Chapter 18

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Durante la película. Las miradas de recelo no sobraron en ningún momento. Lapis no paraba de darle miradas desagradables a Perla, y por su parte Perla solo se limitó a ver la película. La rebelde no podía creer que ella seguía tan tranquila, y no reflejaba ni una pizca de odio hacia ella. Era de temer sin dudas. En la forma de ver de Lapis claro está.

Era la primera vez que veía como alguien no podía ser intimidado y peor aún. Ni si quiera se podía saber, lo que aquella mujer tan calmada, tendría entre manos. Era un misterio para todos, los que la vieran. Nadie podía averiguar si quiera lo que planearía, o saber si tan siquiera, planeara algo. Era una incógnita demasiada fuerte para Lapis, y eso le molestaba demasiado.

-Les gustó la película? -preguntó el de pequeño, mientras esbozaba una sonrisa.

-Claro que si Steven, fue muy entretenida -dijo Perla mientras acariciaba la cabeza del pequeño con ternura.

-A mi me pareció igual. Y a ti Lapis te gusto? -preguntó curioso Steven.

-Claro, me gusto la película Steven -dijo mientras le sonreía con un sonrojo a "su pequeño".

Lapis, durante toda la película. Estuvo sumergida en el odio que le provocó aquella delgada mujer. Por lo que ni siquiera le presto atención alguna a la película. Lo único que alcanzaba a tan siquiera calmar el enojo de la rebelde era su pequeño. Con solo mirar al pequeño Steven. Le provocaba un sonrojo demasiado notable en ella, sonrojo que Perla noto de inmediato.

Perla era sumamente hábil e inteligente respecto al comportamiento de las personas. No hace falta decir, que le bastó solo un día para extrañarse completamente, sobre el comportamiento de Lapis. La amiga mayor de su pequeño. Pero ciertamente le quedaban dudas a la delgada. Dudas las cuales quería resolver ese mismo día.

-Iré a ver qué hará de comer mi padre, en un momento vengo -hablo el pequeño, ya preparándose para ir. Pero de pronto lo detuvo la delgada.

-No te preocupes Steven yo iré. Tu quédate con Lapis, ahora vuelvo -dijo sonriéndole

-Esta bien, muchas gracias Perla -Steven le devolvió la sonrisa.

Perla abandono la habitación, solo para que Steven y Lapis se que darán solos.

-Que es tuya, ella Steven? -preguntó dudosa Lapis, mientras se acercaba a Steven.

-Es una amiga de la familia, ella es muy amable y nos a ayudad..o.. en... -algo interrumpió al pequeño.

En toda la respuesta del pequeño. Lapis no dejo de acercarse a él, cuando recién decía las últimas palabras. Ya se encontraban cara a cara. Para que después, Lapis abrazara a Steven con delicadeza.

-Que pasa Steven? -dijo mientras lo miraba fijamente. Lapis se encontraba sonrojada a más no poder.

-Lapis, por favor no lo hagas -pronunció a penas el pequeño, que al igual que Lapis. Ya se encontraba muy sonrojado.

-Por qué mi pequeño?. Si nos amamos no?. Tu no me amas? -dijo mientras rozaba sus labios con los del pequeño.

-Lapis, no lo hagas -el pequeño demandó, sonrojado mientras movía la cabeza a otro lado. Evitando aquel roce tan provocador.

-Te amo -dijo con dulzura en sus palabras, mientras que movía la cabeza del pequeño hacia la de ella.

Cuando lo tuvo de frente. Le dio un beso en los labios y no fue uno tierno. Fue más que nada apasionado. Lapis se veia demasiado ingenua. Había dejado que nuevamente la guiarán sus emociones y no llego ni siquiera a razonar un poco de lo que podía resultar todo esto. Dejó que su deseo la dominará y olvido que Perla se encontraba en esa casa e incluso el padre del chico se encontraba en ella.

-Lapis, espera un segundo -dijo el pequeño sonrojado, que apenas se pudo librar de ese beso y por alguna razón no dejaba de mirar en una dirección en particular.

-Es acaso por esa maldita? -preguntó aún sonrojada, mientras miraba a su pequeño y al no recibir respuesta, habló de nuevo -Steven, No importa si ella.. -se detuvo en seco al ver que el pequeño Steven miraba a otra parte con ojos tristes y de terror puro.

Lapis volteó a donde Steven miraba. De tener un sonrojo y amor profundo en los ojos. Pasó a quedarse pálida, y sus ojos cambiaron a unos de horror puro. Lapis la rebelde y dura. Sintió terror absoluto al ver en la puerta a Perla junto a Greg el padre de su pequeño y profundo amor. Miraban perplejos a los dos.

La rebelde se encontró paralizada al ver esa escena. Mientras que Steven comenzaba a llorar incontrolable mente.

Subestimo a Perla la verdad, ni siquiera sospecho ni un poco de lo que haría. Ahora Lapis se podía ver ante los ojos de aquellos dos. Como una pervertida y una estupida, por no prevenir esto. Perla ya no estaba calmada como antes. Ahora tenía una expresión de ira pura y el padre "Greg" estaba impactado. Con una mirada decepciónante, veía esa situación. Y ni hablar de cómo estaba el pequeño.

El pequeño Steven no paraba de llorar. Pensaba que él había pecado, que hizo mal y se sentía el mayor culpable de esa situación. Sintió mucha tristeza y no dejaba de pedir disculpas.

-Perdónenme.. Lo siento papá. Lo siento Perla. Lo siento Lapis -dijo entre sollozos y mares de Lagrimas incontrolables -Lo siento mucho..

-No Importa Steven -hablo Perla seria -Sabemos quien es el problema aquí -dijo mirando con odio a Lapis - "No Importa" Steven.

No Importa - (Lapiven)Where stories live. Discover now