Capítulo 9 Biblioteca

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Las amplias puertas de la biblioteca les dieron la bienvenida al par de chicos sedientos de conocimientos. ZhongLi se deleitó en la expresión de sorpresa de su compañero. Pues el lugar era inmenso y la cantidad de libros allí simplemente absurda. Cuando Ajax entraba, lo detuvo uno de los encargados.

—No puedes entrar con ésa botella de agua —detrás de la recepción asomaba la cabeza una tímida chica con orejas que no supo decir si eran de gato en lugar de orejas normales. Sobre su uniforme, una placa ponía el nombre de Sacarosa. Enseguida se les acercó otro encargado de la biblioteca para ayudar el cual tenía un temperamento más firme. Alguien que respondía al nombre de Albedo. El pelirrojo sintió que estaba en problemas. ¿Qué tal si algo sucedía a la biblioteca por su culpa? ¡Nunca se lo perdonaría! Hizo ademán de proteger la botella de agua contra su pecho.

ZhongLi se devolvió por sus pasos viendo que entraba solo. Comprendió el motivo de la discusión y pensó que los encargados tenían la de ganar, pero igualmente quiso probar suerte.

—¿Qué sería más fácil de recuperar, un libro mojado o uno quemado? Aquí mi amigo tiene problemas con sus dedos y por eso termina quemando cosas por accidente.

El encargado pensó demasiado poco el pretexto y al final les sentenció:

—Nada de agua, está en el reglamento.

ZhongLi hizo una seña a su compañero para que obedeciera y entonces Ajax se tragó el contenido de la botella y dejó el envase vacío en la paquetería. A final de cuentas entró con el agua... en su estómago.

—No me gusta ésa forma tuya de estar bebiendo líquidos todo el día. Seguro en exceso es malo para tu salud.

—Y lo es, pero termino evaporando el agua por los poros antes de que cualquier cosa suceda —se encogió de hombros.

—O terminas lanzando ballenas de agua a tus compañeros.

El recuerdo fue demasiado para ambos así que mejor desviaron la atención a la colección de libros frente a sus ojos. Era inmensa. Demasiados volúmenes, que costaría una vida el solo hecho de leer sus títulos, ni hablar de lo que tuvieran escrito.

Los ojos de Ajax, al igual que ZhongLi relampaguearon con luz propia, para ellos era casi lo mismo que estar en el paraíso. El jefe de grupo invitó al otro a dirigirse a una de sus secciones favoritas. Subieron unas cuantas escaleras, esquivaron alumnos, mesas, anaqueles y libreros, hasta que dieron con un sitio poco iluminado y más bien poco visitado. El silencio al interior era obligatorio, así pues se hablaban en voz muy baja.

Parecían un par de tontos admirando todo aquello. ZhongLi aguardaba por la reacción de Ajax.

—Aquí, es donde los libros más viejos son juntados como si ya no valieran. También tienen algunos una restricción de edad. Como vez en los carteles de arriba.

—Es casi como la sección prohibida.

—¡Bah! Los puedes tomar igualmente, pero tendrás en cuenta que no podrás pedirlos prestados, a no ser que un adulto los saque por ti. La sección que se pudiera llamar de magia prohibida o artes prohibidas, sería la que se refiera a aquello que pueda lastimar a terceros como alterar sentimientos, modificar el futuro o lo que posibilite matar personas o seres vivos de cualquier tipo de forma masiva. Eso sin mencionar la invocación de guardianes, como también la posesión de espíritus o cambio de cuerpos, cosas macabras en otras palabras.

ZhongLi contempló durante unos instantes la palidez del rostro de su acompañante, hasta que estuvo satisfecho. Luego extendió el brazo tomando un libro que eligió prácticamente al azar.

2-BWithU Estar contigoWhere stories live. Discover now