V.- El Legado Borrado de los Calaveras

1.3K 202 38
                                    

Todos miraron con ternura al lobo, parecía un cachorro haciendo un berrinche porque su padre lo regañó.

— Él esta bien, solo tenle paciencia. — dijo Peter mientras se arrodillaba junto al lobo y miraba todo su pelaje hasta que llegó a su barriga y parte de su lomo donde había cicatrices de quemaduras.

Stiles suspiró y colocó su cabeza sobre el hombro de su hermano, el mayor lo abrazó y dejó caer algunas lágrimas silenciosas. Estuvieron unos minutos así, los betas decidieron dejar solo a los Hale en la mansión, incluso Malia se quedó, su instinto le decía que debía quedarse. Una vez que separaron Stiles tomó su forma humana de nuevo, su ropa seguía intacta algo que sorprendió a Peter y Noah.

— Es un hechizo de Alan, gracias a el no quedo desnudo cada vez que me transformo. Cuando ustedes sepan hacerlo también le pediré que les de hechizos permanentes, créanme no es bonito correr por el bosque desnudo, no sé como Thalia lo hacía. — comentó el castaño con sus manos en la cintura.

— Eso es bueno, recuerda que a Thalia no le importaba estar desnuda. — miró a sus sobrinos — Su madre llegaba como loba a todas las reuniones pero después volvía a ser humana sin importarle que estuviera desnuda, Mica y yo éramos los que nos encargábamos de llevar una bata o algo así para que no estuviera exhibiéndose de esa manera.

— No sabía que mamá hacia eso. — comentó Cora divertida, su madre era una mujer seria y muy elegante o eso es lo que recordaba y ahora al enterarse de eso sentía que podía conocer un poco más a su mamá.

— Thalia siempre fue alguien que hacia lo que quería cuando quería.

— Creo que nosotros también somos así.

Stiles sonrió levemente mientras sus sobrinos reían, incluso Malia se había acercado a ellos.

— ¿Cómo te has sentido con la manada? ¿Con Peter? — le preguntó a su sobrina un poco lejos de los demás.

— Es raro, no tengo muchos recuerdos de la manada y a pesar de que papá es muy amable y cariñoso no he podido acostumbrarme, todavía veo a mi padre adoptivo y con él me siento exactamente igual.

— Pasaste mucho tiempo como una coyote, estabas aislada y para sobrevivir cediste mucho de tu control a tu instinto animal, es normal que te cueste trabajo ser humana de nuevo. A mi también me pasa, es más fácil ser un animal que un humano, no debemos de lidiar con emociones y solo nos preocuparnos por comer y dormir.

— No había hablado con alguien que me entendiera, gracias tío Stiles.

— No hay de que cachorra, siempre que lo necesites aquí estaré. — le dijo Stiles mientras acariciaba el cabello de la chica.

*

Stiles miró un club en Nuevo México, Araya tenía a todos sus hombres ahí y todos sus prisioneros. No les había dicho nada a la manada de lo que iba a hacer, todo sería más sencillo si lo dijera pero ellos no tienen el corazón no la fortaleza de asesinar, incluso a los que no merecen vivir, la mayoría de ellos eran niños así que él haría el trabajo sucio.

Estamos listos, Mitch. Nosotros ya entramos, nadie se ha dado cuenta de quienes somos. Recuérdame agradecerle a Alan por los hechizos.

Esta bien, tranquilo yo te recuerdo.

Stiles entró de manera tranquila y silenciosa al club, nadie había captado su presencia y aprovechaba sus habilidades para asesinar a los Calavera uno por uno hasta llegar a la oficina de Araya donde estaba seguro de que la mujer estaría con Severo, el mejor de sus soldados. Abrió la puerta de la oficina encontrándose a Araya sentada detrás de su escritorio y Severo parado detrás de ella.

— Vaya, vaya si el lobo Hale.

— Me alegro de que tu no huyas, tus soldados son bastante cobardes. — se sentó de manera tranquila.

— Mandé a niños a cazar a otros niños.

— Claro.

— ¿Qué haces aquí?

— Estoy haciéndole un favor a un amigo, desgraciadamente para ti ambos queremos asesinarlos, habrá un nuevo líder en los Calavera.

— ¿Tu?

— No, alguien a quien conoces.

— Mateo murió hace ocho años.

— Claro que no, él es mucho más fuerte de lo que piensas. — se levanto — No vine a hablar. — corrió a una velocidad inhumana y arrancó la cabeza de Severo.

— Tu maldito monstruo. — le apuntó con un arma.

— Esto ya estaba trazado, tu no ibas a sobrevivir por mucho tiempo.

Stiles sonrió con diversión y se transformó en lobo, mordió a la mujer por todas partes, los gritos eran callados por la mordida que le había arrancado la lengua. La mujer pereció cuando su cuerpo no pudo luchar más y se desplomó de una manera dolorosa.

— Que asco. — dijo un joven de veintitrés años de cabello azabache de ojos azules (Mateo) caminando por todo el lugar con una mueca de desagrado.

Stiles volvió a su forma humana, de su boca corría la sangre y sus manos estaban igual.

— No seas tan grosero, nos ayudó a tener el control de este lugar. — le dijo una mujer de cabello castaño de ojos grises (Annabeth).

— ¡Papá! — gritó un joven de quince años de cabello castaño de ojos azules.

—Eli, estoy sucio. — dijo Stiles con diversión sin tocar al menor a pesar de que lo había abrazado.

— No importa, me alegra verte. ¿Ahora si puedo quedarme contigo?

— Si, cachorro. Vas a conocer a tus primos y a tus tíos.

— Genial.

El lobo miró al alfa (Mateo) y sonrió.

— Ahora este es tu territorio, Mateo.

— Gracias, eres bienvenido de visitarnos cuando quieras y pedir nuestra ayuda. Al fin mi manada tiene un hogar. Además, vamos a extrañar al cachorro.

— Nos veremos pronto, tío Mati. 

El Tercer HaleWhere stories live. Discover now