Capítulo 95

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Pablo
Después del casamiento viaje a España acá me instale, los días fueron difíciles ya que no dejaba de pensar en Marizza ella era parte de mi y estaba instalada en lo más profundo de mi corazón. Los chicos respetaron mi decisión sabían que lo necesitaba, Manu y Mía se habían ido de luna de miel, tenían un crucero todo pago y no se que otro destino que les había regalado Franco.
Me tome el trabajo de recorrer no solo pub de España sino también museos, teatros y centros turísticos quería tener mi mente ocupada para no pensar.
Una de las tantas noches de mi viaje estaba tomando algo en un pub, cuando veo una chica acercarse a mi.
-“hola hace días vengo viéndote por estos lados sólito y hoy de tanto me anime a hablarte soy Melody un gusto”- me dice
Yo le sonrió-“lo mismo digo Melody yo soy Pablo”- la chica era muy linda, alta rubia de ojos verdes de a poco, con el paso de los días fuimos entablando una amistad, ella era de Buenos Aires también, era muy loco que estando tan cerca nos hallamos conocido a miles de kilómetros, de a poco fuimos acordando encuentros en distintos lugares la pasábamos muy bien juntos, ella era muy divertida.
-“contame de vos Mel, se muy poco”- le digo sentados en un café de Barcelona
-“ay no se que contarte, a ver que soy argentina ya lo sabes, tengo 22 años, soy modelo, soltera y vine acá de vacaciones tenía ganas de conocer y despejarme un poco, ahora es tu turno contame algo mas de vos”- me dice con una sonrisa hermosa
-“no se que queres que te diga, tengo 24 cumplidos hace poco, soy soltero trabajo en una discográfica y a veces en la empresa de una amiga y también vine acá a pasarla bien, conocer, recorrer”- no le dejaría ver mis miserias, no le iba a contar que estaba ahí tratando de olvidar a una nena seis años más chica que me había robado el corazón y con la que no podía estar porque su padre no lo permitía, que ya me había metido en cana por eso y planeaba volverlo a hacer si me veían junto a su hija, eso no lo diría
-“mmm que raro un chico tan lindo y solo”- me dice con una mirada coqueta
-“supongo que nadie me ha conquistado todavía, o no estoy preparado para nada serio”- sigo mintiendo –“y vos también estas sola, también es raro”-
-“supongo que cumplo con los estándares que dicen que las modelos encima rubias somos huecas”- ríe –“digamos que no eh tenido buenas experiencias amorosas”- termina diciendo mientras juega con la pajita del licuado que bebía
-“bueno pero ahora estas acá pasándola bien, recorriendo España, en mi compañía, no podías pedir mas”- le canchereo y ella sonrie
Para la noche organizamos ir a bailar a un nuevo pub nocturno que decían que era furor del lugar, no podía decir que estaba enamorado de Melody pero si la pasaba muy bien con ella, me gustaba su compañía y me hacía bien, además era una chica hermosa que llamaba la atención donde iba y era mi compañera.

Narrador omnisciente
Los meses pasaron con un Pablo disfrutando de su viaje y conociendo más y más a Melody, esa joven que se había presentado en su vida en el momento que más lo necesitaba, ella le hacía compañía, lo hacía sonreír y olvidarse de a poco de todo lo que lo había llevado a hacer ese viaje.
Por otro lado del mundo Manu y Mía trataban de disfrutar de su luna de miel, por un momento habían pensado en suspenderlo pero decidieron seguir adelante con el viaje, Manu a diferencia de Pablo no podía dejar de pensar en su hermana, estaba realmente preocupado por ella, la había notado extraña la última vez que la vio y eso le generaba cierta angustia, como su luna de miel terminaba días antes del cumpleaños de ella, pensaban ir de sorpresa hasta allá a verla, eso se le había ocurrido a Mía para tranquilizar aunque sea un poco al que ahora era su marido.
Marizza seguía en la suya, lastimándose más a sí misma que a su padre, quien estaba más ocupado en tapar todo lo que hacía su hija que en ella misma, la relación con Simón se volvía algo más densa cada día, después de rato resistirse él también había caído en el consumo de cocaína y esos excesos despertaban su peor lado, el celoso, manipulador y exigía de Marizza una relación completa y no a medias. Paula, por su parte gozaba de un beneficio que Marizza no tenía, que era el poder volver a Argentina cuando lo desee, y es eso lo que hizo en este tiempo, pasó por un par de meses junto a su familia según ella aunque, Marizza sabía que eso era lo que menos le importaba, a su regreso a Estado Unidos le llevaba la mejor de las noticias a su querida hijastra, un golpe bajo y letal que la terminaría de hundir en ese agujero negro de adicciones en el que había decidido meterse a cuenta de olvidarse de todo lo que le pasaba.

Marizza
Después de unos meses de mierda había logrado terminar mis estudios, en unos días más cumplo 18 años, debería estar feliz por eso pero me da igual, todo me da igual, ahora que tengo los días libres mi vida se basa en correr en picadas clandestinas e irme de joda, soy muy buena corredora y gano plata, con eso más lo que me da mi viejo cubro mis excesos, no eh vuelto a saber nada de mi hermano porque así lo dispuso mi padre al aislarme acá y mantenerme haciendo su gusto a cambio de no denunciarlos.
Un tiempo estuve sola en casa ya que Paulita había viajado y mi viejo estaba en la suya así que el descontrol lo hacia acá y pensaba hacer lo mismo para mis 18, era habitual para mí despertarme y no saber donde estaba porque íbamos a correr, de ahí a bailar y terminábamos en cualquier casa yo sin saber ni acordarme de nada, anoche por así decirlo fue uno de esos casos ahora estaba en mi casa bañándome, cuando me ubique en tiempo y espacio había vuelto, tenía mucha hambre así que a penas esté lista pensaba bajar a comer algo.
-“pero si es mi linda hijastra, que paso tantos excesos nos dieron hambre”- escucho la insoportable voz de Paula atrás mío, mientras me preparo algo de comer

No Debo EnamorarmeWhere stories live. Discover now