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cap 16

- Ella no decía nada. Le gustaba que él le dijera cosas, pero ella callaba. Solo sus manos y sus ojos hablaban y eso bastaba.

Este capítulo está dedicado para ti@Alileister873  . Gracias por apoyar mi historia. ¡Disfruta mucho del capítulo! Linda, besos.

                                                                               Alessandro Ricci 

Me encuentro en medio de la resolución de unos problemas con mi compañero, Killian. Aún no logramos encontrar a ese maldito francés, Dean Leroy. Se desvaneció sin dejar rastro y eso me tiene inquieto. Quiero terminar con él para así estar tranquilo sabiendo que Emma está a salvo de cualquier peligro. Killian intenta tranquilizarme, diciendo: 

-Tranquilo, Alessandro. Pronto daremos con él. Podrás pegarle un tiro y acabar con todo esto

- Pero  no entiendes la profundidad de mi preocupación; no sólo quiero a Leroy fuera de juego, también quiero evitar que se entere de la existencia de Emma y le cause algún daño. -Killian replica: 

-Entiendo tu miedo, pero en este momento no puedes hacer nada. Cualquier acción impulsiva únicamente le dará ventaja a él -  Su comentario sólo aumenta mi frustración. No podré encontrar la paz hasta que encuentre a ese maldito Leroy.

En medio de mi frustración, mi teléfono empieza a sonar. Es uno de mis hombres, los que están encargados de cuidar a Emma. Respondo de inmediato: 

-Capo, a la señorita Emma la acorralaron en el baño del centro comercial. Hemos revisado todo el perímetro pero...- Antes de que termine, lo interrumpo: 

-Estaré ahí en 5 minutos, no se muevan y cuídenla con su vida- Cuelgo el teléfono y busco las llaves del auto, pero sólo encuentro las de mi moto. No lo pienso dos veces, tomo las llaves y salgo. Killian grita detrás de mí: 

-¡Alessandro, espera! ¿Qué pasa?"- Lo ignoro. En mi mente sólo existe un objetivo: llegar al centro comercial y asegurarme de que Emma esté bien.

Killian intenta seguirme, pero no tiene oportunidad de alcanzarme cuando me subo a mi moto y arranco a toda velocidad. Lo único que veo en el retrovisor es el auto blindado de mis escoltas siguiéndome. Manejo sin importar nada más que llegar junto a Emma. Llego al centro comercial y me estaciono. Saco mi teléfono y llamo a uno de mis hombres: 

-¿Dónde están?

 - Capo, estamos en el estacionamiento - responde. Sin perder tiempo, corro por todo el estacionamiento buscándolos hasta que los encuentro. Me dirijo rápidamente hacia Emma, ignorando a todos los demás.

-Emma, ¿estás bien? Mírame, Emma - le digo mientras intento hacer contacto visual con ella, pero es imposible. Emma empieza a llorar desesperada: 

-Él vendrá por mí, Adam vendrá por mí". -Intento tranquilizarla mientras veo a Camila intentando acercarse. Le ordeno con voz severa que se aleje: 

-Aléjate, esto lo arreglaré yo- Intento reconfortar a Emma: 

-Mírame, pequeña, él no te volverá a hacer nada, te lo juro, nadie volverá a hacerte daño- La abrazo, intentando transmitirle seguridad. De repente, Emma empieza a jadear: 

-No puedo respirar, Alec, no puedo respirar-  Su pánico me alerta, siento el miedo apoderarse de mí; por primera vez en mucho tiempo, tengo miedo.

La tomo del rostro y conecto nuestras miradas. Intento distraerla: 

-¿Recuerdas la noche que nos conocimos, Emma? ¿Lo recuerdas? Cuéntame de ella".-Emma responde con dificultad: 

-Yo... yo recuerdo que estaba pintando, no podía plasmar nada en el lienzo, pero apareciste tú- Le hago otra pregunta para mantener su mente ocupada: 

-¿Cómo estaba vestido esa noche, Emma? ¿Lo recuerdas?".- Ella responde y poco a poco su respiración se regula. Tenía miedo, mucho miedo de perderla y no sabía qué hacer.

Una vez que Emma se calma, le pregunto: 

-¿Estás mejor, Emma?

-Sí, estoy mejor -  responde.

 La tomo de la mano y la abrazo, pegándola fuertemente a mi pecho para que se sienta segura.

 -Perdóname por no llegar a tiempo, pequeña -  Emma responde con dulzura.

-No fue tu culpa, Alessandro, nada de esto lo es-  Ignoro a los demás y tomo de la mano a Emma pero  antes de retirarme, ordeno.

-Lleven a su amiga a su casa- Responden 

-Entendido, señor- y se retiran.

 Ellos saben que no pueden llamarme capo delante de Emma ella aun no debe saberlo aun.

 Emma me pregunta dónde está mi auto. Le respondo: -No traje, nos vamos en mi moto, ven - La llevo hasta ella y la veo un poco dudosa. Le aseguro que estará a salvo: 

-No te pasará nada, Black es tranquilo - Emma parece sorprendida .

-¿Black? ¿Llamas a tu moto así? -  Le explico.

-Black es mi bebé, no dejo que nadie la toque, solo yo. Así que tranquila, tendremos un paseo tranquilo - Emma tiene más preguntas. 

-Espera, ¿me estás diciendo que nadie aparte de ti se ha subido en tu moto?- Asiento y confirmo.

-Exacto, Emma, nadie - Emma me pregunta .

-Por qué me vas  a llevar en ella - Le respondo . 

-Porque eres la mia bella vita, Emma-  Le pongo el casco y la ayudo a subir.

 No sabe de dónde agarrarse, así que coloco sus manos en mi abdomen. Cuando estoy por arrancar, veo a Killian, pero él se dirige a donde dejé a Camila con mis hombres. Lo ignoro y arranco, perdiendo a mis hombres. Llevo a Emma a un lugar que encontré hace poco en el camino. El viento pega en mi rostro y veo a Emma disfrutar del hermoso atardecer. Llevo a Emma a su departamento. 

Ha sido un día agotador, así que la cargo en brazos hasta su piso ya que va medio somnolienta. Logro abrir su puerta con las copias que le robé sin que se diera cuenta  la acuesto en su cama. Cuando estoy por retirarme, Emma me toma de la mano .

-No me dejes sola, por favor - susurra.

-Nunca lo haré, Emma-  Me acuesto junto a ella y la arropo bien. Emma se pega a mi pecho y veo cómo poco a poco va cerrando esos hermosos ojos. Le susurro una promesa al oído 

-Daría mi vida por ti, Emma, eso tenlo por seguro, amore mio.