IX.- ¿Alfa?

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Eli suspiró al ver a toda la manada reunida en el loft de su primo, Timothy se encontraba a su lado, el humano junto con su padre habían decidido formar parte de la manada de manera indefinida. Peter había tranquilizado al cachorro en ese tiempo que habían usado para armar un plan y el menor solo podía calmarse un poco.

Ahora esperaban a la manada de Nuevo México.

Eli corrió a la puerta y al abrirla abrazó con fuerza a Mateo, quien solo sonrió levemente y acarició el cabello del menor, sabía como se sentía. Annabeth fue la siguiente en abrazar al menor. Luego le siguieron sus hijos adoptivos, los gemelos: Tanner y Estella de quince años, ambos castaños de ojos avellana. Luego le siguieron los otros cuatro betas de Mateo: Paulina de veintiséis años, castaña de ojos verdes, su pareja Jennifer de veintiún años, rubia de ojos avellana. Jonathan, el novio de Estella y medio hermano de Mateo, de veinte años, cabello azabache de ojos grises. Y Edmond, pareja de Tanner de diecinueve años, castaño de ojos ónix.

— Todo va a estar bien. Ya sabemos donde esta esa perra y vamos a recuperar a tu padre. ¿Si? — le dijo Annabeth con dulzura.

Stiles y Eli eran personas muy importantes en su vida, eran su familia y harían lo que fueran por cuidarlos y protegerlos, ahora les tocaba ayudarlos como ellos lo hicieron tiempo atrás.

— Lo haremos.

Mateo se acercó a Derek con una suave sonrisa y extendió su mano para que el otro la tomara.

— Mateo Calavera, espero poder trabajar a su lado alfa Hale.

— Un gusto conocerlo alfa Calavera. Mi primo me ha contado buenas cosas acerca de ti, gracias por venir.

— Por favor, solo Mateo. Como te imaginarás no me gusta mi apellido, pero mi esposa no me dejó cambiarlo. — dijo el alfa viendo a Annabeth.

Derek sonrió. Podía ver porque le agradaba ese alfa a su tío.

Ambos presentaron a sus betas y cuando terminaron armaron el plan con las ideas de ambos.

— Mieczyslaw se encuentra en un antiguo templo azteca en la Iglesia, el mismo lugar donde Katherine Argent se escondió después de asesinar a diez cazadores. No habíamos podido lograr identificar lo que era para idear una estrategia, pero gracias a todo esto sabemos perfecto lo que esta haciendo. — dijo Mateo mientras les mostraba fotografías de la Iglesia.

— ¿Qué es lo que quiere de mi tío? — preguntó Derek sin entender que es lo que esa mujer quería. Siempre le dijeron que no hacía las cosas sin una verdadera razón así que necesitaba a su tío.

— Ella está creando Berserkers, los cuales se crean de humanos, cadáveres o sobrenaturales. Mieczyslaw Hale es uno de los sobrenaturales más fuertes conocidos en el mundo. Ella va a convertirlo en una de esas cosas, sino es que ya lo hizo. — dijo Annabeth de manera seria.

— Esa hija de puta. — dijo Eli entre dientes y no pudo evitar poner sus ojos dorados al ver como Chris entraba al loft. Timothy tuvo que tomar la mano del lobo para que no perdiera el control.

— Se que no te agrado Elías, pero aunque no lo creas tu padres es importante para mi y quiero ayudarlo. Además, mi hermana es la que está causando todo este embrollo, tengo que hacerme responsable.

Peter se acercó a Eli y colocó su mano sobre el hombro del menor.

— Sé que tu padre no quiere que le guardes rencor. — suspiró y se acercó a su oído — Solo recuerda que él también va a ser parte de tu vida y a pesar de todo tu padre quería que lo tuvieras en tu vida.

Eli suspiró. Sabía que debía dejar ese odio detrás, él ni siquiera había sido parte de esa vida, pero sabía lo mucho que le había afectado a su padre y todo el daño que le había hecho.

— Esta bien. Solo vamos por mi papá.

Timothy lo abrazó por los hombros y suspiró. Él sabía toda la historia entre Christopher Argent y Mieczyslaw Hale, su padre se la había contado en el momento que el hombre volvió a pisar BH.

— Es momento de ir a la Iglesia. — dijo Mateo dejando brillar sus ojos carmesí.

*

Mateo frunció el ceño al escuchar varios latidos además del de los miembros de las dos manadas. Esos latidos estaban calmado y no entendía como, lo más probable es que fueran los Berserkers. Lo que más le aterraba de la situación es que podía oler a la persona que consideraba un hermano mayor, pero no lo notaba alterado ni nada por el estilo.

— Por favor dime que mi tío estará bien.

— Derek. — suspiró — Creo que Mitch ya es un Berserker.

— ¿Podremos traerlo de regreso?

— No lo sé, jamás se ha sabido de algo así.

— Me temo que es porque no puede suceder. — dijo Kate sosteniendo a Eli del brazo, el chico no había hecho ningún movimiento, Timothy estaba escondido con acónito así que ese es su movimiento sorpresa para atrapar a Kate y dejarla en manos de Chris.

— ¿Dónde está mi hermano, Kate? — preguntó Peter furioso mientras tomaba a su pequeño sobrino de las garras de esa loca.

— Oh esta muy cerca.

Los presentes miraron a un Berserker acercarse a ellos.

— Papá. — dijo Eli con terror. No podía perder a su padre, simplemente no podía hacerlo.

El Berserker lo miró un momento y luego arremetió contra los alfas. Los golpes llegaban sin descanso, uno tras otro y a pesar de que los tres mayores no querían hacerle daño a Stiles tenían que defenderse, él era mucho más fuerte que ellos, no les daba ni un respiro.

— ¡PAPÁ! — gritó Eli mientras se abalanzaba contra su padre, claro que él lo interceptó y lo colocó sobre la pared.

— Eli. — dijo Mateo asustado.

Timothy ya había sedado a la mujer, claro que había terminado con un arañazo en el pecho, pero nada profundo.

— Papi. — pequeñas lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas — Sé que estás ahí. Tu no eres un monstruo, nosotros somos lobos, fuertes. Papi regresa conmigo, tenemos que ir a casa y tienes que jugar videojuegos conmigo. Hay muchas cosas que tenemos que hacer.

Eli vio como los ojos de su padre se movía de un lado a otro, se separó de su hijo y vio sus manos. Comenzó a quitarse todos los huesos de animal que cubrían su cuerpo, una vez que sus manos estuvieron libres tocó la máscara que traía y la tomó entre sus manos. Rugió con fuerza y la máscara de rompió a la mitad.

— ¿Papá? — preguntó Eli al ver como los ojos de su padre brillaban en carmesí.

— Siempre ha sido así. — dijo Chris con una ligera sonrisa de alivio y orgullo al ver como el Hale volvía a tener control de su cuerpo.

Eli se acercó a su padre cuando cayó de rodillas agotado, lo abrazó con fuerza.

— Esta bien cachorro, estoy en casa. Lo hiciste bien. — le dijo Stiles mientras abrazaba a su hijo con cariño. 

El Tercer HaleWhere stories live. Discover now