capítulo 2

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Su madre había lavado su ropa, absolutamente toda.

Por increíble que pareciera, ella había dicho que era su día libre y actos seguidose puso a lavar toda la ropa, además de la que estaba en sus cajones, porqueaparentemente apestaban.

Estaba seguro de que no, había procurado que siempre olieran bien. Por lo que no era posible que estas mismas apestaran.

Además que era increíble que su madre estuviera en la casa, considerando que parecíabgustar de irse de viaje por trabajo que quedarse a pasar tiempo con su único hijo. Único creé, hasta donde sabe él.

Y justo el día que había acordado verse con sus amigos. Así que no tenía nada de ropa cool de la cual ponerse.
Lo único que le había dejado era unos pantalones capri color negro que le había regalado Akkun en su cumpleaños y una camisa de cuello redondo negra pegada.

— Wow Takemichi te ves estupendo —. Hina veía con estrellas en los ojos, ella quehabía estado tan acostumbrada a convivir con los humanos no le afecto mirar almuchacho mientras se vestía.

Un portazo de su puerta lo hizo voltear, donde en el había colgado una chamarracafé claro, pensando en el frío que habría al ser de noche, así que lo tomó sinpensar.

Esperaba lucir esa ropa de león que había comprado hace semanas, pero parecía que alfinal no lo usaría ese día.

Ya con su atuendo se miró al espejo, decidió usar un poco de gel para dar forma asu cabello. Al abrir el frasco notó que estaba casi vacía, casi porque siraspaba los bordes tendría un poco para su cabello, así que tomó lo que pudo yempezó a esparcirlo por su cabello rubio. Intentaba que su cabello se alzaracon lo poco que tenía, sin embargo no logró lo esperado y su cabello permaneciópara atrás con varios mechones esparcidos que caían por los lados de su cabeza,dándole un aspecto coqueto.

— Nada mal, te ves tan sexy Takemichi, a encontrar ligues se ha dicho—, ella siendo la más emocionada expresaba, aun si el rubio no podía oírla.

Se miró una y otra vez, meditando si dejarlo así o quitárselo, asumiendo que no seveía tan mal lo dejó, puesto que si permanecía más tiempo mirándose al espejosin hacer nada indudablemente llegaría tarde. Con cartera y las copia de las llaves que tenía para su uso personal salió de casa, sin necesidad dedespedirse de su madre, ya que estaba seguro de que no le importaría.

El arcade que había quedado con sus amigos era bastante nuevo en realidad, así que habían acordar estrenar ese sitio junto. Yamagishi junto a Makoto eran los que más emocionados estaban, según ellos porque podrían ver chicas lindas en el lugar.

Mirando el cielo declaró que ese día se aseguraría que nada lo arruinará, suficiente había tenido durante toda la semana, donde se la paso huyendo de dos chicos guapos que no paraban de seguirlo con la excusa de ser amigos.
No es que le molestara por fin tener amigos en la escuela, es solo que no podía manejar toda la atención o comentarios que le daban, en especial Baji, quien era un absoluto descarado sin vergüenza.

Honestamente él terminaba tan rojo después de escuchar las cosas dulces que decía Chifuyu y las cosas atrevidas de Baji, un contraste bastante extraño pero que para él sentían que lo harían explotar, no sabía si podría controlarse, ya que sentía tantas emociones al ser el centro de atención de ambos.

Más considerando que pareciera que el destino quiere que siempre se los encuentre en cada oportunidad posible. Ya sea en la enfermería en aquella vez que comió algo que le cayó mal, donde resultó que a Chifuyu le habían dado un balonazo y que por lo tanto también se encontraba con él, que coincidencia. Aunque él no había querido decir cómo fue que recibió un balonazo sin darse cuenta.

| Trabajo de Cupido | AllTakeWhere stories live. Discover now