Capítulo 23

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-“que paso galán, te están comiendo las ansias por ir por tu próxima presa, ya salimos no te preocupes”- me dijo Manu antes de subir a cambiarse
Si supiera la verdad, si supiera que todo lo que me pasa es su hermana, esa adolescente que dio vuelta mi mundo.
Cuando estuvieron listos salimos, nuestro sector estaba siempre vacío, una mesa en un rincón donde nos sentábamos a tomar algo y de ahí salíamos a bailar, llegué salude a Tomas y Pili fui por una cerveza y empecé a buscar alguna chica.
-“ahí esta mi amigo, comenzó la caceria”- me dice Manu al verme yo solo le sonrio
-“no se como lo podes alentar a que sea así Manu”- escucho que lo regaña Mía
-“no te preocupes linda, esta en mi naturaleza”- le respondo
En nada me tenían en la pista de baile con una chica de unos 20 años no recordaba como se llamaba pero tampoco le importaba, le parecía atractivo, no buscaba nada serio eso me bastaba, se contorneaba toda sensualidad buscaba como provocarme pero mi cabeza estaba en otra parte, igual estuve toda la noche con ella, o más o menos porque de a ratos la dejaba para bailar con mis amigas necesitaba respirar y ellas me daban paz.
-“ay Pablito cuando sera que sientes cabeza, que busques una relación así como la mía con Tomi”- me decía bailando conmigo
-“nunca nena, eso no va a pasar, eso no es para mi”- le respondo mientras bailaba y seguía bebiendo a pesar que el alcohol fue el culpable de aquello que hice no podía evitar tomar, era la única forma que esas chicas se asimilen a ella aunque sea una pizca.
Salí del boliche y la lleve a ese telo, al de siempre, la chica era experimentada sabia como podía volverme loco y no lo iba a desaprovechar, en algun momento tengo que dejar de pensar en ella, de esperarla, de soñar un romance que no va a existir.
Marizza
Después de hablar con Manu mis energías se renovaron estaba tan feliz y todo se lo debía a Simón, no voy a negar que ver a Pablo y que me salude me movilizó tampoco voy a negar que el comentario de mi hermanito de que Pablo seguía igual de mujeriego fue una daga directo al corazón, que me dolió como no se imaginan, pero trate de disimularlo, digo no iba a pretender que me diga te extrañe te amo quiero una relación con vos, ese no seria Pablo.
-“que lindo verte así de feliz Mari”- me dice Simon, sacándome de mis pensamientos
-“si Simón no te das una idea de lo bien que me hizo escuchar a mi hermano a mi cuñada, los extraño tanto”- le respondo
-“y al chico ese que estaba igual lo extrañaste”- suelta pero más como afirmación que como pregunta
-“a quien, a Pablo, si lo extrañe es el amigo de mi hermano me conoce desde que naci”- le explico
-“y también paso algo entre ustedes”- me dice
Quiero responderle pero no me deja, no alcanzo
-“se Nota a leguas que le pasa algo con vos, que no le gusto vernos juntos, que maquino cualquiera”- me dice y me deja pensando
-“no nada que ver Simón para él no soy más que su hermanita menor”- le digo –“mejor decime que vamos a hacer acá, porque no es el boliche este lugar”- pregunto
-“en eso tenes razón, esto es un hobby que tengo por así decirlo, aca en este lugar se hacen picadas carreras de motos no re das una idea de lo emocionante que es, la adrenalina que se maneja”- me cuenta mientras bajamos de su auto
-“pero no es peligroso, y no vamos con tu auto”- pregunto
-“no linda, tengo un auto preparado para esto igual que una moto, acá se apuesta plata de verdad así que los vehículos que participen tienen que estar buenos”-
-“vinimos a mirar”- Le digo
-“no obvio que no, hoy vas a ser mi copiloto”- me dice y me señala un auto
Me presenta varias personas en el camino y vamos junto al auto, veo como se juntan y los dolares comienzan a circular, se nota que era el dinero que iban a apostar y como dijo Simón eran apuestas grosas.
-“ya saben las reglas, el que gana se lleva el pozo, en sus marcas”- escucho decir a una de las chicas
Simón me abre la puerta del auto del lado del copiloto y me indica que me suba para luego subir él, a penas dan la largada los autos empiezan a funcionar y la velocidad a aumentar junto a mi ritmo cardíaco, ese vértigo, esa adrenalina que sentí no lo puedo explicar pero me encantó no pensaba en nada más mi mente estaba en blanco y solo pensaba en que Simón llegué a la meta, sin darme cuenta eso se volvería mi lugar favorito.
Los meses pasaban iguales de aburridos, la escuela estaba a nada del receso invernal, acá era distinto el receso era a fin de año y las clases terminaban a mitad de año, era fin de semana y estaba en casa, en mi habitación escuchando música , mi padre tenía una entrevista así que quería que estemos acá fingiendo ser la gran familia feliz, lo único que me alegraba era que estaba hablando con mi hermanito y me dio la mejor de las noticias, él y Mía se casaban, me hacía tan feliz verlo bien feliz formando su familia, encima me pregunta que opino de que vivan en casa de mamá que voy a opinar que estoy super de acuerdo y feliz, y me ilusiona mucho la idea de volver a Argentina aunque sea solo por el casamiento de mi hermano.
De pronto escucho la voz de mi padre llamándome era la hora de las fotos, decenas de fotos simulando algo que no somos, necesitaba irme, salir ya no lo soportaba mas.
-“listo las fotos quedaron perfectas”’ dicen los fotógrafos, no necesite más aproveche ese momento para agarrar e irme antes que pudieran decirme algo, camine y camine por las calles, estaba bastante frío pero no me importaba todo absolutamente todo es mejor que seguir en mi casa, sin darme cuenta termine en aquel lugar de picadas donde me había llevado Simón aquella vez, y él  estaba ahí.
-“Mari, que haces aca, como llegaste”- me pregunta al verme

No Debo EnamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora