Chapten Fourteen

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JANNE


El tranquilizante que Harry me había dado. Era el más leve de los que tengo. Me relajan, y no permiten que mis emociones se desorden.

Lo convencí de tomar ese, ya que no hacen que me relaje lo suficiente para no poder levantarme, o no me hace quedar inconsciente como otros.

Nolan se encontraba junto a mí. Sabía que su intención se sacar conversación justo ahora era para distraerme. Y lo agradecía, pero mí mente sólo se posicionaba en querer ir a ver al prisionero que se encontraba en una habitación no muy lejos de está

Me consumían las ganas de verlo una última vez. Mi percepción de él había cambiado totalmente ahora que en verdad lo conocía. Pero había cosas que quería preguntar y cosas que hasta quería reclamar. Nos había engañado. Me había engañado. Y necesitaba respuestas. Aún aunque tuviese miedo de enfrentarme a él siendo como era. Sin tener que fingir.

Pero las ganas de verlo eran mayores.

La señal de que podría intentarlo apareció con Harry. Cuando cruzo el umbral de la cocina llamando a Nolan para ser interrogado.

Le dije a mi hermano que me iría al baño. Y salí disparada a la puerta de la coccina que lleva al patio trasero de la mansión.

Había alguien que no había aparecido aún, y si no fue vista ya, podría ayudarme.

Corrí al rededor de la piscina hasta llegar a la puerta de la cabaña de la piscina la cual se encontraba un poco alejada de la mansión, rodeada de vegetación.

La cual a decir verdad comenzaba a estar un poco descuidada. Pero eso hacia que la pequeña cabaña pueda quedar casi sin visibilidad ante la mansión.

Comencé a golpear la puerta, hasta que me cansé. Estuve a punto de desistir pensando que tal vez Anna se encontraba ya en la mansión, esperando a ser interrogada. Hasta que una agitada mujer abrió la puerta.
No tuve que examinar mucho su bata mal colocada y el hecho de que esta ni siquiera estaba cerrada, y su ropa interior resaltaba.

Probablamente estaba con alguien

-Lo siento Señorita Janne. Estaba un poco ocupada.

Sí. Lo noté.

-Sí, lamento interrumpir. Quiero hablar contigo ya, por favor.

Ella se volvió a acomodar la bata cerrandola bien y trato de salir de la casa.

-No.- Volví a hablar.- Tiene que ser adentro.

La enfermera de mediana edad me miró un poco extrañada y se adentro invitándome a pasar.

Le conté un poco rápido todo lo que había descubierto Nolan junto a mi hermano. Evite los videos de tortura, sólo le dije que era un activista criminal. No me oí muy creíble, pero ella ni siquiera pareció notarlo.

Sabía que no me ayudaría en lo que quería si le soltaba toda la verdad.

-Por lo que creo. Aún nadie sabe que estas aquí. Así que necesito que me ayudes a entrerar en la habitación de Charlie, la cual esta resguardada por policías.

O militares, pero no hacia falta mencionar ese detalle.

-Puedo hacerme pasar por tí, o entrar como tu ayudante. Puedes decirle a la policía que necesita alguna medicina o algún curado a su herida, para entrar en la habitación.

-El Señor Charlie no necesita ningún cuidado, en este horario.-Me dedico una mueca de confusión y se paro rectamente

-No, ya lo sé. Pero necesito que fingas eso para poder entrar en su habitación.

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