Finalmente: —Sí. Tu manera de asir y patear las piernas de tu pareja para abrirlas permanece en la memoria.

—Eso no es...—Kook apretó la mandíbula, no estaba de humor para entrar en uno de esos intercambios irritantes con TaeHyung—. Puedo ser muy útil. Conozco la región. Haré lo que sea para detener a tú tío —se fijó en la impersonal mirada azul—. Ya te he ayudado antes. Puedo hacerlo de nuevo. Úsame como quieras. Solo... llévame contigo.

—¿Estás emocionado por ayudarme? ¿El hecho de que vayamos de camino hacia Akielos no influye para nada en tu solicitud?

Kook se sonrojó.

—Tendrías una persona más interponiéndose entre tú y tu tío. ¿No es eso lo que deseas?

—Mi querido bruto —dijo TaeHyung —. Deseo que te pudras aquí.

Kook oyó el sonido metálico de los eslabones de la cadena antes de darse cuenta de que se había sacudido contra sus ataduras. Fueron las palabras de despedida de TaeHyung pronunciadas con placer. TaeHyung se había girado hacia la puerta.

—No puedes dejarme aquí mientras cabalgas a la trampa de tu tío. Hay más que tu vida en juego — las palabras eran ásperas debido a la frustración.

No tuvieron efecto; no pudo evitar que TaeHyung se fuera. Kook juró.

—¿Estás tan seguro de ti mismo? —Kook gritó a sus espaldas—. Creo que si pudieras vencer a tu tío por tu cuenta, lo habrías hecho ya.

TaeHyung se detuvo en el umbral. Kook vio la torneada cabeza rubia, la línea recta de la espalda y los hombros. Pero no se giró de nuevo hacia él; la vacilación solo duró un momento antes de que continuara hacia el exterior por la puerta.

Kook fue dejado, mientras se sacudía de las cadenas una vez más, penosamente solo.

Los apartamentos de TaeHyung se llenaron con los sonidos de la preparación; el ajetreo en los pasillos, los hombres andando de acá para allá en el delicado jardín inferior. No era una tarea fácil organizar una expedición armada en dos días. Por todas partes, había actividad.

En todas partes excepto allí, en las habitaciones de Kook, donde las únicas impresiones de la misión venían de los sonidos del exterior.

TaeHyung se marcharía al día siguiente. TaeHyung; el exasperante e intolerable TaeHyung, siguiendo el peor curso de acción posible, y no había nada que Kook pudiera hacer para detenerle.

Los planes del Regente eran imposibles de adivinar. Francamente, Kook no tenía ni idea de por qué había esperado tanto como lo había hecho para actuar en contra de su sobrino. ¿TaeHyung sencillamente había tenido suerte de que las ambiciones del Regente abarcaran los dos reinos? El Regente podría haber prescindido de su sobrino desde hacía años, con poco alboroto. Era más fácil atribuir la muerte de un niño a la desgracia que la de un joven a punto de ascender al trono. Kook no veía ninguna razón para que el infante TaeHyung hubiera escapado a ese destino. Tal vez la lealtad familiar había detenido al Regente antes... hasta que TaeHyung había florecido en ponzoñosa madurez, con carácter mañoso e incapaz de gobernar. Si ese fuera el caso, Kook sentía cierta empatía con el hombre: TaeHyung era capaz de inspirar tendencias homicidas simplemente con respirar.

Era una familia de víboras. Jung-hyun, pensó, no tenía ni idea de lo que había al otro lado de la frontera. Su medio hermano había aceptado una alianza con Vere. Era vulnerable, estaba mal equipado para luchar en una guerra, los lazos dentro de su propio país mostraban grietas en las que una potencia extranjera no tendría más que aplicar presión.

Cautivo "KookV"Where stories live. Discover now