Capítulo 70

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-“no vayan ustedes no más yo me quedo, mi bebe se quiere dar un baño y no la voy a dejar sola en las duchas de aca”-
-“pollerudo”- fije toser Manu
-“sometido”- tose Tomás Pablo solo se ríe
-“todo bien hermano, esta bien que cuides a mi hermanita, sino te reviento”-
-“si pero re lo teníamos que decir, no te das una idea de todo lo que esperamos para decírtelo”- le dice Tomás los dos se van y se toman lo más natural que no me deje ir sola y se vaya a bañar conmigo.
Tenia razón entraban y salían como querían ahí, pero como el se baño junto conmigo no había ningún peligro.
Cuando salimos los chicos ya habían vuelto, fui con las chicas para tomar sol, y obviamente mi Pablito me paso protector solar, estaba un poco más movido el lugar que el día anterior. A los chicos los invitaron a un picadito en la playa, mientras nosotras nos bronceábamos.
-“ y como fue esa noche de campamento Mari”- me pregunta Pili
-“si cuña es la primera vez que venís con nosotros”- agrega Mia
-“re bien chicas, le decía a Pablo que no imagine que La pasaban así de bien”-
-“si peque siempre la pasamos así, por eso nos gusta tanto venir acá, tomamos sol y estamos un rato tranquilos alejados de todo y todos”-
Estuve con ellas bronceándome, los chicos jugaron un picadito y después se sentaron donde estábamos nosotras a tomar unas cervezas. Para terminar el fin de semana prepararon un asadito en los fogones del camping, fue increíble todo.
Cuando caía la tarde nos tocó volver, nuestro campamento había terminado, estaba cansadísima pero muy feliz. Nos subimos a un auto nosotros cuatro, Mía con Manu iban adelante y yo con Pablo atrás, no tarde mucho en quedarme dormida, estaba destruida.
Pablo
En el camino de vuelta mi peque no tardo en quedarse dormida, se había recostado del lado de la puerta toda retorcida, como pude me acerque a ella y la acomode para que se recueste sobre mi.
-“que fulminada mi manita”- comenta Manu al verla por el espejo retrovisor
-“si lo bueno es que la paso re bien, así me decía mientras nos bronceábamos”- agrega Mia
-“la verdad que te estas portando de diez con ella hermano, si seguís así puede que te perdone del todo”- me dice Manu
Yo solo la miraba a ella mientras acariciaba su cabello, su rostro Y me aseguraba que descanse y no se caiga. Fuimos todo el camino hablando con mis amigos, al llegar a casa Manu intenta despertar a mi beba.
-“Mari hermana despertate peque ya estamos acá en casa”-
-“mmm toy cansada Manu”- le dice entre dormida como nena chiquita era tan tierna
-“dale peque desperta no te voy a llevar en brazos”- le repetía Manu
-“ahí me despierto pesado”- le resongaba a su hermano, él  se bajo junto a Mía y comenzó a descargar las cosas que traíamos y yo me quedé adentro con ella.
-“mi amor dale levántate, te das un bajito y te vas a descansar, dale bebe”- le pedí y ella sonrió, de a poquito se levanto se desperezo y quedó sentada tranquila
-“ya llegamos a la casa”- pregunta se notaba que estaba ubicándose en tiempo y espacio yo solo sonreí y acenti, cuando estaba terminando de reiniciar, me baje le abrí la puerta y la bese la iba a bajar en mis brazos cuando nuestro momento romántico es interrumpido
-“que quiere esta mina ahora no se cansa de joder”- digo no quería que ella baje no quería que tenga una vez más que enfrentarla
-“que haces acá, no entendes que no sos bienvenida”- le escupe seco mi amigo
-“por favor Paula una vez en la vida déjanos tranquilos ya esta, estas con Martin no te falta nada listo no jodas”- pide Mía
-“no vine a discutir con ninguno de ustedes, vos chiquita junta tus cosas que nos vamos”- le dice a mi bebe y yo por instinto la dejo atrás mío mientras ella se sujeta de mi brazo
Marizza
Veníamos llegando a casa del más hermoso fin de semana, me había quedado dormida en el camino y cuando me desperté estaba durmiendo en las piernas de mi novio, se bajo me abrió la puerta como todo un caballero y me beso. Pero toda la felicidad que había sentido hasta ese momento se desmoronó en contados segundos cuando vi y escuché a Paula, con toda seguridad me mandó a juntar mis cosas para irme con ella y por primera vez sentí miedo algo me decía que esta vez no estaba bromeando y no iba a poder zafar, a penas la escuche y vi como Pablo me dejó tras él sentí la necesidad de aferrarme a su brazo como si ese acto pudiera en algo cambiar lo que iba a pasar.
-“yo no me quiero ir Paula, papá me dijo que me podía quedar acá todas las vacaciones”-
-“las cosas cambiaron chiquita y vos te venis ya mismo conmigo”- me dice tratando de acercarse a mi
Pablo con más razón se pudo adelante mío –“no escuchas que te esta diciendo que no quiere ir con vos”- le advierte
-“vos no sos nadie para meterte y ya se van a ocupar de tu caso querido”- le dice que quería decir con eso no entendía
-“él no es nadie según vos pero yo si, soy su hermano y si ella no se quiere ir no lo va a hacer lo entendes”- la enfrenta Manu en eso llegan un autos parecían patrulleros que hacia esta mujer no entendía
-“no puedo creer que montaje armarte ahora pendeja, que me vas a acusar de maltratador”- le dice mi hermano sin poder creer lo que veía
-“no te preocupes querido ellos no vienen por vos, vienen por aquel”- suelta sobradora mientras señala a Pablo
El oficial se acerca y dice –“buenas tardes, señora Molina disculpe la demora”’
-“debían haber estado acá antes que yo, mi marido no va a estar muy contento con esto, procedan de una vez por favor”- les remarca y yo comenzaba a entender

No Debo EnamorarmeWhere stories live. Discover now