Takemichi no tenía suerte en el amor, a pesar de su corta edad él podía decir que ni siquiera era popular, y al ver a varios compañeros con pareja comportarse tan melosamente él quiso también sentirse amado.
Ante este enorme deseo y anhelo el cual...
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Draken no quería que esto pasará, precisamente porque conocía a Mikey, por lo que en un principio había hablado con él para hacerlo cambiar de opinión, mucho antes que esta ridícula reunión empezara, ya que gracias a lo sucedido con Takemichi, había provocado que el enano tuviera mas razones para ahora sí ser el guardaespaldas que lo mantendría a “salvo”, con la adición que de seguro no se despegaría de Takemichi para nada, un premio para el pero un castigo para el rubio mal teñido. Se golpeo la cara molesto, espera que el ojiazul pudiera soportar a Mikey y no terminará matándolo.
Takemichi con solo una mirada comprendió lo que quería decirle y asintió, el siempre era una persona que se adaptaba rápido a las circunstancias, o mejor dicho, desde que conoció a Mikey se ha ido acostumbrado a muchas cosas, más que este prácticamente se le pegara como garrapata se acostumbro a su presencia mimada, por lo que no le generaba ningún problema, además que Mikey podía ser bastante agradable cuando lo conoces mejor.
Draken, no podía estar más agradecido del alma buena y bondadosa de Takemichi. Pero eso no significaba que dejaría a Mikey salirse con la suya, — Por última vez, no es necesario que también duermas en la casa de Takemichi —, poniendo los ojos en blanco trato en vano razonar con su líder, que solo se negó rotundamente mientras hacía pucheros.
— No, es algo que debo hacer, quien sabe lo que le pasaría si me alejo de Takemitchy, además no le importará que me quede en su casa, ¿verdad? —, alzó la cabeza para mirar los bellos ojos azules con una expresión de niño bueno.
— Por supuesto que no, siempre eres bienvenido Mikey —, él sonrió restando importación a la posible violación de su privacidad que sufriría con Mikey en su casa.
Mikey arrugó la cara, — Quiero que me llames Manjiro, ya que somos más que amigos, Takemitchy —, apretó más el abrazo acostando su cabeza en el pecho ajeno tan cálido.
Parpadeo una vez, un leve sonrojo tiñeron sus mejillas, «¿Esta tratando de decir que quiere ser mas que amigos?», se movió nervioso, — Oh, ¿en serio?, bien Manjiro —, el más bajo sonrió tan grande al escuchar su nombre salir de sus dulces labios del rubio.
Se apartó emocionado para mirarlo con ojos centellantes, — ¡Eso, eso!, me gusta mucho Takemitchy —, sus ojos brillaron traviesos, «Dentro de poco cambiará a esposo», pensó para sus adentros y asintió para si mismo decidido. Satisfecho con la posibilidad de podía pasar más tiempo junto, Draken lo había limitado mucho la cantidad de veces que podía verlo porque según lo asustaría, más las pocas veces que podía verlo debido a la molesta escuela que lo obligaba a asistir, pero esta vez mandaría al diablo a Draken.
Draken podía prácticamente leer los pensamientos desde donde estaba, causándole cierta irritación, — Bien, ya es hora que Takemichi regrese a casa, termina esta ridícula reunión Mikey —.
Mikey bufo, — Bien, entonces llevaré a Takemitchy a su casa —, tomando el brazo de su crush intento dar un paso pero siendo detenido por Baji en esta ocasión.
