No Importa - (Lapiven)

Chapter 16

Recuerdos inolvidables de paz y tranquilidad. En ellos se podía ver a un pequeño de cabellos rizados, jugando con una mujer, alta, delgada y ciertamente de aspecto agradable. Que entre risas, intercambiaban palabras. Se mostraban afecto de una manera muy tierna e inocente. El pequeño niño de tan solo unos 8 años. Miraba completamente sonrojado a aquella mujer de unos 19 años. Mientras la miraba, repetía su nombre varias veces en lo, que a la par se acercaba a ella emocionado.

-Perla te quiero mucho -decía el chiquillo sonrojado, mientras abrazaba a aquella mujer.

-Yo también te quiero mucho Steven -decía la mujer sonriente.

Los dos se abrazaban con mucha ternura y cierto espíritu de alegría. A lo lejos se veía muy tierno y los que los vieran interactuar a aquellos dos. Rápidamente se contagiarian de alegría.

-Me gusta mucho tu nombre -dijo Steven alegre.

-Gracias Steven, tu nombre también es muy bonito mi pequeño -decía en tono dulce mientras lo abrazaba más fuerte.

-Gracias Perla.. -decía el pequeño mientras le proporcionaba una sonrisa.

Se veía mucha tranquilidad en aquella habitación que ocupaban los dos. Acompañado de una atmósfera agradable. Donde aquel chiquillo y aquella mujer, se expresaban libremente. Un excelente recuerdo para el pequeño Steven. En un tiempo en donde todo era pura alegría. Donde sus responsabilidades eran bajas y la diversión era alta.

-Ya es hora de irme Steven -le dijo mientras tocaba suavemente su pequeña nariz.

-Por qué tan rápido?, apenas comenzábamos a jugar -decía el chiquillo triste.

-Steven tengo escuela mañana y tú también. Te prometo que mañana volveré y jugaremos -decía la mujer con dulzura en su palabras.

-Está bien, pero mañana te podrías quedar a dormir conmigo? -decía inocentemente el pequeño niño. A la par que se sonrojaba.

-Claro que si dulzura -dijo mientras le daba un cálido abrazo.

Ella terminó aquel abrazo, y le dio un tierno beso en la frente. Al terminar esto se paro y agarro tiernamente el cabello de Steven, mientras se despedía. El pequeño la abrazo nuevamente y se despidió de esta. Al acabar nuevamente con el abrazo, se dirigió a la salida. Para que después abrir la puerta y dejiera con calidez.

-Te veo mañana Steven.

-Adiós Perla -decía sonrojado, a la vez que agitaba su mano, en señal de adiós.

Todos los días era lo mismo para esos dos. Perla visitaba al pequeño Steven siempre ayudándolo y cuidándolo como si de su hijo se tratara. Aquella delgada mujer era amiga íntima de la familia. Desde que está tenía cercas de unos 15 años visitaba la casa del pequeño. Perla era responsable, inteligente y cariñosa. Ayudaba a Greg puesto a que, la madre del pequeño murió en un accidente.

Era demasiada carga para el padre, que tenía que trabajar a la vez que tenía que cuidar a su hijo. Por lo que Perla siendo amiga íntima de la familia. Ayudó a Greg a cuidar a Steven. Perla se sentía en deuda con la familia de Steven, por lo que con gusto se ofrecía a ayudar. Pero para cuando el pequeño cumplió 10 años. Perla dejó de visitarlos gracias a que, sus estudios necesitaban más atención. Steven se sintió triste al saber que su amiga ya no lo visitaría, pero el chico entendía para su corta edad que esto debía ser así. Perla también se sintió triste al no poder ver a su pequeño Steven. En ocasiones la mujer le llamaba cada cierto tiempo, esperando que pronto se podrían encontrar con tiempo. Es una lástima que se encontrarán tiempo después, gracias a una cierta problemática. Que aún era, dudosa la veracidad del problema.