No Importa - (Lapiven)

Bajo el Cielo Estrellado

Lapis tomó la semana un poco más a la ligera. Necesitaba desahogarse y lo había hecho. Por lo que se sentía mucho mejor consigo misma. Consiguió establecer mejor su rutina. En la mañana a la escuela, al terminar la escuela ir con Steven y pasar un rato considerable con el, y volvía a su casa después de estar con el pequeño. Ya no se metía tanto en problemas como antes e incluso era más "amigable". Y esto se vio más Peridot. Puesto que se sentía en deuda con ella. Esas dos comenzaron a convivir más y más. Sus temas de conversación eran muy pobres. Pero últimamente Lapis le sacó provecho. A la situación de que Peridot es vecina de Steven, por lo que le preguntaba diversas cosas acerca de el pequeño.

Cualquiera que estuvieran en sus platicas, podría sospechar del extraño interés que Lapis tiene acerca del pequeño Steven. Pero Peridot no estaba familiarizada con esos temas e incluso con el amor. Lo que ocasionó que no se extrañara del todo, con el comportamiento de la rebelde.

Cada día, que pasaba. Se hacían más amigas aquellas dos. Y aunque Lapis no quisiera admitirlo, era lo que realmente pasaba. A consecuencia de esto se conocían cada vez más. Lo que cada vez a aumentaría la confianza entre estas y Peridot comenzará a sospechar cosas de Lapis.

Inclusive Peridot acompañó a Lapis a tomar el autobús con ella para encontrarse los tres e ir a casa, ella veía al pequeño y ala "rebelde" hablar y hablar, podía sentirse un buen ambiente cuando los tres estaban juntos, Peridot nunca fue de amigos y ahora experimentaba aquella sensación que de verdad podía ser ella misma y sentirse en compañía y no sola como antes.

Esto se haría más continuo y los tres se encontrarían diariamente para compartir ese pequeño trayecto juntos. Una adolescente "Rebelde", una chica egocéntrica y parlanchina, y un niño tierno y alegre. Un trío bastante peculiar para los demás que los mirarán.

Todo aquello había pasado en tan solo unos cuantos días y se acercaba el día del pequeño "viaje". Lapis le había comentado a sus padres acerca de esto pero le negaron el permiso. Pero llego el día y Lapis ignorando las advertencias que le dieron sus padres, terminó yendo. Se juntaron los tres y se dirigieron al lugar con la familia de Peridot y el padre de Steven.

Todo el trayecto los tres hablaron e intercambiaron risas y anécdotas. Lapis no aparto la vista de Steven, en todo lo que duró el trayecto. He hicieron contacto visual repetidamente y a ningúno de los dos les pareció incómodo, si no que era agradable. Lo único que se producían eran pequeños sonrojos de parte de Lapis y sonrisas de Steven.

Al llegar, contemplaron un paisaje totalmente verde, rodeado por algunos cerros. En aquel lugar se escuchaba el sonido tranquilizante de la brisa chocando con las hojas de los pocos árboles que habían al rededor.

Todos hablaron y en algún momento cenaron. Para ese entonces el sol ya se estaba ocultando y Steven, Greg, el padre de Peridot, la madre y el hermano de esta. Asaban algunos Bombones, mientras contaban historias.

Lapis y Peridot fueron por unas cosas a la camioneta del padre de Steven, cuando la egocéntrica hablo a la rebelde.

-Ya veo lo qué pasa. Y déjame decirte que fui una idiota al no verlo.

-Que es lo qué pasa? -respondió Lapis sería.

-El mocoso amigable. Steven

-No me gusta que le digas a si -dijo algo molesta -además Steven que? -la rebelde pregunto dudosa.

-Ese mocoso Steven te gusta no es así?.

Lapis se ruborizó y miro a Peridot de inmediato.

-De qué rayos hablas? -dijo Lapis tratando de ocultar su nerviosísimo.

-La verdad me tarde en descubrirlo, y hace unos minutos tenía mis dudas, pero ahora se ve que realmente te gusta ese niño.

El silencio invadió la área en donde se encontraban. Provocando que se oyera el sonido de la brisa fría que pasaba en esa zona. Lapis seguía en silencio y algo sonrojada.