Cautivo "KookV"

II-5

—No —respondió TaeHyung, afirmando el hecho.

Kook oculto forzosamente su frustración, recordándose a sí mismo que TaeHyung poseía una mente hábil, por lo tanto su "no" venia con otra razón oculta, además de pura terquedad. Probablemente.

—Entonces toma precauciones. Vuelve conmigo al campamento y espera que llegue la noche. Entonces escabúllete anónimamente, con un guardia. No estás pensando como un líder. Estas muy acostumbrado a hacer todo por tu cuenta.

—Suelta mis riendas —dijo TaeHyung.

Kook así lo hizo. Luego hubo una pausa en la cual TaeHyung volvió la vista hacia el caballo sin jinete, luego miro hacia la posición en la que se encontraba el sol en el horizonte y finalmente miro a Kook.

—Me acompañaras —dijo TaeHyung—, en lugar de un guardia. Y partiremos ni bien se oculte por completo el sol. Y esto es todo lo que pienso negociar sobre este asunto. Cualquier otra opinión que tengas no tendrá una respuesta muy agradable.

—Está bien —acordó Kook.

—Está bien —respondió TaeHyung luego de un momento.

Condujeron al caballo de vuelta utilizando un método ideado por TaeHyung que consistía en formar con las riendas de su caballo un lazo que dejo caer sobre la cabeza del picasso. Kook tomo el control de ambas riendas, mientras TaeHyung volcaba toda su atención a la tarea de montar sin ellas.

TaeHyung no revelo más información acerca de su negocio en Nesson-Eloy, y por poco que le gustara la idea, Kook sabía que era mejor no preguntarle.

Una vez llegados al campamento, Kook se encargó de los caballos. Cuando volvió a la tienda, encontró a TaeHyung vestido con una versión elegante de los usuales cueros de montar y había más vestimenta tendida en la cama.

—Ponte esos. —dijo TaeHyung, señalando la vestimenta sobre la cama.

Cuando Kook las levanto de la cama, las ropas se sintieron suaves bajo sus manos, oscuras y de la misma calidad que aquellas que usaban los nobles.

Se cambió. Se tomo su tiempo, como siempre lo hacía con la ropa de Vere, aunque por lo menos estas eran prendas de montar y no para ser usadas en la corte.

Sin embargo, era lo más delicado que Kook había usado en su vida y por lejos lo más lujoso que le habían dado de vestir desde su llegada a Vere. No era el equipamiento de un soldado, eran prendas de un aristócrata.

Resultaba, como había aprendido de primera mano, mucho más difícil anudarse los lazos uno mismo que hacerlo en alguien más. Cuando estuvo listo, se sintió demasiado vestido y extraño. Hasta la silueta que le creaban las prendas eran diferentes, lo convertían en un extraño, algo que nunca se hubiera imaginado llegar a ser, aún más que la armadura o incluso las habituales ropas de soldado.

—No son adecuadas para mí —dijo Kook.

—No, no lo son. Te ves como uno de nosotros —dijo TaeHyung. Observo a Kook con sus ojos azules cargados de intolerancia. —Está oscureciendo. Dile a ChanYeol que espere mi retorno a media mañana y que continúe con las tareas habituales en mi ausencia. Luego encuéntrame cerca de los caballos. Partiremos cuando hayas terminado de cumplir con las órdenes.

El problema con las tiendas era que uno no tenía donde tocar para anunciar su presencia. Kook apoyo su peso en uno de los postes y llamo a los gritos.

Luego de aguardar por un momento sin recibir respuesta alguna, ChanYeol apareció semi-desnudo, exhibiendo sus anchos hombros. En vez de perder tiempo anudando los lazos, sostenía sus pantalones con la mano, evitando que se bajaran. A través de la solapa levantada de la tienda, Kook pudo vislumbrar la razón de la tardanza. Con las pálidas piernas enredadas en el cobertor, KyungSoo se acomodaba levantándose sobre un costado, sonrojada desde el pecho hasta el cuello.