Emma Brown es una joven pintora y estudiante de Bellas Artes. Su vida está llena de colores, pinceles y lienzos, y su mundo gira en torno a la creación de belleza a través de su arte.
Por otro lado, Alessandro Ricci es el líder de la mafia italiana...
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Narra Emma
Estoy en mi último año de Bellas Artes en la universidad. En los últimos meses, he estado atravesando un bloqueo creativo que me ha impedido llevar a cabo mi trabajo como solía hacerlo. No puedo pintar más allá de tres rayas y este bloqueo me ha hecho cuestionar seriamente mi pasión por el arte y mi habilidad para crear.
A pesar de todo esto, estoy decidida a superar este desafío. Por lo tanto, he iniciado una búsqueda de nuevas formas de inspiración y estoy experimentando con diferentes técnicas para tratar de reavivar mi amor por la pintura que parece haberse desvanecido.
Un día, después de pasar horas intentando pintar en mi cuarto, decidí salir para despejar la mente.
Quedé con los chicos para vernos en la cafetería de siempre, un lugar donde solíamos reunirnos para estudiar y relajarnos después de las clases.
Había pasado una semana desde que nos vimos por última vez debido a la temporada de exámenes.
Me puse un vestido blanco suelto, unos tacones bajos y me peiné rápidamente. Corrí al baño para cepillarme los dientes y me eché un poco de perfume.
Cuando vi la hora, me di cuenta de que estaba algo tarde, así que tomé mi bolso y salí rápido de mi habitación.
Mientras caminaba por el pasillo a pasos rapidos , distraída viendo la hora en mi teléfono, chocó con alguien. Sin embargo, no tuve tiempo de detallar quién era porque estaba llegando tarde.
- Disculpa llego tarde - dije rápidamente y salí corriendo al ascensor sin esperar respuesta.
corro por los pasillos de la porteria donde veo a Eduar el portero un buen amigo
- Hola Eduar linda tarde - digo algo aguitada de caminar de prisa
- buenas tardes señorita que tenga linda tarde - me dice Eduar muy amable mientras salgo al garaje y me subo a mi auto y salgo rumbo a la cafeteria
Al llegar, estacioné frente a la cafetería a la que acostumbramos ir desde que ingresamos a la universidad.
Al entrar al local, vi a Rosi, una joven camarera que se ha hecho una buena amiga desde que empezamos a frecuentar el lugar, así que la saludé.
-Hola Rosi, linda tarde- le dije.
-Hola Emma, gracias, igualmente para ti- respondió con una sonrisa.
Me dirigí a la mesa donde estaban sentados Camilla y Lucas.
Estaban discutiendo acaloradamente, lo que me sorprendió, ya que ellos casi nunca discuten.
-Hola chicos, ¿qué pasa?- les pregunté, algo extrañada.
- ¡Qué bien que llegas, Emma! Ya me cansé de que Camilla me regañara solo a mí- dijo Lucas, se veía algo cansado y frustrado.
