No Importa - (Lapiven)

Odio y Tristeza

-Por favor Lapis. Retírate de la casa -dijo Perla con frialdad y una expresión de ira.

Lapis aún seguía sin poder recitar palabra alguna. Estaba aún paralizada por el miedo. Y el llanto del pequeño Steven, no ayudaba a que reaccionara.

-Que a caso no escuchaste?. Lárgate antes de que llame a la policía! -habló perla con un tono alto.

Greg, fue con el pequeño Steven y lo alejó de Lapis. Mientras el pequeño a un lloraba arrepentido por lo que "hizo".

Parecía un juicio realmente abrumador. Perla seguía gritándole. Greg miraba decepcionado toda la situación. Y "su pequeño" lloraba. Lapis la dura, se encontraba ahora sola. Un juicio cruel psicológicamente hablando y la cuál la rebelde resultaba completamente culpable.

-Lo siento -dijo Lapis mientras miraba triste al pequeño llorar -Lo siento -habló nuevamente ahora mirando hacia el suelo, mientras cubría su cara con arrepentimiento -Lo siento Steven.. -añadió mientras dejaba salir lágrimas de su rostro.

Lapis por fin se quebró. La dura y temible Lapis, estaba llorando. No aguanto más y se quebró.

Lo que comenzó con pequeñas lágrimas, terminó por terribles llantos de angustia, tristeza y dolor. En un parpadeo había perdido a su amor, "su pequeño Steven".

Ahora la rebelde no parecía tan rebelde. Se veía débil mientras lloraba ante aquellas dos personas. Esa debilidad que llego a odiar tanto, ahora la poseía. En cierto punto, hasta Perla decidió parar de hostigarla, con palabras crueles. Miro como Lapis entre sollozos seguía disculpándose con Steven. Era lamentable y hasta triste de ver.

-Lapis.. Te perdono Lapis -dijo el pequeño entre sollozos.

-Basta Steven!, no seas compasivo. Ella no se merece eso de ti! -dijo Perla enojada, casi gritando.

-Perla por favor, cálmate -habló Greg tranquilo.

-Tu no seas condescendiente Greg. Después de todo por tu culpa, esto sucedió -respondió de una manera nada agradable.

-Perla no hables, es mi hijo después de todo y no el tuyo -dijo Greg serio.

Perla miro entre indignada y enojada a Greg. Mientras se dirigía con Steven, llevándoselo lejos de esa habitación. Dejando a Lapis y Greg solos.

Lapis seguía a un en llanto, cubriendo su rostro con sus manos. Era un tremendo castigo para la rebelde, y Greg ciertamente lo comprendía.

-Tómate tu tiempo Lapis -dijo mirando a Lapis, la cual ahora comenzaba a llorar en silencio.

El padre abando la habitación y cerró la puerta. Ahora se encontraba sola.

-Steven.. -murmuró entre sollozos.

Se quitó las manos de la cara y golpeó con demasiada fuerza el suelo. Solo para que después lo repitiera una y otra vez con odio puro. Terminando por gritar a todo pulmón. Tenía coraje y tristeza.

-Por qué tuve que ser tan estupida.. -habló en voz alta.

Termino de decir esto, solo para caer nuevamente en un llanto profundo.

-Por qué no puedo ser feliz? -dijo con una expresión de tristeza pura, mientras su cara se inundaba de lagrimas.

Puede que Lapis ahora sí haya tenido una terrible lección. Se encontraba arrepentida y sufriendo a más no poder. Después de todo ella solo lo hacía por amor. Pero hasta donde tuvo que llegar para obtener su amor?. Lo que más la alteró fue la expresión del pequeño Steven sin dudas. Esa expresión triste y ciertamente de culpa absoluta.