Capítulo 22 Bocetos

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—Hace un día maravilloso para salir a pasear y hacer un picnic en el cual poder relajarme y dibujar fuera; es perfecto para cualquier cosa que no sea estar aquí estudiando detrás de libros para exámenes. Mi juventud se extinguirá antes de que salga de ésta escuela.

Kaveh se lamentaba frente a Haitham, mientras lo observaba leyendo tranquilamente, tan concentrado que hacía dudar de que fuera consciente del mundo que lo rodeaba. Su compañero que no paraba de hablar alrededor suyo, continuó exclamando mientras intentaba concentrarse en sus notas de escuela, unos dibujos y un pedazo de carne colgando del tenedor. En realidad el chico rubio se sentía un tanto frustrado por tener tantos deberes pendientes y que éstos le impidieran pasar tiempo de calidad con la persona que le gustaba. Mientras comían en el descanso entre clases y pasaban juntos un rato, venían a su mente los recuerdos de su primera cita. De hecho no estaba seguro de si a aquello podía habérsele llamado de tal manera.

Pensaba en aquélla tarde en que gracias a Ajax se decidió a organizar un pequeño picnic romántico en un lugar secreto entre la arboleda que rodea los terrenos de la escuela, en un lugar lo suficientemente oculto de miradas indiscretas. Como un Romeo y Julieta, necesitaban la paz y la intimidad del secreto pues los compañeros de ambos podrían representar una amenaza a su relación en caso de enterarse. Haitham había seguido a Kaveh desde que escapó de las prácticas en que ZhongLi casi exterminó a Ajax en un primer combate. De tal suerte que Kaveh estaba en cierta forma furioso, indispuesto con lo que había alcanzado a ver de la cruenta pelea. Insistió tanto con el tema que Haitham tuvo que tratar de convencerlo de que estaba bajo control la pelea, que Ajax no iba a morir, que estaría en perfecta forma aunque con un trauma psicológico de por vida.

Al llegar al lugar Kaveh preparó todo para pasar una velada agradable a la luz de las velas y con unos cuantos aperitivos para cenar. Si bien el que parecía haber tenido la iniciativa era el muchacho rubio, Haitham decidió dar el paso luego del silencio incómodo que se formó después entre los dos al sentarse uno cerca del otro. Pasó el brazo por los hombros estrechos de Kaveh que se había puesto tímido de la nada y viendo que no lo rechazaba lo besó en el cuello, para luego hacer el incómodo comentario de que deseaba analizar el resto de su cuerpo. Haitham no había tenido la delicadeza de observar sus palabras, pues Kaveh había cambiado del pálido color amarillo de piel a un rojo saturado. Como su pulso había salido del rango normal, el joven de cabello gris hizo la observación.

—¿Estás bien? Me pareció notar que estabas estresado, se nota en la tensión de músculos y el ángulo de los huesos de tu espalda. Si me dejaras darte un chequeo, podría hacer un mejor diagnóstico.

—¿Qué? ¿Solo querías ver si estoy bien de salud? —el hámster dentro de Kaveh recobró el aliento luego de unos preciosos segundos de respiración.

Haitham asintió sin hacer expresión en su rostro que parecía hecho de porcelana, inamovible, pálido y sin emoción. Kaveh entonces soltó una carcajada nerviosa y volvió a acomodarse a su lado, permitiendo acceso ahora a su espalda. Haitham se tomó la liberdad de darle un mansaje de espalda y cuello que jamás olvidaría. Sus músculos tuvieron el silencioso placer de sentir la calidez de las manos sabias y fuertes de Haitham recorriéndolo, aun habiendo ropas de por medio.

Cuando terminó con ello, Haitham hizo una que otra observación, indicando que su salud estaba bien, salvo que debería tener cuidado de mantener posturas adecuadas al dibujar y sus rutinas diarias de estudiante. Le había explicado las complicaciones que tendría si no hacía lo posible por cuidar su cuerpo, el cual, sea entendido que Haitham adoraba. Kaveh se sintió un poco avergonzado por ser sermoneado, pero la voz del hombre le resultaba agradable, ya que raras veces había tenido oportunidad de escucharlo. Hipnotizado a saber por cuál energía en él, propuso la arriesgada idea de permitirse abusar de los servicios de Haitham, pidiéndole que extendiera el masaje a todo el esto de su cuerpo mientras fingía que le dolía una pierna o un brazo. Así, sin querer, pasaron el resto de la noche aprendiendo anatomía entre los dos.

2-BWithU Estar contigoWhere stories live. Discover now