¿Te sucede algo?

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Todo lo bueno tiende a acabar pronto. La corta charla de Lapis y Steven se termino muy rápido, compartieron pequeñas palabras típicas e insignificantes. Pero ciertamente para Lapis en cierto modo no lo fueron así. El pequeño Steven tenía una atmósfera encantadora, cómica y agradable. Lapis en solo pensar en los pocos momentos que compartió con Steven, le provocaba una sensación de felicidad. Quien lo diría una pequeña charla con aquel niño y Lapis sabía que es una de las personas más agradables con las que haya tenido el placer de intercambiar palabras.

-Steven..

Lapis pronunció su nombre silenciosamente y al hacer esto se le escapaba una sonrisa instintiva. Ella ya después de bajar de aquel autobús, siguió caminando lo que le quedaba para llegar a su casa. Solo le quedaban unas cuantas cuadras para llegar a su destino, pero para sorpresa de Lapis unos "amigos" que pasaban por ahí y le hablaron, deteniendo su simple e cometido.

-Lapis!. Acompáñanos habrá una fiesta en la casa de un amigo, habrá cerveza, música y.. -no terminó su oración. Por que Lapis lo interrumpió.

-No puedo. Mañana tengo escuela, será en otra ocasión -Lapis hablaba con seriedad.

-Esa no es la Lapis que conozco -dijo en un tono incrédulo -Estás segura?.

-Ya amigo, dijo que no -hablo su acompañante -lo más probable es que planee algo turbio. Apoco no "rebelde"?.

-Tienes razón, en ese caso nos vemos Lapis -dijo algo incrédulo y extrañado.

-Si adiós -Lapis al terminar de decir esto, soltó un suspiro de alivio.

Al final termino llegando a su casa. Abrió la puerta, puso sus llaves en una pequeña mesa y la mochila la dejo en un rincón cercas de la puerta principal. Ella se dirigió al refrigerador y saco algo de comida y al hacer estas simples acciones no dejaba de pensar en la agradable charla que tuvo con aquel pequeño y si pronto sus caminos se encontrarían de nuevo. Su mente comenzó a divagar sin dudas.

-Veo que llegaste.

Al escuchar esto Lapis no pudo evitar reaccionar algo asustada y sorprendida. Tanto pensamiento vago la había dejado con las defensas bajas.

-Mama carajo!. No hagas eso me asustas! -gritó Lapis con tono enojado.

-Hey! esa boca. Vienes más distraída de lo habitual -la madre de Lapis suelta una pequeña risa, para después hablar -Te pasó algo?.

-Emm.. nada en lo absoluto -dijo Lapis mientras un pequeño rubor se le escapaba.

-Te ves un poco diferente y de una buena manera me refiero, no a la típica Lapis callada y "Rebelde" que conozco.

-De qué hablas?. Estoy muy normal -al darse cuenta de lo que dijo no pudo evitar ruborizarse mas de lo que ya estaba.

-Definitivamente te pasó algo -volvió e a soltar una risita y hablo nuevamente -no te preocupes no me tienes que decir -hablo dejando atrás el irregular comportamiento de su hija -en aquella bandeja hay comida, caliéntala si tienes hambre-lo dijo señalando aquella bandeja.

-Si como sea. -el rubor que tenía aún no se desvanecía por completo -veo que las cosas mejoraron de momento para ti y para mi padre. -decía sería.

Al escuchar esto la madre miro a Lapis con extrañeza, sabía a lo que se refería. Pero terminó simplemente por irse de la cocina ya para que la rebelde se encontrará sola. Lapis volvió a entrar nuevamente a sus pensamientos. Por un momento se preguntó por qué se estaba comportando tan irregularmente. Hasta para ella era algo extraño su forma de comportarse en ese momento. "Me pregunto que diablos es lo que me sucede", pensó la rebelde.

Ala mañana siguiente todo transcurrió como siempre. Lapis se preparo para ir ala escuela, salió de casa como siempre y recorrió el camino de siempre. Subió al autobús de siempre y en todo este recorrido que utilizo para llegar a la escuela. No dejo de pensar acerca de aquel niño simpático que hace poco había conocido. Ya hasta le pareció algo extraño solo pensar en Steven. Se preguntaba constantemente si le había gustado de su compañía y que es lo que pensaba acerca de ella.

