20┋PD

448K 22.2K 4.3K
                                    

V E I N T E


—Por favor, déjame ir —le pedí permiso una vez más a mi papá.

Desde que accedí a acompañar a Aiden al aniversario luctuoso de su familia, lo bombardeé con la misma frase cada que tenía la oportunidad. Y la última semana del año no fue la excepción.

—Ya te dije que lo voy a pensar —replicó.

Solté una bocanada de aire.

—Sí, pero eso es un «no» disfrazado.

—No lo es, Astrid —insistió, y ambas de sus manos comenzaron a buscar en sus bolsillos las llaves del auto.

—Claro que si —exclamé—. Por favor, déjame ir. Será lo último que te pida este año.

Él se detuvo, me miró lleno de incredulidad.

Le sonreí con los dientes.

—Muy conveniente para ti que hoy sea el último día, ¿verdad?

—¿Lo es? —fingí demencia— Que extraño... 

—Hablamos mañana. Ya me tengo que ir —me dijo sin una pizca de diversión en su voz.

Sin mucho ánimo, me quité de la puerta para dejarlo pasar.

—Más tarde por mensaje —repliqué, pero él no volvió a emitir una palabra sobre el asunto. Se limitó a despedirse de mí, e irse.

Después de cerrar la puerta, fui a tomar un abrigo. El auto de Blair se encontraba afuera de mi casa.

Cada último día del año, el instituto Sheridan organizaba una fiesta para los alumnos y, como los de último año eran quienes la planeaban, la mayoría asistía. Era una especie de tradición. Mis amigas y yo siempre asistíamos juntas, puesto que nos quedaba cerca de una cabaña que le pertenecía a la familia de Hailee, y ahí era donde pasábamos el resto de la madrugada. Y como noté que Ethan fue invitado a acompañarnos, invité a Aiden.

—¿Crees que vaya Brent? —preguntó Blair sin dejar de mirar el camino—. Porque de ser así, va a estar muy molesto de verte con Aiden.

—Lo invité como un amigo, no como algo más.

—Sí, lo sé, pero él no va a pensar eso. El otro día supe que estuvo hablando mal de ti en una fiesta. Está muy furioso, Astrid —pronunció Blair cada palabra con asco, y yo desvié la mirada.

Todavía me sentía mal por lo que le hice, y quería pedirle disculpas por tercera vez, pero sabía que no podía. Tenía claro que lo que él necesitaba era que dejara de entrometerme en su vida. El principio de una ruptura era lo más difícil de procesar, en especial, cuando existían sentimientos de rabia incrustados en el corazón.

—Sí, estoy consciente de eso, pero no puedo evitar que me preocupe. Espero no esté ahí para no incomodarlo.

Blair hizo un gesto con los labios, pero ya no parecía estar molesta como hace un minuto, se veía reflexiva. Estacionó el auto en el primer lugar que encontró, y volteó a mí con un temple inquieto.

—Pensé en lo que dijiste el otro día —dijo.

—¿Mmm?

—Acerca de la tradición.

—¿Y bien? —Apreté los labios en un acto nervioso—. ¿Cuál fue tu conclusión?

Su sonrisa vaciló, avergonzada.

—Tampoco quiero ser como ellos, aunque supongo que es un poco tarde para eso. El daño está hecho, como tú dijiste.

—Lo está, pero eso no quiere decir que tenga que ser algo que te defina.

Prometo Destruirte. [Nueva versión]Where stories live. Discover now