Takemichi no tenía suerte en el amor, a pesar de su corta edad él podía decir que ni siquiera era popular, y al ver a varios compañeros con pareja comportarse tan melosamente él quiso también sentirse amado.
Ante este enorme deseo y anhelo el cual...
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Takemichi esperaba tener días tranquilos, tal vez conociendo nuevos amigos y salir con ellos, nunca imagino que sería devorado por lobos, o más bien por Baji, Chifuyu y Hakkai, que parecía que habían iniciado una competencia de quien pasa más tiempo con Takemichi, bueno ser el centro de atención de chicos guapos no le molestaba, aun si estos mismos quisieran hacerle dudar de su sexualidad.
— ¡Takemichi, espera! —, volteando atrás veía a Chifuyu ir corriendo hacia el.
— Chifuyu, ¿Qué sucede? —, era obvio lo mucho que corrió para encontrarlo, si la forma acelerada y el sudor decía algo.
— Es solo que, hoy no pude evitar pensar en ti todo el día, así que vine corriendo queriendo estar junto a ti para seguir sintiendo fuegos artificiales —, Chifuyu miró a los ojos de Takemichi con seriedad.
— ¿Qué? —, por otro lado Takemichi esta bastante desconcertado y algo nervioso por aquella cursilería, mirando más la seriedad con la que habló el otro, pero mirando una mano temblorosa en su pecho y la otra oculta atrás de él. «¿Esta escondiendo algo?»
— Chifuyu, que tienes detrás —.
— ¿Qué?, n-nada, ¡nada en lo absoluto! —, Chifuyu intentaba mantener alejado a Takemichi, quien se esforzaba por ver detrás del amante de gatos. Y entre tanto forcejeo se cayó algo al suelo, o más bien un manga.
Takemichi más rápido en reaccionar lo levantó, justo donde estaba abierto. «¿Es un manga shojo?», mirando de cerca logró leer algo bastante curioso.
Hina se asomó también incrédula, «Espera, no me digas que…»
“Hoy no pude evitar pensar en ti todo el día, así que vine corriendo queriendo estar junto a ti para…”
Esa era la frase que decía el protagonista masculino hacia la una chica de ese manga.
No pudo terminar de leer cuando sintió que se lo quitaron de las manos. Chifuyu avergonzado intentaba dar una excusa, su voz le temblaba mucho, — Esto…e-esto es de Baji, y yo iba a devolverlo y…y uff que tarde es, adiós Takemichi —, se dio la vuelta para irse corriendo.
Takemichi tenia una cara incrédula mirando donde estaba antes Chifuyu, con las manos extendidas aún.
— Ohh no lo puedo creer, ¿qué fue eso?, si vas a conquistar a mi niño échale más ganas —, Hina negaba la cabeza molesta.
Emma suspiro, — A este paso se va a quedar atrás —.
Después de analizar lo que había pasado, el rubio soltó una pequeña sonrisa, pensando que había sido lindo el intento de coqueteo lo sacará de un manga.