Al cabo de un tiempo ya se encontraba pasando por aquellos pasillos de la escuela. En los que ella había tenido experiencias nada alentadoras. Tomando de ejemplo la situación de ayer. Habían muchas voces por aquel pasillo, no se podía distinguir ni sola una frase coherente de lo que producían aquellos alumnos. Ese ambiente le molestaba a Lapis, pero no podía hacer nada para impedirlo. Así eran las cosas, por lo que trataba de no prestarle mucha atención, por lo que siguió en su recorrido. Antes de entrar a su salón, noto que unas compañeras molestaban a una chica en específico. Esa chica era Peridot, pero no era como si fuera acosó ya que Peridot tenía la fama de buscarse los problemas por sí misma y aún que tratará de no buscarse problemas que era en pocas ocasiones. Ella no podía evitarlo. Así era su personalidad y su gran boca. En todo caso se podía defender en términos de hablar. Pero en términos de pelea siempre terminaba golpeada o algo por el estilo. Habia algo que reconocerle a Peridot, puesto a que después de recibir tanta paliza y amenazas. No dejaba que la dejaran que como la "víctima" y eso era de respetar o al menos para muchos de los estudiantes ahí.

-No se crean superiores idiotas, solo por qué me ganan en fuerza! -dijo enfadada, la antes ya mencionada Peridot.

-Porque simplemente no te callas de una vez -dijo molesta una de las que le propinaban el "acosó".

Ya iban a comenzar a soltar los primeros empujones bruscos, pero se dieron cuenta de la presencia de Lapis que observaba todo esto. Presencia que producía respeto e imponía. Lapis era muy bien conocida por meterse en problemas, por lo que ya la mayoría sabia de ella.

-Déjala no vale la maldita pena -dijo con enojó.

Abandonaron el lugar y solo quedó Peridot y Lapis.

-jaja parece que tú si impones he compañera? -decía Peridot en un tono burlón.

Lapis no se dispuso a responderle y solo entro al salón. Se sentó en su lugar para esperar a el profesor. Peridot siguio a Lapis en todo momento y llego a sentarse a un lado de la conocida rebelde y empezó a hablar con su tono molesto habitual.

-Gracias amiga por lo de hace unos segundos. Si de por sí ya tengo demasiados burlas por mi nombre y ya sabes toda esa mierda -decía peridot en un tono molesto -tú también tienes un nombre raro no es así?.

Lapis no podía aguantar tanto de lo que decía Peridot. Así que solo se levanto de ahí y se sentó en otro lugar. Ya estaba harta en un cierto grado de la tonterías que decía Peridot. Mientras que Peridot ingenuamente dijo.

-Ok amiga te veo después -dijo sonriéndole.

Lapis sabía que tenía buenas intenciones, pero no dejaba de molestar su forma de ser. Se podría decir que Peridot tenía suerte, ya que ese día Lapis se encontraba más apartada de su forma habitual de ser. Por lo que no explotó y no le hizo nada Peridot.

El día pasó muy lento. Peridot estuvo muy enfadosa en lo que transcurría el tiempo en la escuela. Por el lado de Lapis, tuvo que evitarla lo más que pudo. Lapis solo ansiaba irse de aquella escuela y dirigirse a la parada del autobús de una vez. Pero simplemente no se podía aún.

Al terminar la escuela, Lapis se dirigió rápidamente a la parada de autobuses y espero el autobús. Estaba ciertamente ansiosa pero por qué?. Pasaron varios autobuses, pero no tomo ninguno. Ella esperaba uno en específico. Paso el tiempo hasta que por una de las ventanillas de uno de los autobuses que pasaban. Vio un cabello rizado alborotado, demasiado peculiar y sabía de inmediato de quién se trataba. Subio de prisa y se le formo una sonrisa instintivamente al ver a un pequeño muy peculiar.

-Steven -Lapis soltó un pequeño sonrojo acompañado de un sonrisa.

No Importa - (Lapiven)Where stories live. Discover now