Capítulo 8

142 14 0
                                    

Marizza
Pablo después de dejarme en la camioneta le dio por hacerme cosquillas como cuando era chiquita, le estaba pidiendo que me deje cuando su boca y la mía quedaron a nada de distancia, sentía tantos deseos de besarlo esos labios y esos ojos están siendo mi perdición pero se que para el no voy a ser más que la hermanita chica de su amigo, nunca voy a estar a la altura de las minas que pasan por él.
-“bueno vamos a la guardia a qué te vean ese piecito”- me dice cierra mi puerta da la vuelta y sube del otro lado
Pone un poco de rock nacional, que es su música favorita y conduce a La clínica trato de evitar el momento incómodo de recién y actuar normal preguntando por mi hermano y mi cuñada, él me vuelve a decir dónde están y porque tomo su lugar para hacerse cargo de mi. Se baja cuando llegamos a destino y vuelve a agarrarme en sus brazos, otra vez, junto a su perfume, a su pecho podría quedarme toda la vida así, creo que ahora entiendo de esos encantos que hablaban las otras chicas que las enloquecía, iba tan cómoda y en mi mundo que no me di cuenta cuando paso por recepcion, cuando reaccione ya estaba dejándome en la camilla frente al doctor y su voz me hacía reaccionar.
-“pero miren quien es, nada más y nada menos que el rompecorazones, que pasó se acabaron las de tu edad y empezaste como robacunas, me parece que es demasiado chiquita”- le dicen a Pablo en tono burlón, ese comentario era doloroso otro más que me trataba como una nena
-“no seas imbécil no ves que es la hermanita menor de Manu nunca la vería como a una mujer”- le respondió y eso dolió aún más, en ese momento recordé quien era ese médico que me tocaba en la guardia, era el ex cuñado de Pablo y ahora cuñado de mi viejo, Marcos el hermano de Paula.
-“me vas a ver el pie o busco otro médico así pueden seguir en la suya”- le reclamo molesta
-“Pauli me había dicho que su hijastra era brava pero no sabía que tanto, a ver ese piecito que tiene”- comenzando a examinarme, después de varios movimientos que me provocaron más dolor del que ya tenía y unas ganas impresionantes de golpearlo para que le duela tanto como a mí, me diagnostica un leve esguince que con hielo antiinflamatorios y un vendaje se aliviaría
-“con esto que te recete masajes y reposo se va a aliviar, lo ideal sería que no apoyes el pie y lo tengas elevado para ayudar a aliviar la inflamacion más rápido y está venda también te va a ayudar, demás está decirte que sin actividad física por unas semanas”- me remarca
-“podrías darle un certificado así presenta en la escuela, digo no sé si te diste cuenta que estudia”- le remarca Pablo, desde el minuto uno se notaba como se llevaban de mal
-“gracias Pablito, justo necesitaba que me recuerdes mis labores de doctor, pensé que eso solo lo hacías cuando tenías otras intenciones”- le retruca
Luego de ese tire y afloja entre ellos terminó de darme lo que necesitaba y me dejó para que descanse en mi casa lo que restaba del día y el siguiente también ya con eso me aliviaría, a penas me despedí Pablo vuelve a levantarme en brazos y antes que pueda decirle algo me dice –“ya escuchaste no tenés que pisar y que mejor que esto”- no le discutí, sería en vano, además la idea me agradaba
En el camino paso a comprarme los analgésicos y fuimos a mi casa, seguramente él le aviso a mi hermano porque a penas me instale en el sillón me llamo.
-“si Manu ya estoy en casa Pablo me trajo y estoy descansando, ok prometo no moverme”- le respondía
-“yo terminó de cursar y voy si”- me explicaba con culpa
-“ni te preocupes seguramente voy a dormir, nos vemos mano”- me despido
Pablo me miraba mientras hablaba con su amigo y esperaba con la pomada y el hielo en la mano –“ahora si señorita a ver ese pie, te pongo esto y después voy a preparar algo de comer así podés tomar los analgésicos”- me dice acomodando mi pie sobre de él
-“no es necesario que te quedes , puedo sola además no quiero que arruines tus planes por estar de niñero”- le digo
-“le prometí a mi mejor amigo ocuparme de vos hasta que él este de vuelta y es eso lo que voy a hacer así que no voy a aceptar un no como respuesta”-
No podía dejar de mirarlo mientras me colocaba la pomada, creo que todas las de mi colegio en este momento me envidiarían, tener a Pablo a mi servicio cuidándome es algo que ni en mis sueños más locos hubiese conseguido, desde este momento me propuse algo, que él me vería como una mujer, necesitaba estar con él y haría lo que fuera por conseguirlo.

Pablo
Después de llevarla al médico me ocupe de ella durante toda la tarde le prepare de comer y la acompañe, se que ella es muy autosuficiente pero está vez necesitaba dejar de serlo y permitirme que la ayude si quería estar bien rápido, además le había prometido a Manu quedarme con ella hasta que vuelva, note que se enoja cuando la tratan de nena pero es eso, no puedo verla como otra cosa aunque quisiera o mi mejor amigo se convertiría en mi peor enemigo, es tan pura e inocente aún cuando se enoja.
A regañadientes acepto comer y después tomar sus medicamentos, cuando estaba pensando en irse a descansar cayeron sus amigos del colegio a ver cómo seguía, no soy tonto se que todas no eran sus amigas, algunas fueron exclusivamente a ver a su compañero, lo noté en como trataban a toda costa de hacerse notar, como me sonreían o coqueteaban, desde muy chicas empiezan a tratar de dominarnos, pero no conmigo, eso no sirve, yo no busco nada serio, además estoy en la casa de mis amigos y eso lo respeto, así que los atendí a todos por igual incluso a ese tal Diego, no se cansa el flaco, no necesitaba venir hasta su casa a verla, pero es obvio que tiene otro interés con Marizza, después de un buen rato me tocó pedirles amablemente que se vayan.
-“chicos creo que Mari ya debería descansar, sino no se va a mejorar”- les pido, todos lo entendieron y se despidieron de ella, dos de las pibas me dieron papelitos con sus números, son terribles, igual los guarde uno nunca sabe.

No Debo EnamorarmeWhere stories live. Discover now