El Tercer Hale

VI.- El Pequeño Hale

Stiles pasó a un pequeño departamento que tenía en el centro, se dio una ducha y después salió ya vestido y sin un rastro de sangre, su hijo se había echado sobre el sofá y estaba distraído viendo un programa de televisión que él realmente no entendía.

— ¿Quieres cenar algo y luego ir con los demás? — le peguntó Stiles sentándose al lado de su hijo.

— Tengo hambre. ¿Podemos comer hamburguesas?

Stiles rio levemente y acarició el cabello del menor.

— Esta bien. No tardo.

El castaño caminaba de manera tranquilo hasta llegar al restaurante.

— Le encargo dos combos de hamburguesa BBQ, con tocino y aros de cebolla extra, las papas por favor que sean curveadas. — le enseño unas — Eso, gracias. También te encargo dos helados de galleta oreo, y los refrescos que sean dos coca cola. Perfecto. Gracias. Aquí tiene.

— Vas a comer mucho, ¿no?

Stiles miró con una sonrisa al oficial que le hablaba.

— Oficial Parrish, un gusto verlo de nuevo.

— Me honra saber que me recuerdas.

— Es fácil acordarse de lo miembros de mi manada.

— ¿Por qué llevas tanta comida?

— Sorprendentemente mi hijo come tanto como yo, y hoy nos estamos dando un lujo.

Jordan rio levemente.

— ¿Necesitas ayuda para llevar la comida?

— No, gracias. — comenzó a caminar lejos del oficial — Nos vemos después, Parrish. — se despidió el lobo.

*

— Ya llegó la comida. — dijo Stiles en cuanto entró al departamento. Dejo los helados en el refrigerador y puso la comida en la mesa.

— ¿Por qué tardaste tanto? No es como si hubieras ido al otro lado del mundo a conseguirlas.

— Me encontré con Jordan Parrish. — se sentó y le pasó a su hijo sus cosas.

— ¿El sabueso de la muerte?

— Aja.

— Uhhh. ¿Es guapo? Normalmente no hablas con personas que no conoces bien.

— Eli.

— ¿Qué? Tu también mereces ser feliz, papá.

— Esta bien. Ahora dime, ¿quieres entrar con tus primos al instituto?

— ¿Tengo opción?

— Si, puedes estudiar en casa pero sabes que prefiero que vayas al instituto y convivas con otras personas. Ahora que esta la manada, tendrás a más personas con las que hablar de las cosas de nuestra vida. También puedes encontrar amigos a los que les guste todas tus historietas, comics y eso.

— A ti también te gustan. ¿Para qué necesito amigos si tengo al mejor justo frente a mi?

Stiles sonrió.

— Esta bien, pero necesitas más amigos. No quiero que termines como yo.

— Tu tienes amigos.

— Tal vez.

Eli bufó. Si él era necio su padre era el triple de necio de lo que una persona podía ser. Aunque no lo culpaba, su padre era la mejor persona que había conocido y no lo decía por que era su padre, sino porque sabía perfecto todo lo que había pasado y como se había vuelto un gran hombre.

*

Eli sonrió con emoción mientras entraba en la mansión, los betas miraron con impresión al chico que parecía no tener un botón de apagado.

— ¿Así era todo cuando eras niño? ¡Es increíble! ¡Es taaaan grande! Me encanta.

Stiles entró detrás del adolescente, su mirada tranquila y una pequeño sonrisa adornado su rostro.

— Hola chicos. — saludo Stiles mientras dejaba que su hijo recorriera todo el lugar.

— Tío Stiles. — le saludó Derek con un abrazo.

— Hola, Der.

Sus otros sobrinos lo abrazaron también. Peter sonrió y vio al cachorro correr como loco, así que lo detuvo y lo miró atentamente.

— Veo que has crecido, cachorro. — le dijo Peter con diversión.

— ¿Sabes quién soy? — le preguntó Eli inclinando levemente su cabeza.

— Si, te conocí cuando eran un pequeño cachorro que ni podía hablar.

— Wow. Yo no me cuerdo de nada.

— Lo sé, eras demasiado pequeño y luego tu padre te envió lejos.

— Era lo mejor, en su momento, y no me arrepiento. — le dijo Stiles mientras dejaba que su hijo lo abrazara.

— ¿Entonces tenemos otro primo? — preguntó Derek viendo al menor. Tenía

a la edad de Liam y parecía ser un poco más chico que Cora y los demás.

— Si, soy Elías Genim Hale. — se presentó el adolescente con una brillante sonrisa.

Derek, Cora y Peter sonrieron, el pequeño era igual que su padre más joven, era su viva imagen y eso podía darle calidez a sus corazones. Se notaba que el menor era bastante unido con su padre y a Stiles no parecía importarle ni un poco que se aferrara a él.

— Ellos son tus primos: Derek, Cora y Malia. Derek es el más grande de los tres y las chicas solo son un año más grande que tu.

— ¿No hay nadie de mi edad?

Liam, Mason y Corey se acercaron al castaño y le sonrieron con cariño.

— Genial.

— ¿Le has contado? — le preguntó Peter a su hermano.

— Si.

— ¿Cómo se lo tomó?

— Bastante bien, solo le conté la verdad cuando llegó el momento. Siempre tuve miedo de que me odiara, pero no fue así y fue lo mejor.

— ¿Le dirás a la otra parte?

— No. Es mi cachorro, no suyo. — sus ojos brillaron.

— Esta bien, es tu decisión.