foto, eso había sido la manzana de la discordia, porque se podía ver en la foto a Angry y Takemichi siendo muy cariñosos, abrazados y sonriendo, Dios sus celos lo están matando. Gruño dejando el celular y comiendo como loco de la ira.
La señora Baji miro a su hijo que estaba alterado, inclinando la cabeza confundida, «¿Y a este que mosca le pico?»
— ¡Termine! —, el grito repentino le sorprendió, ella asintió mientras veía ir y venir un torbellino de la cocina a al comedor y del comedor a su cuarto, levantó el plato limpio extrañada por el comportamiento de su hijo, más anormal que el estándar para después llegar con ella y darle un beso en la mejilla, — Te veo luego ma, ya me voy —, y así como llegó se fue.
En camino a la escuela veía una y otra vez la foto, y también leyendo los mensajes de amenazas por parte de Mikey, — Maldición, ¿también Angry? —, se revolvió el cabello frustrado por más competencia. Suspiro frustrado, le gustaría presumirles que el ya lo beso, pero quería mantener ese recuerdo únicamente para sí, aquella noche tan mágica.
Mientras tanto, cierto rubio pataleaba en su cama con un rubio con tatuaje ayudándolo a vestir, — ¡Kenchin!, me están robando el marido —, Mikey se quejaba y lloraba a su amigo quien estaba masaje ando su sien. Draken chisto, no porque estuviera celoso, — El día que te vistas solo será cuando realmente tengas chance de casarte —. Solo provocando un puchero por no tener el apoyo de kenchin en un asunto tan importante.
— Bastardos gemelos, ¿también se unirán a esta pelea? —, apretó su celular con cuidado de no romperlo, lo que menos quería era ser regañado por Yuzuha. Mitsuya tenia los ojos abiertos, — Vaya, no creía que Souya sería tan atrevido, pero bien dicen que los tímidos… —, miro por su hombro a Hakkai chistar y arrojar su teléfono al sofá enojado igual que un niño, no importa cuanto crezca seguía siendo igual que cuando lo conoció, — Si quieres nosotros podemos compartirlo —, sonrió de lado a su vice capitán apoyando su mentón en su mano solo esperando la reacción del otro.
